Desmontando ‘las mujeres trans no son mujeres’

ATA - Sylvia Rivera • 5 de febrero de 2020

Julia Serano desarticula uno a uno los discursos que pretenden apartar a las mujeres trans de la categoría de mujeres en su reciente ensayo, ‘Desmontando los argumentos tipo, ‘las mujeres trans no son mujeres’ (Debunking “Trans Women Are Not Women” Arguments) Compartimos la traducción libre que hemos realizado desde Akntiendz Chik. ‘Desmontando los argumentos tipo, ‘las mujeres trans no son mujeres’ -Julia Serano

Recientemente fui entrevistada por el New York Times acerca de mi trabajo y mis escritos como transfeminista. De las conversaciones que compartimos previo a la entrevista yo sabía que mi entrevistadora planeaba preguntarme acerca de los comentarios que hizo Chimamanda Ngozi Adichie a principios de año donde afirmaba que las mujeres trans no son mujeres. Así que en preparación para mi entrevista, decidí revisar mi primer libro Whipping Girl. Una mujer trans opina acerca del sexismo y el chivo expiatorio de la feminidad ( Whipping Girl. A Transsexual Woman On Sexism And The Scapegoating Of Feminity ) y crear una lista de todos los argumentos que realicé allí para contrarrestar tales afirmaciones. Había pensado elaborar algunos de esos puntos durante la entrevista, aunque tan solo unos cuantos fueron incluidos en el artículo final (ya que tuvo que ser editado debido a su extensión). Pero dado que las afirmaciones del tipo, ‘las mujeres trans no son mujeres’ reaparecen con regularidad (y son presentadas por personas que se definen a sí mismas como feministas) pensé que bien valdría la pena compilar todos mis contrargumentos relevantes en un solo ensayo.

Preliminares: en relación al término cisgénero

A lo largo de este ensayo, utilizaré los términos cis o cisgénero para referirme a las mujeres que no son trans. He explicado la lógica detrás de esta terminología en mi sección de preguntas frecuentes sobre cis-terminología, y en dos ensayos adicionales de seguimiento a los cuales se puede acceder desde aquí. Las mujeres que insisten en que las mujeres trans no son mujeres con frecuencia rechazan ser llamadas ‘mujeres cis’ bajo el falso supuesto que hacerlo degradaría de alguna manera su femineidad -esto no es de ninguna manera el propósito de este lenguaje. El único propósito de la terminología cis es nombrar a la mayoría que permanece sin ser marcada (de manera similar a como una se referiría a las mujeres blancas, a las mujeres heterosexuales, o las mujeres que no tienen capacidades diferentes, etc.) En otras palabras, referirse a alguien como ‘cis’ significa simplemente que esa persona no es trans.

Realidades de las mujeres trans

Las mujeres trans son muy diferentes entre sí. Tal vez lo único que tenemos en común es una comprensión de sí mismas en el sentido que algo no estaba bien en que hubiéramos sido asignadas al sexo masculino al nacer y/o que más bien debimos haber sido asignadas mujeres. Mientras que algunas personas cis se niegan a tomar nuestra identidad en serio, el hecho concreto es que las personas trans se encuentran en prácticamente todas las culturas y a lo largo de toda la historia. Las estimaciones actuales sugieren que conformamos el 0.2 – 0.3% de la población. En otras palabras, simplemente existimos.

En mi propio caso, pasé un número de años tratando de dar sentido a los sentimientos inexplicables e irreprimibles que experimentaba antes de finalmente tomar la decisión de realizar la transición hace ya diecisiete años. He estado viviendo como una mujer desde entonces. Cada día de mi vida, la gente me percibe y me trata como una mujer, y como resultado de ello experimento rutinariamente el sexismo. Mientras que las feministas cis que afirman que las mujeres trans no son mujeres se obsesionan con las cuestiones de identidad («¿Cómo puede un ‘hombre’ llamarse ‘mujer’?), deliberadamente pasan por alto o minimizan el hecho de que tenemos experiencias de vida muy reales como mujeres.

Al igual que como les sucede a las mujeres en general, muchas mujeres trans son feministas. El feminismo y el activismo trans no son en modo alguno incompatibles o mutuamente excluyentes. Como feministas que reconocen la interseccionalidad, creemos que deberíamos estar luchando para acabar con todas las formas de sexismo y marginación -esto incluye tanto el sexismo tradicional como la transfobia. Forzar a las mujeres trans a ser parte de un grupo separado que es distinto al de las mujeres cis no ayuda de ninguna manera a conseguir el objetivo central del feminismo en lo que se refiere a acabar con el sexismo.

La falacia de la ‘mujer biológica’

Las afirmaciones en el sentido de que las mujeres trans no son mujeres suelen confiar en suposiciones esencialistas (y por lo tanto incorrectas) acerca de la biología. Por ejemplo, la gente podría argumentar que las mujeres trans no son «genéticamente mujeres», a pesar que no podemos determinar fácilmente los cromosomas sexuales de nadie. De hecho, la mayoría de las personas nunca se han hecho examinar sus cromosomas sexuales, y los que lo hacen a veces se ven sorprendidxs por los resultados.

Otras apelaciones comunes a la biología se centran en la capacidad de reproducción -por ejemplo, indicando que las mujeres trans no han experimentado la menstruación, o que no pueden quedar embarazadas. Todo esto ignora el hecho de que algunas mujeres cis nunca menstruan y/o no pueden quedar embarazadas.

Las afirmaciones sobre los genitales son igualmente problemáticas: los genitales de las mujeres varían mucho de una a otra persona, y al igual que con los cromosomas y las capacidades reproductivas, no podemos ver fácilmente los genitales de otras personas en los encuentros cotidianos. Si tú y yo nos encontráramos, ¿debería negarme a reconocerte o referirme a ti como mujer a menos que me muestres tus genitales? Y, francamente, ¿qué podría ser más sexista que reducir a una mujer a lo que hay entre sus piernas? ¿No es eso precisamente lo que los hombres sexistas han estado haciendo con las mujeres durante siglos?

Yo argumentaría que todas estas apelaciones a la biología son inherentemente antifeministas. Los sexistas rutinariamente descartan a las mujeres señalando diferencias biológicas reales o supuestas. Las feministas han desafiado durante mucho tiempo la cosificación de nuestros cuerpos, y han argumentado que no estamos limitadas por nuestra biología. Por lo tanto, es hipócrita que cualquiera que se define a sí misma como feminista utilice argumentos de «biología» y «partes del cuerpo» en sus intentos de descalificar a las mujeres trans.

[nota agregada el 17/7/17: Discutí en mayor detalle este tema en particular en un ensayo subsecuente, Las Personas Transy los Mitos del ‘Sexo Biológico’, Transgender People and ‘Biological Sex’ Myths. ]

La falacia de Caitlyn Jenner

En estos días, los argumentos del tipo ‘las mujeres trans no son mujeres’ invariablemente citan el caso de Caitlyn Jenner, por lo general haciendo la siguiente afirmación: «¿Cómo puede alguien como Jenner, que vivió toda su vida como un hombre y experimentó el privilegio asociado con ello, tan siquiera afirmar que ella es una mujer?» Este ejemplo en particular suele venir acompañado de apelaciones a la biología, pues mucha gente recuerda a Jenner como un atleta de decatlón físicamente masculino. Pero la idea central de esta aseveración es que las mujeres son mujeres debido a la socialización y/o sus experiencias con el sexismo.

Pero, ¿qué pasa conmigo entonces? He vivido más años de mi vida adulta como mujer que como alguien que fue percibido como un hombre, y he experimentado cualquier cantidad de sexismo desde que hice mi transición: ‘piropos’ callejeros y acoso sexual, intento de violación durante una cita, hombres hablando por encima de mí o que no me toman en serio, y así sucesivamente. ¿O qué pasa con las jóvenes trans que transicionan socialmente temprano en la vida y que nunca tienen la experiencia de ser percibidas o tratadas como hombre? Si estás aplicando el argumento de la «socialización» o de «experimentar el sexismo», entonces tienes que admitir que muchas mujeres trans también tienen esas experiencias, y por lo tanto son mujeres bajo tales criterios. Hasta las que han transicionado ya mayores como Jenner enfrentan el sexismo una vez que la gente comienza a percibirlas como mujeres. E incluso si la mujer trans en cuestión es visiblemente trans, de todas maneras experimentará gran cantidad de sexismo bajo la forma de la transmisoginia.

Si por casualidad resulta que eres una de las proponentes del argumento de ‘las mujeres son mujeres por la socialización’, entonces te pido que consideres el siguiente escenario: Una niña es forzada contra su voluntad a vivir como un niño. Al llegar a la edad adulta, después de años de socialización y privilegios masculinos, ella comienza a identificarse como mujer y empieza a vivir como mujer. ¿La aceptarías como mujer? Si tu respuesta es sí, entonces es hipócrita de tu parte el no aceptar también a las mujeres trans como mujeres. (De hecho, el escenario, «forzada contra su voluntad en la niñez» es exactamente la forma en que muchas mujeres trans describen su infancia.)

La mayoría de las veces, sin embargo, las personas que insisten en que las mujeres trans no son mujeres, emplean simultáneamente los argumentos de la biología y de la socialización, aunque sean contradictorios entre sí (es decir, si la biología es el criterio predominante, entonces la socialización no debería importar y viceversa). Al igual que sus contrapartes homofóbicas que hacen apelaciones a la biología («Dios hizo a Adán y Eva, no a Adán y Esteban»), e inmediatamente invocan hipócritamente la socialización (por ejemplo, alegando que la gente puede convertirse en gay como resultado de haber tenido profesores homosexuales o por culpa de «la agenda homosexual,») la multitud que sostiene la afirmación de que, ‘las mujeres trans no son mujeres’ nos lanzan desesperadamente todo el fregadero de la cocina en nuestra contra antes que tratar de hacer un argumento coherente.

Si bien la socialización del género es bastante real, todxs somos capaces de superar o trascender la socialización que experimentamos de niños. Y la socialización de género no se detiene simplemente cuando una llega a la edad adulta: Todxs nosotrxs estamos constantemente enfrentando presiones sociales, expectativas y obstáculos sociales relacionados con el género durante toda nuestra vida. Si crees que estas afirmaciones son verdaderas para las mujeres cis, entonces también deben ser ciertas para las mujeres trans.

Las falacias de la ‘energía masculina’ y del ‘privilegio masculino’

Una derivación del argumento de la socialización va algo así: A pesar de haber transicionado a mujer y de moverse por el mundo como mujeres, las mujeres trans de todas maneras poseen el «privilegio masculino» o la «energía masculina.» La afirmación de la «energía masculina» me parece especialmente sexista, ya que implica que los hombres poseen algún tipo de fuerza vital mágica o mística de la que las mujeres carecen o que no pueden llegar a poseer.

Este tipo de afirmaciones parecen basarse en conjeturas o proyecciones. Por ejemplo, en mis muchos, muchos años de ser percibida por el mundo como una mujer cis, nunca me he encontrado con una persona que haya dicho que detecta en mí «el privilegio masculino» o la «energía masculina». Sin embargo, al saber que soy trans, están listas a ‘leer’ esos rasgos masculinos en mi comportamiento. De hecho, si yo te dijera que una mujer en particular es transaunque no fuera cierto), podrías inclinarte a (re)interpretarla de manera similar: leyendo cualquier tendencia marimacho o de camionera que exhiba como manifestaciones de esa «energía masculina», y asumiendo que cada vez que ella se afirma o se hace valer por sí misma eso debe ser un signo de su profundamente asentado «privilegio masculino».

El privilegio masculino es algo muy real. En mi libro Whipping Girl , hablo extensamente acerca de mis propias experiencias personales cuando lo tuve, y posteriormente de cuando lo perdí después de la transición. Sin embargo, no todas las mujeres trans experimentan el privilegio masculino (por ejemplo, las que ‘transicionaron’ más jóvenes). Además, todo el propósito de hablar del privilegio (ya sea masculino, blanco, de clase media /alta, sano, o el privilegio hetero, por mencionar algunos) es sensibilizar sobre las ventajas que los miembros de la mayoría o grupo dominante experimentan debido al hecho de que no se enfrentan a un tipo particular de sexismo o marginación.

Y el hecho de que la multitud que sostiene la afirmación que ‘las mujeres trans no son mujeres’ constantemente se agolpa tras la insistencia sobre el privilegio masculino real o imaginario que se le atribuye a las mujeres trans, pero se niegan a reconocer o examinar su propio privilegio cis, demuestra que sus preocupaciones sobre el privilegio son falsas y que simplemente están utilizando el concepto para deslegitimar las identidades de las mujeres trans y sus experiencias reales vividas como mujeres.

La falacia de las mujeres trans como caricaturas de las mujeres

Esta falacia se sobrepone a la falacia de Caitlyn Jenner, y va algo así: Las mujeres trans no pueden saber lo que es ser una mujer. Por lo tanto, deben ser motivadas a la transición por una idea extremadamente superficial o estereotipada de lo que significa ser una mujer, basándose en los ideales femeninos convencionales que muchas feministas han rechazado. En otras palabras, las mujeres trans no son mujeres reales, sino que simplemente nos transformamos en «parodias» o «caricaturas» de las mujeres. Las personas que arman este caso a menudo también invocan el privilegio masculino -por ejemplo, insinuando que debe ser la «arrogancia masculina» o el «derecho que los hombres creen tiener» lo que lleva a las mujeres trans a presumir que podemos entender a las mujeres o a ‘convertirnos’ nosotras mismas en mujeres.

Existen numerosos problemas con esta línea de razonamiento:

1) Se basa en una visión altamente negativa de la expresión de género femenina (algo que he ido desmontando a lo largo de mis escritos) e implica que las mujeres cis que son convencionalmente femeninas también se están comportando de manera superficial y/o reforzando los estereotipos de género.

2) Ignora a las muchas mujeres trans que son activistas feministas y/o no son convencionalmente femeninas.

3) Las mujeres trans no realizan la transición por un deseo de ser femeninas; lo hacemos por una auto-comprensión de que somos o deberíamos ser mujeres (algo comúnmente denominado identidad de género).

4) Las mujeres trans que son convencionalmente femeninas no están de ninguna manera afirmando o insinuando que todas las mujeres deberían ser convencionalmente femeninas, o que la feminidad es todo lo que hay para ser una mujer. Al igual que las mujeres cis, las mujeres trans nos vestimos como lo hacemos para expresarnos, no para criticar o caricaturizar a otras mujeres.

5) Esta línea de razonamiento acusa a las mujeres trans de presumir arrogantemente que saben lo que las mujeres cis experimentan, siendo que no hacemos tal cosa. En realidad, son las mujeres cis que sostienen esta acusación las que arrogantemente presumen de saber lo que las mujeres trans experimentan y lo que nos motiva.

Como mujer trans, seré la primera en admitir que no puedo saber lo que cualquier otra mujer experimenta o siente en su interior. Pero el tema es que, la multitud que sostiene la afirmación de que ‘las mujeres trans no son mujeres’ tampoco pueden saber lo que cualquier otra mujer experimenta o siente en su interior! Cada mujer es diferente. Compartimos algunas experiencias superpuestas, pero también somos distintas en todos los sentidos posibles. Todas las mujeres trans que conozco reconocen esta diversidad. En contraste, son las mujeres cis que tratan de excluirnos a nosotras las que parecen tener una noción estereotipada superficial y singular de lo que constituye una mujer, o de lo que las mujeres experimentan.

Una nota final: La afirmación de, ‘las mujeres trans como caricaturas de las mujeres’ está muy relacionada con el tropo de, ‘las mujeres trans refuerzan el sexismo’, el cual he desmontado en el siguiente hilo de Twitter:

«¿Crees que las personas trans ‘refuerzan el sistema de género?’ Bueno no hay problema, te voy a desengañar de toda esa boba noción en tan sólo 3 pasos!»


La falacia de la diferencia cerebral

Cuando eres una persona trans (que no posee el privilegio cis), la gente a menudo te obliga a explicarte o a justificar tu identidad sexual. Una respuesta común es decirles algo así como, «nací con un cerebro femenino a pesar de tener un cuerpo masculino». Muchas veces, esto es una simplificación intencional de parte de la persona trans -un intento de destilar las complejidades de la experiencia trans reduciéndolas a una porción que la persona promedio cis pueda comprender fácilmente. En otros casos, la persona trans puede estar haciendo referencia a investigaciones que sugieren que, en unas pocas regiones dimórficas super-diminutas del cerebro, las mujeres trans se asemejan más a las mujeres cis que a los hombres cis. (Las personas trans difieren significativamente entre sí respecto a si creemos que estas investigaciones son preliminares de algo más o incluso si son válidas o no).

Sin embargo, algunas feministas cis extrapolan esta respuesta para afirmar que todas las personas trans seguramente sostienen creencias altamente esencialistas sobre los cerebros femeninos versus los cerebros masculinos y que, por lo tanto, somos una afrenta al feminismo. A menudo, armarán este caso al mismo tiempo que ellas mismas hacen afirmaciones esencialistas (por ejemplo, con respecto a las capacidades reproductivas) con el fin de socavar nuestras identidades (como hace Elinor Burkett en su texto tipo ‘fregadero de cocina’ con aquello de que, ‘las mujeres trans no son mujeres’.

La falacia de Rachel Dolezal

Igual que con Caitlyn Jenner, los argumentos contemporáneos del tipo, ‘las mujeres trans no son mujeres’ casi siempre terminan nombrando a Rachel Dolezal. [Activista por los derechos afroamericanos señalada de apropiación cultural y ‘hacerse pasar’ por negra al ocultar que era de origen blanco.] La implicación es que un «hombre» que «dice ser una mujer» (sic) es tan ridículo (y habilitado por el privilegio) como una persona blanca que dice ser negra. Pero aquí está la cosa: Rachel Dolezal es una persona. En agudo contraste (como he aludido anteriormente), con las personas trans, que son parte de un fenómeno pan-cultural y trans-histórico, y comprenden aproximadamente el 0.2-0.3% de la población. [Nota: Un lector ha señalado que hay estudios recientes que sugieren podría ser del 0.6% o más] Si estás interesadx en aprender más acerca de la existencia de personas con variación de género, aquí una nota final de mi libro Excluídas: Haciendo más inclusivos los movimientos feministas y lésbicos ( Excluded: Making Feminist and Queer Movements More Inclusive ), y que hace referencia a la historia y la diversidad cultural:

La falacia de ‘las mujeres trans se niegan a reconocer las diferencias’

Aquellas que hacen un caso a partir de los argumentos de que, ‘las mujeres trans no son mujeres,’ suelen insistir en que hay una distinción entre las mujeres cis y las mujeres trans, y que sin embargo las mujeres trans se niegan a reconocer esta distinción. Considero que tales afirmaciones son interminablemente frustrantes. Nunca ni siquiera una vez en mi vida he escuchado a una mujer trans afirmar que nuestras experiencias son 100 por ciento idénticas a las de las mujeres cis. Es más, el hecho de que nosotras, en la comunidad trans, describamos a las personas como «trans» y «cisgénero», señala desde ya un reconocimiento de las posibles diferencias entre ambos grupos.

El problema no es que nosotras (es decir, las mujeres trans) nos resistamos a reconocer ninguna diferencia, sino que la multitud que sostiene los argumentos de, ‘las mujeres trans no son mujeres’ se niegan a reconocer nuestras muchas semejanzas.

Hubo una época en los años 1960 y 1970 cuando muchas feministas heterosexuales querían excluir de manera similar a las lesbianas de las organizaciones de mujeres y del feminismo. Las justificaciones que esgrimían eran similares a las que ahora se emplean contra las mujeres trans: Acusaban a las lesbianas de ser «opresivamente masculinas» y de «reforzar el sistema de clase sexual». Si lees el artículo de Wikipedia al que he vinculado en este párrafo, verás que las lesbianas lucharon en respuesta a tales acusaciones. No lo hicieron porque creyeron que eran 100 por ciento idénticas a las feministas heterosexuales. Lo hicieron porque algunas feministas intentaban excluirlas del feminismo y de la categoría de mujer. Justo como tratan de hacerlo ahora con las mujeres trans aquellas feministas que sostienen argumentos del tipo ‘las mujeres trans no son mujeres.’

Las mujeres trans son mujeres. Puede que no seamos «exactamente como» las mujeres cis, pero, de nuevo, las mujeres cis no son todas exactamente iguales entre sí. Pero lo que sí compartimos es que todas nos identificamos y nos movemos por el mundo como mujeres. Y debido a esto, todas enfrentamos regularmente el sexismo. Es en eso en lo que deberíamos centrarnos y trabajar juntas para desafiarlo. Y como dije al principio, obligar a las mujeres trans a formar parte de un grupo separado que es distinto al de las mujeres cis no ayuda en modo alguno a alcanzar el objetivo central del feminismo de terminar con el sexismo. De hecho, sólo sirve para socavar nuestra causa colectiva.

Por Julia Serano.

http://akntiendz.com

Noticias

Por ATA - Sylvia Rivera 14 de noviembre de 2025
Al menos veinticinco mujeres trans fueron asesinadas entre enero y septiembre de este año en Colombia, cinco más que los casos de transfeminicidio registrados en el mismo periodo de 2024, según un informe de la Defensoría del Pueblo divulgado este miércoles. El reporte contabilizó además 76 feminicidios en los primeros nueve meses de 2025, casi 12.000 delitos sexuales y más de 11.000 casos de violencia intrafamiliar contra mujeres. En cuanto a la explotación sexual de niñas y adolescentes, la Defensoría registró 114 denuncias, concentradas en los departamentos de Amazonas y Guaviare, en el sur del país, donde tienen presencia las disidencias de las extintas FARC como el Estado Mayor Central (EMC) y la Segunda Marquetalia, así como la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Durante todo 2024, la Defensoría documentó 171 feminicidios, 16.767 delitos sexuales y 16.746 casos de violencia intrafamiliar contra mujeres. La Ley Integral Trans Antes de finalizar 2025, los transfeminicidios en el país ya superan los casos registrados entre enero y septiembre de 2024. Esto en un contexto marcado por el asesinato de reconocidas lideresas trans como Sara Millerey y Nawar Jiménez, y en un momento en que la legislación para su protección avanza lentamente en el Congreso. Sara Millerey, una mujer trans de 32 años, fue asesinada en abril en el municipio de Bello (Antioquia), mientras que Nawar Jiménez, reconocida defensora de derechos humanos, fue hallada sin vida en mayo en El Carmen de Bolívar (norte). Colombia dio un paso significativo en la protección de los derechos de las personas trans en julio pasado, cuando la Cámara de Representantes aprobó en primer debate el proyecto de Ley Integral Trans, una iniciativa impulsada por organizaciones sociales y colectivos LGTBI. Esa ley, bautizada con el nombre de Sara Millerey, incluye medidas para el acceso gratuito al cambio de nombre y sexo en documentos oficiales, la protección frente a la violencia institucional y familiar y el reconocimiento del trabajo de cuidado, entre otras ayudas. Sin embargo, el trámite permanece estancado en el Congreso, donde aún le restan dos debates para su aprobación definitiva. https://efeminista.com
Por ATA - Sylvia Rivera 13 de noviembre de 2025
En un hecho histórico, la LXII Legislatura del Estado de México tipificó el transfeminicidio como delito grave en el Código Penal local, estableciendo penas de 40 a 70 años de prisión y de 700 a 5 mil días de multa para quien prive de la vida a una mujer trans o persona con identidad de género femenina en contexto de discriminación. La reforma, impulsada por le diputade Luisa Esmeralda Navarro Hernández de Morena, crea el Capítulo V Bis denominado “Transfeminicidio” y lo incluye en el catálogo de delitos graves del artículo 9, lo que implica que los imputados no podrán obtener libertad bajo fianza. Al término de la dictaminación, le diputade comentó que con la tipificación de este delito, se hace justicia a todos los compañeros que han sido privados de su vida a lo largo de los años y agradeció la disposición de los diputados para su aprobacion. Dato en México y Edomex De acuerdo a datos de la Red de Personas Trans de México, de 2007 a 2021 se registraron 590 asesinatos de personas trans en todo el país, con un promedio de 53 crímenes anuales. Particularmente grave es la situación en el Estado de México, donde la Comisión Nacional de Derechos Humanos documentó al menos 16 transfeminicidios durante 2020, mientras que en el último año el 94% de las personas LGBT+ asesinadas eran mujeres trans, según organizaciones civiles. Se estima que en la entidad mexiquense, que cuenta con una población de aproximadamente 17 millones de habitantes, residen entre 85 mil y 170 mil personas trans, según proyecciones del INEGI. Sobre la reforma a la ley El nuevo artículo 281 Bis detalla doce circunstancias que acreditan las razones de identidad o expresión de género, entre las que destacan la violencia sexual, mutilaciones, antecedentes de violencia en cualquier ámbito, relaciones de parentesco o confianza, y la exposición del cuerpo o la difusión del crimen mediante tecnologías de la información, un tipo de violencia digital que hasta ahora no estaba especificada en la legislación penal. La ley establece que cuando el delito sea cometido por personas con relaciones de parentesco o confianza con la víctima, el sentenciado perderá todos los derechos civiles y familiares, incluidos los sucesorios. Además, se contemplan agravantes específicos: la pena aumentará hasta en un tercio cuando la víctima sea menor de edad o cuando el responsable sea servidor público y se haya valido de esta condición. El marco legal aprobado especifica que si no se logra acreditar el transfeminicidio, se aplicarán las reglas del delito de feminicidio o de homicidio, según corresponda, garantizando que ningún caso quede impune. Tras su dictaminación, la iniciativa pasará al Pleno de la Cámara para su votación por los 75 diputados que conforman la legislatura y posteriormente enviada al Ejecutivo para su publicación. https://oem.com.mx/elsoldetoluca
Por ATA - Sylvia Rivera 13 de noviembre de 2025
Nuevos datos globales del Monitoreo de Asesinatos de Personas Trans 2025 (TMM) de TGEU revelan un cambio alarmante: un número creciente de víctimas de asesinato son líderes y activistas del movimiento trans. Durante el último año, los activistas trans representaron el 14% de los asesinatos denunciados y constituyen el segundo grupo más atacado a nivel mundial, después de las trabajadoras sexuales. El aumento interanual de asesinatos de activistas trans demuestra que se trata de un intento por silenciar a quienes luchan por los derechos de las personas trans en todo el mundo. Para conmemorar el inicio de la Semana de la Concienciación Trans 2025, que culmina con el Día Internacional de la Memoria Trans el 20 de noviembre, TGEU (Trans Europe and Central Asia) publica la actualización anual de su proyecto global de Monitoreo de Asesinatos de Personas Trans. Este proyecto de investigación documenta los asesinatos de personas trans y de género diverso en todo el mundo desde 2009. Hallazgos clave Se informó del asesinato de 281 personas trans y de género diverso entre el 1 de octubre de 2024 y el 30 de septiembre de 2025. Desde 2009, el sistema de vigilancia de la TGEU ha registrado 5322 asesinatos en todo el mundo. Las trabajadoras sexuales (34%) siguen siendo el grupo más atacado de todas las ocupaciones conocidas. Se observa un notable aumento en los asesinatos de activistas y líderes de movimientos , quienes constituyen el segundo grupo más atacado por ocupación este año, representando el 14% de los casos (frente al 9% en 2024 y el 6% en 2023). Al igual que en años anteriores, el 90% de los asesinatos denunciados fueron feminicidios (las víctimas eran mujeres trans o personas transfemeninas). El 88% de las víctimas eran personas trans negras, una disminución del 5% con respecto al máximo histórico del año pasado (93%). Distribución por edad: el 24% de las víctimas de asesinato tenían entre 19 y 25 años, el 25% entre 26 y 30 años, el 26% entre 31 y 40 años y el 5% eran menores de 18 años. El 68% de los homicidios ocurrieron en América Latina y el Caribe; Brasil encabeza la lista por decimoctavo año consecutivo con el 30% del total de casos. Se han notificado cinco casos en Europa, frente a los ocho de 2024. En Estados Unidos se reportaron 31 casos, una disminución con respecto a los 41 de 2024. El 44% de los asesinatos denunciados fueron tiroteos. El 25% de los asesinatos ocurrieron en la calle y el 22% en el propio domicilio de la víctima. Como en años anteriores, las mujeres negras y trans, así como las trabajadoras sexuales trans, están sobrerrepresentadas entre las víctimas de homicidio, siendo las trabajadoras sexuales (34%) el grupo ocupacional más atacado. Esto pone de manifiesto cómo la misoginia, el racismo, la xenofobia y la estigmatización de las trabajadoras sexuales se entrelazan de forma letal. “En los últimos dos años, los asesinatos de activistas y líderes del movimiento trans se han duplicado”, dijo Deekshitha Ganesan, Gerente de Políticas de TGEU. “Este aumento de la violencia es un intento deliberado de silenciar a quienes defienden la libertad y la igualdad. Estos asesinatos son la consecuencia más extrema del discurso político que deshumaniza a las personas trans. Los gobiernos deben actuar ya para proteger a las personas defensoras de los derechos humanos trans y garantizar que las comunidades trans puedan vivir y organizarse con seguridad.” “Cada activista asesinado representa a una comunidad silenciada ”, dijo Freya Watkins, investigadora principal de TGEU. “Los gobiernos y las instituciones deben apoyar a la sociedad civil, armonizar las leyes contra los delitos de odio y despenalizar el trabajo sexual para detener esta violencia.” Otras tendencias Un total de 281 personas trans y de género diverso fueron asesinadas desde la última actualización de 2024 , una disminución con respecto a los 350 casos del año anterior. Sin embargo, esta disminución no necesariamente indica mayor seguridad. Probablemente refleja la creciente invisibilidad de estos asesinatos en la cobertura mediática , una tendencia que puede estar influenciada por cambios en los algoritmos de los motores de búsqueda y las redes sociales, o por el desinterés generalizado de los medios, lo que dificulta la identificación y verificación de los asesinatos. “Desde 2020, he notado una disminución en este tipo de noticias, lo que puede deberse a la invisibilidad de estos incidentes o al aumento de la falta de denuncia”, dijo Sayonara Nogueira, del Observatorio Trans & Rede Trans Brasil, uno de los socios de investigación del TGEU. “No es posible afirmar que la información y los resultados aquí presentados representen todos los homicidios y actos de violencia contra las personas trans, debido a las limitaciones durante el monitoreo y la falta de datos gubernamentales.” Debido a que muchos asesinatos se denuncian erróneamente o se omiten, a menudo por errores de género, estigma o información errónea en los medios de comunicación, es probable que el número real de asesinatos sea mucho mayor. Al mismo tiempo, se intensifica el clima general de violencia contra las comunidades trans. La hostilidad antitrans auspiciada por el Estado legitima la violencia y debilita la protección de los derechos humanos, dejando a las personas trans cada vez más desprotegidas y expuestas . Este año, Asia fue la única región del mundo donde los casos aumentaron en comparación con 2024 , con un total de 51 casos, la cifra más alta registrada en la región, lo que representa el 18 % del total mundial. Pakistán registró el mayor número de homicidios en Asia en 2025, superando a India. En cuanto al número total de casos, Pakistán ocupa ahora el séptimo lugar a nivel mundial, siendo el segundo país asiático con mayor número de casos después de India. Mientras tanto, los datos sugieren que la mayoría de las regiones experimentan una tendencia a la baja en los asesinatos denunciados contra personas trans. América Latina y el Caribe siguen concentrando la gran mayoría de los casos, con Brasil, México, Colombia y Venezuela registrando las cifras más altas de la región. Sin embargo, el número registrado en 2025 fue inferior a 200, la primera vez que el total cae por debajo de este umbral en los últimos 15 años. Los casos en Norteamérica han vuelto a los niveles prepandémicos , tras alcanzar un máximo histórico en los últimos cuatro años. En Europa, el número de homicidios de este año (5) es el más bajo registrado desde que comenzó el seguimiento de casos en 2009. Antecedentes y recomendaciones El alarmante número de asesinatos de activistas trans pone de manifiesto la dura realidad de la reducción de los espacios democráticos, donde los líderes de movimientos sociales son cada vez más atacados, perseguidos por su identidad y por su labor en defensa de la igualdad y los derechos humanos. Muchas organizaciones de la sociedad civil y líderes de movimientos sociales operan en entornos hostiles, sin apoyo o sufriendo persecución por parte de sus propios gobiernos. TGEU recomienda que los gobiernos e instituciones: Apoyar a las personas defensoras de los derechos humanos de las personas trans y a las organizaciones de la sociedad civil aliviando las presiones financieras, garantizando su seguridad y permitiéndoles seguir organizándose y defendiendo sus derechos sin temor. Armonizar y adoptar legislación contra los delitos de odio y la discriminación que proteja explícitamente a las personas trans y desarrollar un entendimiento común de lo que constituye un discurso de odio ilegal. Brindar capacitación a los profesionales para que respondan adecuadamente a la violencia antitrans, en particular a quienes enfrentan formas interseccionales de discriminación, como las mujeres trans negras y las trabajadoras sexuales. Despenalizar el trabajo sexual y garantizar la protección laboral de las personas trans y de género diverso. Un nuevo sitio web para TMM Este año, TGEU ha lanzado un nuevo sitio web de seguimiento de asesinatos de personas trans, utilizando Uwazi , una plataforma para la gestión de datos sobre violaciones de derechos humanos. El nuevo sitio web incluye un mapa actualizado con casos geolocalizados, visualizaciones de los datos históricos e información detallada sobre los asesinatos individuales denunciados a TGEU desde que el proyecto comenzó en 2009. Fogonadura Red de transporte Uganda (Uganda) Asociación de Derechos Humanos Cozumel Trans (Honduras) Asociación Silueta X (Ecuador) Asociación Unidad (Togo) Caribe afirmativo (Colombia) Centro de Apoyo a las Identidades Trans (México) ESPERANZA: Solo tenga expectativas positivas (Pakistán) Jaringan Transgénero Indonesia (Indonesia) Jinsiangu (Kenia) Red Trans LakanBini (Filipinas) Mawjoudin (Túnez) Observatorio de violaciones a derechos humanos de personas LGTBIQ+ en Nicaragua (Nicaragua) OTRANS Guatemala (Guatemala) Qorras (Líbano) Arte y acción queer (India) Rede Trans Brasil (Brasil) Las vidas trans importan (Reino Unido) Nota sobre el término feminicidio TMM utiliza el término feminicidio en lugar de femicidio, ya que refleja mejor las causas estructurales y políticas de la violencia contra las mujeres y las niñas. Acuñado por Marcela Lagarde en América Latina, el término destaca la responsabilidad del Estado y las fallas sistémicas en materia de prevención, protección y rendición de cuentas que permiten tales asesinatos. Más información Mapa enero de 2008 – septiembre de 2025 Detalles del caso: enero de 2008 – septiembre de 2025 Tabla oct. 2024 – sep. 2025 (pdf) Lista de nombres octubre 2024 – septiembre 2025 (pdf) https://tgeu.org
Por ATA - Sylvia Rivera 12 de noviembre de 2025
Dos noches de elegancia, emoción y orgullo han coronado a Zayoha Ferrer Florez, una esteticista bilbaina de 33 años, como nueva Miss Trans Europa 2025. El certamen se celebró en el Teatro Troisi de Nápoles y reunió a candidatas de toda Europa en un evento que mezcló belleza, arte y reivindicación social. La gala, ideada y dirigida por la actriz e influencer Stefania Zambrano, icono del movimiento LGBTQ+ italiano, cautivó al público con un espectáculo vibrante donde el talento y la diversidad fueron protagonistas. A través de una publicación en su cuenta de Instagram, Zayoha Ferrer compartió cómo vivió la experiencia. “Participar en Miss Trans Europa ha sido una experiencia que me cambió por completo. Aunque era la única que no dominaba el idioma, me sentí acogida y abrazada por todas las participantes, el equipo de la organización y el público.” Además, en su mensaje, la bilbaina relató que el certamen le enseñó a confiar más en sí misma y a centrarse en lo importante. “Aprendí a no dejarme llevar por las emociones del momento, a entender que no siempre la suerte juega a nuestro favor, y que debemos crear nuestros propios momentos”, explica. Instantes de emoción y lágrimas Cuando la coronaron como ganadora, Zayoha sintió una mezcla de sorpresa, emoción y lágrimas. "Reviví todo lo que pasé para llegar allí y solo podía sentir gratitud: hacia mi disciplina, mi familia y todas las personas que me apoyaron”, narra en su post en redes sociales. Además, la bilbaina revela que decidió donar parte del premio a una compañera que necesitaba una cirugía. “Cuando supe que mi compañera Ginevra necesitaba esa cirugía, lo sentí en el corazón. Compartir ese premio fue mi forma de honrar el verdadero sentido del reinado: la solidaridad.” https://www.deia.eus
Por ATA - Sylvia Rivera 11 de noviembre de 2025
Las fuentes dicen que el Comité Olímpico Internacional pronto concederá los deseos transfóbicos del presidente Donald Trump. El Comité Olímpico Internacional (COI) probablemente implementará una prohibición general que impida a las atletas trans competir en competencias femeninas para los Juegos Olímpicos de Verano de Los Ángeles 2028. La mayoría de los organismos deportivos internacionales ya han prohibido a las mujeres trans. La prohibición del COI cumpliría con el deseo del presidente Donald Trump de prohibir la participación del evento a todos los atletas trans. Es probable que el COI ponga en vigor una prohibición en los próximos seis a 12 meses, dijeron varias fuentes, cumpliendo con la promesa de campaña de la nueva presidenta del COI, Kirsty Coventry, de hacerlo. Trump se nombró a sí mismo presidente de un grupo de trabajo de la Casa Blanca sobre los Juegos Olímpicos de Verano de 2028 en agosto y dijo: “Estados Unidos no permitirá que los hombres roben trofeos a las mujeres en los Juegos Olímpicos de 2028”. Solo un puñado de atletas trans y no binarios han competido en deportes olímpicos femeninos, y ninguno de ellos ha ganado medallas, a pesar de que se les permitió participar (y a pesar de las mentiras de Trump que afirman lo contrario). La política actual del COI permite que las atletas trans compitan si cumplen con los criterios de clasificación establecidos por los órganos rectores de sus deportes y si sus niveles de testosterona se mantienen por debajo de un cierto umbral. Sin embargo, la probable prohibición del COI ha recibido críticas internas sobre si también excluiría a los atletas que fueron asignados mujeres al nacer pero que tienen cromosomas masculinos y niveles de testosterona masculinos, como el medallista olímpico sudafricano, el velocista Caster Semenya. Los conocedores del COI dijeron que esperan que una prohibición impida que cualquier atleta que haya pasado por la pubertad masculina pueda competir en eventos femeninos. La inminente posibilidad de una prohibición en los deportes a las personas trans por parte del COI surgió en parte debido a una presentación reciente realizada por la directora de salud, medicina y ciencia del COI, la Dra. Jane Thornton. Según se informa, su presentación incluyó una revisión científica de la evidencia que muestra ventajas físicas permanentes para las personas asignadas como varones al nacer y mencionó el uso de una prueba genética con hisopo en la mejilla para determinar el sexo biológico de los atletas. Trump dijo que quería reintroducir las pruebas de sexo en los Juegos Olímpicos de 2028, que utilizarían exámenes físicos/médicos y pruebas cromosómicas para “probar” el sexo biológico de los atletas. Esta práctica se suspendió en el año 2000 después de décadas de implementación problemática. “Lo que hará una política (de pruebas de género del COI) es causar estragos en las mujeres intersexuales que no habrán tenido idea de que eran intersexuales hasta que se vean obligadas a someterse a una prueba de ADN invasiva”, escribió la abogada trans de derechos civiles Alejandra Caraballo a través de Bluesky. “Serán descalificados y sus vidas cambiarán por completo. Los atletas se han suicidado por esto”. “Dado que los Juegos Olímpicos se celebran en Los Ángeles, esta política violaría la ley estatal de derechos civiles y espero que los atletas trans e intersexuales desafíen dicha política”, añadió Caraballo. En febrero, Trump firmó una orden ejecutiva que prohíbe a las atletas trans participar en deportes escolares. La orden también prometía presionar al COI para que prohibiera a los atletas trans. Su orden pedía explícitamente a numerosos órganos rectores del deporte que aprobaran políticas que prohibieran a las mujeres trans competir junto a mujeres cis. Al firmar su orden ejecutiva, Trump también ordenó a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, que negara visas a “hombres que intenten ingresar fraudulentamente a Estados Unidos mientras se identifican como mujeres atletas”. Con este fin, el secretario de Estado Marco Rubio ha amenazado con prohibir permanentemente a cualquier atleta trans extranjero que intente ingresar a Estados Unidos en virtud de una ley de 1952 que castiga a las personas que tergiversan fraudulentamente sus identidades para ingresar al país. Como resultado, cualquier atleta trans nacido en el extranjero que hubiera competido en los Juegos Olímpicos o cualquier otra competencia deportiva internacional celebrada en los EE. UU. corría el riesgo de que se le revocaran las visas y se le prohibiera permanentemente el ingreso a los Estados Unidos, incluso si las leyes de sus países de origen les permitieran cambiar el género que figura en sus certificados de nacimiento y otros documentos de identificación emitidos por el gobierno. https://www.sentidog.com
Por ATA - Sylvia Rivera 10 de noviembre de 2025
La comunidad LGBTIQ+ en México se encuentra de luto tras el lamentable fallecimiento de Hannah Fernanda Cervantes, una joven activista trans. Su muerte, ocurrida el pasado 4 de noviembre ha conmocionado a sus compañeros de lucha y a la esfera política, especialmente tras la difusión de una carta de despedida que revela una profunda tristeza y agotamiento. ¿Quién fue Hannah Fernanda Cervantes? Hannah Fernanda se destacó como una figura clave en el activismo social y político en el estado de Puebla, dedicando al menos cinco años de su vida a la defensa de los derechos de la diversidad sexual y de las mujeres. Su compromiso social era innegable, utilizando diversas plataformas para denunciar la exclusión que enfrentan las personas queer en ámbitos cruciales como el laboral, educativo y de salud. Egresada de la Licenciatura en Administración Pública y Gestión para el Desarrollo en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Hannah Fernanda fue reconocida como la primera mujer trans en culminar dicha carrera en su unidad académica. En el ámbito político, formó parte activa del partido Morena, logrando un hito histórico al convertirse en la primera mujer trans en inscribirse al proceso de dirigencia del Consejo Ejecutivo Estatal en 2023. Además, participó como candidata a regidora por San Andrés Cholula, Puebla, con el objetivo claro de llevar la representación de su comunidad a un puesto de elección popular. Recientemente, laboraba en la Dirección de Diversidad de la Secretaría de Gobernación de Puebla, impulsando políticas de inclusión.
Por ATA - Sylvia Rivera 7 de noviembre de 2025
La agenda de Donald Trump contra lo que él ha denominado la “locura transgénero” recibió un espaldarazo de la Corte Suprema de mayoría conservadora, que ahora le permitirá revertir los marcadores de sexo de los pasaportes, al menos hasta que un tribunal federal decida sobre una demanda al respecto. La decisión implica que las personas trans perderán la opción que tenían desde principios de los 90 de escoger el género que se alinea con su identidad, y las no binarias ya no tendrán la opción X, introducida en 2021 durante la administración de Joe Biden. No es la primera vez que los seis jueces conservadores apoyan propuestas de Trump en contra del colectivo trans. Fallaron a favor de prohibir que las personas trans sirvan en el ejército, avalaron una decisión de Tennessee de prohibir las terapias de afirmación de género para menores de edad y están por revisar demandas sobre la participación de atletas trans en el deporte femenino, que ya fue vetada por Trump en programas que reciben fondos federales. La decisión fue celebrada por la Casa Blanca, que en palabras de la portavoz Anna Kelly, la consideró "una victoria para el sentido común y el presidente Trump, quien fue elegido rotundamente para eliminar la ideología de género woke de nuestro gobierno federal". La fiscal general Pam Bondi se unió a la celebración, asegurando que los abogados del Departamento de Justicia seguirían luchando para demostrar la “simple verdad” de que solo existen dos sexos. El origen de la demanda Los demandantes que se opusieron a la eliminación de los marcadores de sexo argumentaron que esta medida dejaba a las personas trans y no binarias expuestas al acoso y la violencia. Varias de ellas reportaran haber sido desnudadas, agredidas sexualmente y acusadas de presentar documentos falsos en controles de aeropuertos, en casos en los que su apariencia era diferente al género reflejado en el pasaporte. "Obligar a las personas trans a llevar pasaportes que los exponen en contra de su voluntad aumenta el riesgo de que enfrenten acoso y violencia", denunció Jon Davidson, abogado principal del Proyecto LGBTQ y VIH de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU). Una jueza de distrito de Massachusetts, Julia Kobick, dio la razón a los demandantes en junio, y ordenó que quienes no disponían de un pasaporte válido tuvieran la opción de tramitarlo de acuerdo con su identidad de género. Una corte de apelaciones mantuvo la decisión de Kobick, luego de que la administración de Trump presentara un recurso. Entonces el procurador D. John Sauer elevó la petición a la Corte Suprema, argumentado que decisiones anteriores de esta instancia validaban la opinión de Trump, en el sentido de que la política de Biden era inexacta. ¿Política exterior o ámbito personal? La decisión de los jueces conservadores a favor de la medida de Trump se basó en el argumento de que la medida cautelar de la corte de Massachusetts vulneraba el alcance de la autoridad federal en materia de asuntos exteriores, porque la emisión de pasaportes se enmarca dentro de este ámbito. En su exposición de disenso, las tres juezas liberales del máximo tribunal del país lamentaron que "esta Corte ha allanado una vez más el camino para la imposición inmediata de lesiones sin una justificación adecuada”. También aseguraron que la mayoría conservadora no logró demostrar cómo los documentos de identificación individuales afectan la política exterior de la nación. "Este es un revés desgarrador para la libertad de todas las personas de ser ellas mismas, y combustible para el fuego que la administración Trump está avivando contra las personas trans y sus derechos constitucionales", lamentó el abogado de la ACLU, Jon Davidson. La decisión implica que los pasaportes seguirán emitiéndose de acuerdo con los criterios binarios impuestos por Trump hasta que el tribunal de distrito se pronuncie sobre el fondo de la materia. https://www.france24.com
Por ATA - Sylvia Rivera 6 de noviembre de 2025
El Miss Universo es uno de los certámenes de belleza más reconocidos a nivel mundial. Cada año, millones de personas en todo el planeta centran su atención en las participantes y en quién será coronada como la mujer más bella del universo. En esta edición, uno de los acontecimientos más destacados es la participación de Huong Giang, representante de Vietnam, quien hace historia al convertirse en la primera mujer trans de Asia en competir en el certamen internacional. Huong Giang es una reconocida figura del entretenimiento en su país. Saltó a la fama tras participar en el programa Vietnam Idol 2012, y desde entonces ha desarrollado una exitosa carrera como cantante, actriz, presentadora y productora. Además, fue jueza y productora de Miss International Queen Vietnam, un concurso de belleza dirigido a mujeres trans, desde donde ha impulsado la visibilidad y el empoderamiento de la comunidad LGBTQ+. Huong Giang encabeza la transformación inclusiva de Miss Universo 2025 Con los recientes cambios en las reglas de Miss Universo, que permiten la participación de mujeres trans, casadas, madres y sin límite de edad, Huong Giang representa una nueva era de inclusión y diversidad dentro del certamen. Su presencia en el escenario no solo simboliza un avance para Vietnam, sino también un mensaje global de respeto y aceptación. https://www.laestrella.com
Por ATA - Sylvia Rivera 5 de noviembre de 2025
La película ‘Miss Carbón’, dirigida por Agustina Macri, cuenta su historia. La mina de Río Turbio, ubicada en la provincia de Santa Cruz, en la Patagonia argentina, es una de las principales explotaciones de carbón mineral del país. Desde su apertura en la década de los cuarenta se convirtió en el eje económico de la región. Eso sí, era un espacio reservado a los hombres. Cuenta una leyenda local que una mujer entró una vez en la mina para buscar a su marido, hubo un derrumbe y ya nunca salió. A la desgraciada se la empezó a conocer como la ‘viuda negra’ y se creía que su alma vagaba por el interior del yacimiento. Una combinación de machismo y superstición impidió durante ochenta años a las mujeres bajar a la mina de Río Turbio. Solo podían hacerlo un día al año, el 4 de diciembre, día de Santa Bárbara, patrona de los mineros. Fue así hasta que Carla Antonella Rodríguez llegó para removerlo todo. Carlita, como es conocida, se convirtió en la primera mujer en trabajar dentro de la cantera. Cuando a los 18 años respondió a un anuncio para encontrar mineros, en su DNI todavía figuraba el nombre de Carlos, aunque todo el pueblo la llamaba Carlita y ella ya había empezado a hormonarse. En 2015, tres años después de que en Argentina se aprobase una ley que reconocía el derecho de las personas a ser identificadas en su DNI conforme a su identidad de género autopercibida, se operó y modificó el nombre y sexo de sus documentos. Fue entonces cuando Carla Antonella Rodríguez recibió una llamada del departamento de recursos humanos de su empresa para comunicarle que a partir de ese momento pasaba a tener un puesto administrativo. Ella se rebeló. La película Miss Carbón, dirigida por Agustina Macri, narra con sensibilidad la lucha de Carlita por seguir siendo lo que siempre había querido ser: minera. La película, cuenta su protagonista, plantea “diferentes preguntas que nos van a hacer repensar cómo actuamos, cómo vivimos y cómo de injusto puede llegar a ser el mundo laboral con las disidencias y la diversidad”. Carlita ha estado presente durante el proceso creativo y el rodaje de Miss Carbón, y trabajó muy de cerca con Lux Pascal, la actriz que la interpreta. “Es una persona magnífica, generosa, que te llena de amor. Pude trasmitirle todo lo que me pasó, el rechazo que sentí, los insultos, las agresiones. Hizo un gran trabajo para ponerse en mi piel”. La actriz chilena, una mujer trans que salió del armario en 2021 y se ha convertido en un referente para esta comunidad a nivel global, ha contado públicamente que ha recibido comentarios transfóbicos, aunque seguramente nada al nivel de lo que vivió Carla Rodríguez. “Pensé en desistir muchísimas veces”, asegura. “He cargado sobre mis hombros tanta lucha, tanta desigualdad. Cuando te dicen que no puedes estar ahí, que como ya eres mujer y tu DNI dice que eres mujer, no sirves para el yacimiento y, además, sufres el rechazo de tus compañeras, es muy duro”. La dignidad que durante años muchos otros le negaron se convirtió en el motor para seguir exigiendo lo que consideraba su derecho, incluso cuando la violencia sistemática y las exclusiones burocráticas la empujaban a rendirse. “Somos una empresa intervenida por el Estado Nacional, y no se concebía que un Estado que promulgaba leyes de igualdad y desarrollo cometiera actos tan discriminatorios contra las mujeres”, explica. “Fue muy duro pasar por todo el proceso, pero estoy agradecida, porque la minería cambia vidas, da dignidad, trabajo y nos impulsa a superamos día a día”. “Las personas trans podemos generar políticas públicas para acompañar a la población más vulnerable” Para la directora, la historia tenía todos los ingredientes que busca en un relato. “Es una historia real de una mujer fuerte, en un espacio visualmente muy potente”. Pero, sobre todo, era genuina. “Parece que está muy de moda contar historias trans, pero uno se da cuenta cuando se hace de manera forzada. En este caso todo fue orgánico y natural”. Que la cinta reflejara lo importante que para Carlita era el sueño de ser minera ha sido, explica Agustina Macri, uno de sus principales quebraderos de cabeza. “Me generaba mucha emoción y me inspiraba artísticamente, aunque era algo difícil de trasladar. Hablé mucho con ella para entender qué sentía, en qué momento nació ese deseo. Así apareció la idea de su vínculo onírico con Santa Bárbara. Le daba una capa más de fantasía a la película, como un abrazo, para que no todo fuera tan duro”. Después de catorce años en la mina, Carlita sigue soñando. Sueña con un mundo menos hostil, más justo. Otras diez mujeres, trabajan hoy junto a ella bajo tierra gracias a políticas públicas que ayudó a impulsar. “Estoy feliz por todo lo que he conseguido, no tanto por mí, sino para el resto de las compañeras que han podido ser mineras. Vivimos un momento de retroceso global. Como sociedad tenemos que repensar cómo actuamos, ser un poco más humanos y que nos importe la vida de la persona que está a nuestro lado”. Ella, asegura, seguirá trabajando para ello. “Espero seguir generando oportunidades. Creo que las personas trans podemos generar políticas públicas para acompañar a la población más vulnerable. Me veo en un futuro peleando, luchando como siempre he hecho”. Aunque el carbón manche sus manos, Carlita seguirá brillando. https://www.mujeresaseguir.com
Por ATA - Sylvia Rivera 4 de noviembre de 2025
El Consejo de Europa ha emitido un mensaje claro y contundente a España: a pesar de los avances legislativos, el país debe «intensificar sus esfuerzos» para garantizar en la práctica los derechos de las personas trans e intersexuales. El informe de la Comisión contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI) de este organismo europeo alerta sobre la desigualdad territorial en el acceso a la atención médica y el alarmante crecimiento de los discursos de odio. España ostenta un buen puesto en los rankings de protección legal LGTBIQ+ a nivel continental, pero las leyes de papel deben traducirse en realidades tangibles y uniformes para toda la ciudadanía. Sanidad Trans: Una Carrera de Obstáculos Desigual El principal foco de preocupación del Consejo de Europa es el acceso a la atención médica de afirmación de género para las personas trans. Si bien la Ley Trans (4/2023) garantiza la asistencia sanitaria en todo el Estado, la ECRI advierte que el acceso es desigual, lento y, en muchos casos, inaccesible dependiendo de la comunidad autónoma. Desigualdad Territorial: La implementación de los protocolos de atención sanitaria se ve afectada por los gobiernos regionales. En comunidades con administraciones conservadoras, se observan bloqueos o vaciados de contenido en los protocolos y la eliminación de programas de sensibilización. Vulneración de Derechos: La lentitud en los diagnósticos, la escasez de personal sanitario formado y la patologización encubierta en hospitales públicos persisten, vulnerando derechos humanos básicos. El Consejo de Europa urge a España a actuar para que los tratamientos necesarios sean accesibles de «forma segura, asequible y oportuna». No se trata de un «capricho burocrático», sino de un asunto fundamental de salud y dignidad. La Deuda Pendiente con las Personas Intersexuales El informe de la ECRI dedica un espacio especial a las personas intersexuales, un colectivo históricamente invisibilizado y silenciado. El Consejo de Europa exige al Estado español proteger los derechos de estas personas y adoptar medidas preventivas y correctivas a nivel nacional para terminar con cualquier forma de segregación de facto. La protección de la integridad corporal y la lucha contra la discriminación por características sexuales son pilares esenciales. Alerta por el Auge del Discurso de Odio Finalmente, el Consejo de Europa no ignora el contexto social y político, alertando sobre el crecimiento del discurso de odio en España. Estos discursos no son meras opiniones; son la antesala de agresiones, discriminación y violencia en la vida cotidiana. Es fundamental que las autoridades tomen medidas efectivas y doten de recursos suficientes a las iniciativas contra la intolerancia para proteger a los grupos en situación de vulnerabilidad. El informe de la ECRI es un recordatorio de que la lucha por la igualdad real no termina con una ley. Exige vigilancia constante, recursos presupuestarios adecuados y el compromiso ineludible de todos los niveles de gobierno para que la dignidad y los derechos de las personas trans e intersexuales sean una realidad sin fisuras en cada rincón de España. https://www.togayther.es