Quizás es algo complicado para quienes no están tan familiarizados con temas LGBT, pero es más sencillo de lo que creen, se los aseguro.
Si tienes un amigo que se llamaba Ana y ahora es Jorge, lo único que tienes que hacer es decirle por su nombre con el que se identifique, en ese caso Jorge. De igual forma una amiga que se llamaba Ernesto y ahora es Karla, sólo dile Karla. Procura usar pronombres correspondientes a su identidad ACTUAL y si tienes ciertas complicaciones o confusiones, mejor evita usar pronombres o pregúntale a la persona con mucho respeto.
Lamentablemente, hay muchas personas conservadoras y transfóbicas que se rehusan a llamarles por su nombre actual o demeritan su identidad.
Existe algo llamado deadnaming, o llamar a una persona trans por su nombre original, en vez del que escogieron luego de comenzar su proceso de transición como una manera de no reconocer el cambio de género o sus derechos como persona trans.
En más de una oportunidad lo vimos en los medios cuando Caitlyn Jenner salió del clóset años atrás: muchos diarios insistían en llamarla por su nombre masculino. O incluso se referían a ella como él.
Para las personas trans, esto hace un mundo de diferencia en sus vidas.
Tanto, que incluso afecta sus esperanzas de vida: un nuevo estudio ha encontrado que las personas trans más jóvenes (entre las edades de 15 y 21 años ) que pueden usar su nombre elegido son 65% menos propensas a intentar suicidarse .
Imagínense, con tan solo llamar a alguien por su nombre podría salvar su vida.
El estudio, publicado en el Journal of Adolescent Health , rastreó a 129 jóvenes trans con motivo del Día de la Visibilidad Transgénero el 31 de marzo, reveló que aquellos que podían usar sus nombres elegidos y eran llamados de esa manera por otras personas, experimentaban un 71% menos de síntomas de depresión grave, un 34% menos de pensamientos suicidas y un 65% menos de probabilidad de intentar el suicidio, según explicó el autor de la investigación, Stephen T. Russell , líder del departamento de Desarrollo Humano y Ciencias Familiares de la Universidad de Austin en Texas.
“He estado investigando sobre jóvenes LGBT durante casi 20 años, y la verdad es que me sorprendió lo claro que era ese vínculo entre autoestima y el nombre escogido por las personas trans. Luchar con la salud mental es común para los jóvenes trans, que a menudo son juzgados, abusados y son víctimas de bullying”.
Según el estudio, alrededor de dos tercios de los encuestados informaron haber sido víctimas de acoso, y cuatro de cada cinco dijeron que se habían autolesionado.
Así que recuerda: no es difícil ser un aliado de una persona trans, y llamarlos por su nombre elegido podría salvarles la vida.
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