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Definirme como chico trans me permitió dejar de llorar por tristeza y empezar a hacerlo por felicidad

ATA - Sylvia Rivera • 21 de febrero de 2019

Mastectomía. Unos meses atrás se realizó la operación para quitarse las mamas: sintió que se liberaba de algo que le incomodaba. Ya tiene su DNI de varón. Aquí cuenta cómo fue el proceso de darse cuenta.

Días atrás realicé una consulta en el sitio web del Gobierno para averiguar en qué estado se encontraba el trámite de mi nuevo DNI que inicié hace unos meses. Para mi sorpresa, al ingresar mi número de documento, el sistema me dio la bienvenida con el nombre con el que elegí llamarme, Samuel Valentín Zuidwijk. De inmediato, los ojos se me llenaron de lágrimas. Como nunca antes, el 2018 fue un año en el que sentí las emociones a flor de piel. Así, me encontré llorando de felicidad cuando finalmente conté con el apoyo de mi familia en el camino que había decidido emprender, cuando tuve entre mis manos la autorización médica para que pudiesen realizarme la mastectomía , y, treinta días más tarde, cuando volví a salir al mundo sin llevar puesta la faja que me había acompañado durante todo el período de recuperación. A mi modo de ver, la emoción es consecuencia directa de un profundo sentimiento de realización. Es cierto, auto conocerme me demandó muchísimo tiempo.

Comencé a derramar lágrimas –pero de tristeza– desde chico. Según me cuentan, me arrancaba las hebillitas del pelo cuando me las ponían y estallaba en llanto cada vez que pretendían que usara un vestido. Desde aquel entonces resultaba evidente mi incomodidad frente a la imposición de un uso determinado del cabello o de una vestimenta diferente a la que mi hermano mayor tenía permitido usar. Por fortuna, él jamás me juzgó y me trató siempre como a un par . Pero, pese a llevarnos como iguales, ambos entendíamos que el mundo buscaba diferenciarnos el uno del otro. Juntos crecimos jugando a los detectives, siempre a la espera de que él diese su próximo estirón para que yo pudiera heredar su “ropa de nene”.

Sin embargo, el tiempo pasó y mi forma de vestir y de expresarme se volvieron cada vez más disruptivas ante la mirada de los demás, especialmente una vez llegados mis años de adolescente. Para entonces, mi cabello era corto y mi atuendo y actitudes marcadamente varoniles. Mis viejos me respetaban, pero no perdían las esperanzas de que me “encarrilase”.

Recuerdo que durante la época de las fiestas de quince –que, por supuesto, no quise celebrar– intentaron convencerme de que usara un poco de rímel o de maquillaje para que luciera algo más femenino, ya que daban por sentado que verme con vestido era completamente imposible. Pero las negociaciones con mis padres no eran nada en comparación con el sufrimiento que me producía tener que usar falda en el colegio. Al igual que me ocurría en mi infancia, era tal la angustia que me invadía en esos días que sólo podía llorar. Mi autoestima se desplomaba y no salía al patio para que nadie me viese. Curiosamente, jamás me cuestioné el origen de aquellos sentimientos, aunque los comprendía muy bien: no me sentía identificado con el modo en que, por estereotipo, las mujeres debían verse.

Mis compañeros de curso tampoco me pusieron las cosas fáciles. La disidencia en mi forma de ser me valió un pasaje directo a la tierra del bullying. Como castigo por ser distinto, me trataban de “lesbiana”. Pero lo que más me afectaba era que se refiriesen a mí con pronombres masculinos. Paradójicamente, como todavía me identificaba como una chica, el ser tratado de esa manera me hacía sentir inferior al resto.

La discriminación fue uno de los motivos por los cuales tomé la decisión de salir del clóset por primera vez. Entendí que para satisfacer las exigencias y la curiosidad de los demás lo mejor que podía hacer era rotularme de alguna manera. En un primer término dije que era bisexual y, tiempo después, lesbiana. Disipadas las dudas –para los demás–, las agresiones en la escuela fueron cesando poco a poco. Sin embargo, mis declaraciones no sólo tuvieron que ver con una demanda del afuera, sino y principalmente con las pequeñas certezas que yo mismo fui encontrando para poder acercarme hacia mi verdadera identidad. Y no fueron inocuas: me valieron el alejamiento de varios compañeros de curso con los cuales formábamos un grupo de “amigos”, que no lo aceptaron.

Comprendí que la etiqueta de lesbiana que me había auto impuesto no me representaba. Con el abanico de opciones volviéndose cada vez más estrecho, empecé a sospechar que en verdad me sentía identificado con el género masculino. En ese momento, ante la posibilidad real de que mi identidad fuese la de un chico trans, me vi invadido por fuertes sentimientos de confusión y de temor .

Al mismo tiempo, me parecía preocupante el bajísimo cupo laboral disponible para los miembros de esta comunidad. En pocas palabras, temía que, de asumirme como tal, mi vida fuese a cambiar drásticamente. Sin embargo y en menor medida, también rememoro el pesar que me ocasionaba tener que darle la razón a todos los compañeros de curso que se habían mofado de mí. Me dolía en el orgullo admitir que no se habían equivocado.

Pero tapar el sol con las manos me resultó imposible; para el final del secundario había dejado de representarme por completo con el género femenino. Contrariamente, cuanto más masculino se veía mi reflejo en el espejo, más a gusto conmigo mismo me sentía. Por fin, decidí evaporar toda duda y comencé a contactar a través de las redes sociales a gente trans y “no binaria”, término que me definió durante ese período de mi vida y que hace referencia a aquellas personas que no logran identificarse con ningún género en particular. Así fue como comencé a formar parte de una nueva comunidad y como conocí a Mariano, un chico trans con quien hicimos amistad y cuyas palabras me darían el empujón que me estaba haciendo falta: “ Si tu familia o tus amigos no te aceptan, tienes toda una comunidad detrás tuyo que lo va a hacer y que te va a contener”.

En aquel contexto conocí a mi actual novia, una chica cis con quien nos pusimos en contacto a través de un grupo de amigos que compartíamos.

Según me contó tiempo después, ella se dio cuenta de que yo era un varón trans desde la primera vez que me vio. Desde luego, al frecuentar entornos LGBT en ambos casos, eso le pareció de lo más normal. Al hablar de nuestra historia, la mayoría de las personas cis siente curiosidad por la forma en la que una chica y un chico trans se relacionan en el campo de lo sexual .

Esto jamás me generó ningún tipo de preocupación, ni tampoco a ella. En nuestro caso, al igual que en cualquier otro de este tipo, todo depende de los gustos de cada integrante y de cada pareja en particular.

La compañía y ayuda de mi novia resultaron indispensables para mi auto conocimiento. Un buen día apareció con un regalo, un libro llamado Infancia Trans , que relata la historia de una nena que comenzó a expresar su identidad de género desde muy temprana edad. El interés por Luana, su protagonista, me motivó a adquirir un segundo libro sobre ella, titulado Yo Nena, Yo Princesa , y escrito a modo de diario íntimo por su propia madre. Vi mi historia completamente representada en la de aquella niña y también en las palabras de su mamá, quien, al igual que la mía, había intentado disuadirla de la identidad que manifestaba tan abiertamente; conducta de la que decía estar arrepentida. Lloré a mares, pero, en aquella ocasión, las lágrimas fueron de felicidad. Había conseguido comprender y aceptar mi realidad. No sólo eso. A su vez, sabía que ese libro constituía la herramienta perfecta para que mi familia fuese capaz de entenderla también. Y así fue.

Con el panorama claro, tuve que elegir un nuevo nombre con el cual pudiera sentirme identificado. Entonces recordé mi infancia, cuando jugábamos a ser detectives con mi hermano mayor. Nos llamábamos Jimmy y Sam, y aunque este último era el nombre del personaje que mi hermano interpretaba, siempre fue el que más me había gustado de los dos. Como “Sam” me parecía muy corto, decidí que me llamaría Samuel , en honor a aquel niño que había expresado su identidad desde siempre; y que mi segundo nombre lo definiría la fecha de mi nacimiento, el día de San Valentín, que también hace alusión a la cualidad de “valentía”.

Mi nombre anterior no lo recuerdo con enojo, acaso sólo con cierta incomodidad. Lo cierto es que, a excepción de personas de mi confianza, dejé de divulgarlo a partir de entonces, ante todo porque temo que exista gente que, de conocerlo, tendría la sola intención de utilizarlo con el fin de buscar herirme, como me ha sucedido en el pasado y como le pasa a muchos en mi situación.

El “click” definitivo para mis padres se produjo con la fecha de mi operación. El 26 de julio de 2018 logré dar el que para mí fue un gran paso y modificar una parte de mi cuerpo con la que jamás me había sentido a gusto. Decidí realizarme una mastectomía, procedimiento que gracias a la Ley de Identidad de Género fue cubierto al ciento por ciento por mi obra social.

Momentos antes de ingresar al quirófano, mis viejos pudieron ver en mi rostro la alegría que representaba para mí lo que estaba a punto de suceder. Así me lo comunicaron y, de una vez por todas, supe que contaba con su completo apoyo. La intervención estuvo a cargo de la doctora Laura Bramati, una profesional del Hospital Italiano que me recomendaron otras personas trans. La recuperación demoró un mes y fue bastante dolorosa, pero valió la pena. Luego tuve permitido quitarme la faja que me había acompañado durante todo el proceso, justo el día en el que volvían a comenzar las clases en mi facultad. Retorné a las aulas llorando de la alegría. Recuerdo la sensación del contacto de mi piel con la ropa como el signo indiscutible de que, por fin, había concretado mi sueño.

Hoy en día no me considero un “varón hecho y derecho”, sino que me identifico como un chico trans, ya que no nací con ciertas cualidades con las que un hombre cis sí. Además, creo que definirme de esa manera enaltece todo el camino de lucha por mi identidad. Si bien puedo decir que me encuentro conforme y feliz con mi apariencia, mi única asignatura pendiente es la de tener una voz algo más grave. Es por eso que tengo pensado someterme a un tratamiento hormonal, al menos durante un tiempo. Los médicos me informaron que algunos de los cambios que este tipo de terapia pueden traer aparejados son el crecimiento de vello, la redistribución de la grasa corporal y modificaciones de la estructura ósea. Por eso me han remarcado la importancia de la realización de controles periódicos.

Llamativamente, incluso miembros de la comunidad trans caen a veces en la trampa de la intolerancia y juzgan a nuestros pares por estar o no operados o bajo tratamiento hormonal, cuando nuestra expresión de género no tendría por qué definir la forma en la que cada individuo se auto percibe. Pienso que aún nos debemos una gran reflexión sobre estas cuestiones, y conservo la esperanza de que, en algunos años, por ejemplo, se acepte con naturalidad que la profe del colegio de nuestros hijos sea una persona trans. No pierdo la fe en que mi pequeña utopía se vuelva realidad algún día; en que se convierta en un momento más de esos tan felices que desde hace un tiempo he comenzado a vivir.
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Samuel Valentín Zuidwijk nació el 14 de febrero de 1999 en Capital Federal y vive en casa de sus padres junto con su hermano mayor. Empático con las personas que han transitado historias como la suya, se considera un joven privilegiado por haber podido crecer dentro de una familia en la que siempre tuvo garantizado el acceso a la salud y a la educación. Sus pasiones son la edición de video y la fotografía, las mismas que lo llevaron a inscribirse en la Licenciatura en Artes Audiovisuales, carrera que actualmente cursa en la Universidad Nacional de las Artes. Al respecto, proyecta utilizar los recursos y técnicas que está aprendiendo para poder dejar registro de su transición a través del tratamiento hormonal que está próximo a comenzar.

https://www.clarin.com


Noticias

Por ATA - Sylvia Rivera 7 de marzo de 2025
El Ayuntamiento de la ciudad española de Toledo aprobó una propuesta, a iniciativa del partido Vox, que abre la puerta a penalizar a deportistas trans que no compitan por su sexo asignado al nacer. La medida, apoyada en el pleno municipal por el Partido Popular (PP) plantea pedir a las autoridades deportivas que el sexo asignado al nacer sea el criterio que determine la asignación de los participantes en las competiciones. En declaraciones a EFE, el concejal de Deportes, Rubén Lozano (PP), explicó que esta medida no significa que Toledo vaya a prohibir competir a deportistas trans en la ciudad, sino que solicitará a las autoridades deportivas que cambien sus criterios para definir la participación y pedirá la modificación de la ley estatal. En el caso de las competiciones que organiza el Ayuntamiento, como la carrera por el Día de la Mujer que se celebrará el próximo domingo, Lozano apuntó que se mantendrán dos categorías, una masculina y una femenina. Preguntado sobre qué pasaría si un atleta trans ganara una dicha prueba, el concejal defendió que "la organización procediera a revisar esos resultados". "Tendríamos que tomar medidas en ese sentido e intentar garantizar la justicia y la igualdad en este evento deportivo entre las mujeres y los hombres: ahí soy claro y tengo mi percepción bastante definida de que en una competición el sexo asignado al nacer debe ser determinante", indicó. "Todo el mundo tiene acceso y todas las facilidades para cualquier práctica deportiva, pero si entramos en un aspecto ya más competitivo del deporte, con algún reconocimiento, algún premio, pues ahí sí que entendemos que debe ser revisado y que haya certidumbres y luces sobre el género asignado al nacer de los participantes", agregó. La decisión es especialmente significativa dado que Toledo ha fue proclamada este año Ciudad Europea del Deporte. https://latinus.us
Por ATA - Sylvia Rivera 6 de marzo de 2025
La Policía Local de Córdoba ha recibido este martes una denuncia de una mujer contra la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) por una campaña que han lanzado en marquesinas de la ciudad y que, según entiende la denunciante, constituye un presunto delito de odio contra las personas trans. En la denuncia, facilitada a este periódico, se advierte, además, que la campaña se enmarca deliberadamente en el contexto de la celebración del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo. La denunciante ha llevado a la Policía Local una imagen de un cartel colocado en una marquesina publicitaria en la confluencia de la avenida de Barcelona con la calle María Auxiliadora, que exhibe la frase “La mujer nace o se hace?”, seguida de un mensaje que dice: “la mayoría lo tiene claro, aunque en los tiempos que corren algunos tienen miedo a hablar”, junto al hastag #LaMujerNace. Según la denunciante, este mensaje constituye “una clara provocación” y que, a pesar de que el cartel podría parecer una crítica hacia la definición de mujer, el doble sentido y el uso del color morado -símbolo feminista- no solo confunde al observador, sino que está dirigido a “atacar y generar desinformación sobre las personas trans”, un colectivo ya vulnerabilizado. Además, se destaca en la denuncia que la campaña ha sido diseñada para generar atención durante las semanas y días previos al 8 de marzo. Por este motivo, la denunciante exhorta al Ayuntamiento a que el cartel sea retirado antes de que llegue la fecha simbólica del 8 de marzo, a fin de evitar posibles “altercados públicos o posibles actos de vandalismo relacionados con la campaña”. En el momento de publicar estas líneas, desde el Ayuntamiento de Córdoba no se han pronunciado sobre la campaña. Este periódico ha contactado tanto con la Delegación de Seguridad como con la Delegación de Igualdad, sin que haya habido reacciones sobre esta nueva acción de ACdP. La ultracatólica Asociación Católica de Propagandistas ya ha protagonizado otras polémicas similares en el pasado en la ciudad. En 2022, las marquesinas de los autobuses aparecieron con carteles en los que se leía el mensaje: “rezar frente a las clínicas abortistas está genial”. El Ayuntamiento no retiró en aquel momento los carteles, argumentando que la campaña cumplía la normativa por la que se regula la publicidad en estos emplazamientos publicitarios. La que sí retiró el Ayuntamiento de Córdoba fue una propia, también a las puertas de un día señero para el feminismo, el 25N. Fue en noviembre de 2020, cuando el equipo de Gobierno de PP y Cs acordó la retirada de una campaña contra la violencia de género que ponía el foco en los niños que viven la violencia machista en casa con el mensaje: “De mayor no quiero ser como mi papá”. Dicha campaña tampoco incumplía la normativa, si bien era una iniciativa municipal y fue el propio Ayuntamiento el que ordenó su retirada. https://cordopolis.eldiario.es
Por ATA - Sylvia Rivera 5 de marzo de 2025
Desde el 11 de abril de 2022, durante la administración del ahora expresidente Joe Biden, se permitía a las personas seleccionar un marcador de género “X” en los pasaportes estadounidenses, además de “M” (masculino) y “F” (femenino). Este marcador de género “X” fue diseñado para aquellas personas que no se identifican exclusivamente como masculinas o femeninas, incluyendo a personas no binarias, intersexuales y de género diverso. Sin embargo, desde su primer día en la administración, el gobierno Trump ha implementado medidas contra las personas trans, hace un mes firmó un decreto presidencial para banear o prohibir la participación de las mujeres trans en los deportes para mujeres. Ahora pasó al tema de modificar sus pasaportes y rechazando la existencia de su identidad: “Sólo hay dos sexos, femenino y masculino, porque sólo hay dos tipos de gametos. Un individuo humano es hombre o mujer en función de si pertenece al sexo caracterizado por un sistema reproductor con la función biológica de producir óvulos o espermatozoides”.
Por ATA - Sylvia Rivera 4 de marzo de 2025
En la India, la Clínica Mitr, que significa "amigo", fue el primer centro de salud especializado para atender a la comunidad trans. Desde su fundación en 2021, financiada por USAID, logró establecer tres sedes en las ciudades de Hyderabad, Thane y Pune. Este año, debido a la suspensión de fondos ordenada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, las clínicas cerraron. Según un informe de Reuters, alrededor de 5.000 pacientes habrían sido afectados por la detención repentina de la atención médica. La clínica de Hyderabad, en el sur de la India, recibía hasta 200 pacientes LGBTQIA+ (lesbianas, gays, bisexuales, trans, queers, intersexuales y asexuales) cada mes desde enero de 2025, según reportó el periódico nacional The Hindu. Además, brindaba trabajo a siete personas trans. Cierran las tres primeras clínicas para trans en la India “Nos informaron de que el presidente de Estados Unidos había anunciado la suspensión de la financiación de nuestra clínica y, desde entonces, la clínica ha estado cerrada”, dijo Rachana Mudraboyina, experta en salud trans responsable de la clínica Mitr en Hyderabad, The Hindú. "Recibíamos 250.000 rupias (2.900 dólares; 2.300 libras esterlinas) cada mes para prestar servicios", detalló", detalló para BBC Hindi. Rachana ha señalado que las personas trans no suelen recibir un trato adecuado en los hospitales generales. Ha explicado a los medios que si bien hay hospitales estatales y privados que pueden brindar atención a la comunidad, las Clínicas Mitr eran más asequibles e inclusivas. Las tres clínicas Mitr atendían a 6.000 personas, aproximadamente, y entre el 6% y el 8% de pacientes jóvenes se encontraban en medio de tratamientos para VIH, según declaraciones a la BBC de un integrante del personal que prefirió el anonimato. "Todos estos casos eran menores de 30 años y entre el 75% y el 80% de esta población accedía por primera vez a los servicios de salud", detalló. El impacto del cierre de USAID La suspensión de fondos para USAID ordenada por Donald Trump ha tenido un impacto significativo en la ayuda internacional proporcionada por Estados Unidos. En su primer día en el cargo, el presidente ordenó una revisión de 90 días de todos los programas de asistencia al exterior. La medida ha sido ampliamente criticada por expertos, quienes advierten que debilita el liderazgo y la influencia global del país. El bloqueo de fondos ha tenido un impacto devastador en la ayuda humanitaria global. Según reportes, se estima que millones de personas en más de 130 países han perdido acceso a servicios esenciales como salud pública, educación y programas de desarrollo. En particular, programas críticos como la lucha contra el VIH y la malaria están en riesgo, lo que afecta a millones de personas que dependen de estos servicios para sobrevivir. https://larepublica.pe
Por ATA - Sylvia Rivera 3 de marzo de 2025
La comunidad queer mexicana está de celebración: este 25 de febrero, el Congreso de la Ciudad de México aprobó una ley que reconoce la identidad de las personas no binarias, así como el ejercicio de todos sus derechos y libertades. La norma, que fue presentada por la Comisión de Igualdad de Género, salió adelante con una amplia mayoría: 47 votos a favor, 4 en contra y ninguna abstención. “El reconocimiento de las identidades de género no binarias no es un fenómeno contemporáneo; diversas culturas han reconocido históricamente identidades fuera del esquema binario que marca la heteronorma”, afirmó la presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, Cecilia Vadillo Obregón. A partir de ahora, las autoridades de la capital mexicana deben implementar todas las medidas necesarias para promover, respetar, proteger y garantizar los derechos y libertades de las personas no binarias, un colectivo que tiene que afrontar barreras de discriminación y obstáculos burocráticos de manera constante, como recordó Vadillo Obregón. Además, la aprobación de esta iniciativa también conlleva la modificación de las siglas LGBTTTI (Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transexuales, Transgénero, Travestis e Intersexuales) a LGBTTTI+, para reflejar de manera más inclusiva la diversidad de identidades de género y orientaciones sexuales. La decisión del Congreso de Ciudad de México es un primer paso para el reconocimiento de las personas no binarias en México, un colectivo que integra a más de 340.000 personas en todo el país. https://shangay.com
Por ATA - Sylvia Rivera 27 de febrero de 2025
Kim Pérez, docente en la Universidad de Granada y activista, ha fallecido hoy, 27 de febrero de 2025. Muy reconocida por su labor en favor de los derechos humanos, fue la primera mujer trans en presentarse en una lista electoral en España. Fue en 2007, cuando se presentó en los comicios electorales al Ayuntamiento de Granada por IU. Finalmente no fue elegida, pero su vocación en favor de causas sociales hizo que Pérez ocupara un papel relevante dentro de distintos movimientos. En 2023 Kim Pérez depositó su legado bibliográfico en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad de Granada en un acto en el que el entonces decano del centro, Mariano Sánchez, destacó su labor. Ella, a su vez, contó hechos que marcaron su biografía, excepcional. Así, relató cómo afrontó las burlas cuando comenzó su transición. Recordó como en su niñez tuvo necesidad de "palabras". "Y no las encontraba". Aquel "silencio" hizo germinar su trayectoria vital, en la que hubo palabras y libros. Compuso una biblioteca de temática homosexual y trans que ahora se puede consultar en la UGR. Como reconocimiento hacia Kim Pérez, la Asociación Arco Iris Granada propone al Ayuntamiento de Granada, que Kim Pérez repose para siempre en el Panteón de las Personas Ilustres de la Ciudad de Granada, como gesto de cariño de la ciudad de Granada hacia ella. Como reconocimiento hacia Kim Pérez, las asociaciones LGTBI+ proponen al Ayuntamiento de Granada, que Kim Pérez repose para siempre en el Panteón de las Personas Ilustres de la Ciudad de Granada, como gesto de cariño de la ciudad de Granada hacia ella. Kim Pérez, nacida en 1941 en Granada, dedicó su vida a la defensa de la igualdad y la dignidad de las personas trans, dejando un legado imborrable en la comunidad LGBTIQA+, detalla el comunicado. Licenciada en Historia y profesora de ética y filosofía, Kim Pérez fue una pionera en la visibilización y defensa de los derechos de las personas trans en España. En 1991, salió del armario como mujer trans+, marcando el inicio de una incansable labor activista. https://www.granadahoy.com/
Por ATA - Sylvia Rivera 26 de febrero de 2025
Un juez penal de Medellín condenó a 16 años y 8 meses de prisión a Yohan Andrés Machuca Barbosa, quien aceptó su responsabilidad en el homicidio agravado de Verónica Dantes, una mujer trans de nacionalidad venezolana; el hecho se produjo el 28 de julio de 2024 en el parque Boston, en la comuna 10 (La Candelaria) de Medellín. La condena se dio luego de que Machuca Barbosa suscribiera un preacuerdo con la Fiscalía General de la Nación, en el que reconoció su participación en el ataque con arma cortopunzante que acabó con la vida de la víctima. La pena deberá ser cumplida en un establecimiento carcelario. Fiscales de la Dirección Seccional Medellín y del Grupo Nacional de Trabajo para la Investigación de Violencias Fundadas en la Orientación Sexual y/o Identidad de Género de la Víctima, adscrito a la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos, lograron establecer que Machuca Barbosa actuó en compañía de Santiago Murillo Ruiz y Jolfran Manuel Ramos Contreras. Actualmente, Murillo Ruiz y Ramos Contreras permanecen privados de la libertad y enfrentarán en los próximos días la audiencia de acusación en su contra. Este fallo es un avance en la lucha contra la violencia de género y la protección de los derechos de las personas trans en Colombia. El crimen de Verónica En la madrugada del 28 de julio de 2024, en el parque de Boston, comuna La Candelaria, se registró el asesinato de Verónica Dantes, una mujer trans y destacada participante en los procesos de Caribe Afirmativo en Medellín. Los hechos ocurrieron en la carrera 39 con calle 54, cuando fue brutalmente atacada por tres individuos con arma blanca. Verónica fue trasladada de urgencia al Hospital San Vicente Fundación. A pesar de los esfuerzos por salvar su vida, la mujer trans llegó sin signos vitales. ¿Quién era Verónica Dantes? En una denuncia realizada por la ONG Caribe Afirmativo, se informó que la víctima era una ciudadana migrante de 26 años que había llegado a Colombia en el 2018. Se había radicado en Medellín hacía aproximadamente dos años y, desde su llegada a la ciudad, “se vinculó a los procesos de Caribe Afirmativo, logrando también integrarse a grupos de personas trans en Medellín, con enfoque migratorio, así como a colectivos activistas por el derecho a hacer uso del espacio público sin ser hostigadas por actores al margen de la ley”. https://caracol.com.co https://www.eltiempo.com
Por ATA - Sylvia Rivera 25 de febrero de 2025
René Jerónimo Clares, almeriense de 29 años, ya conoce lo que es sentirse discriminado por ser un hombre trans y sabe de sobra que le espera una dura lucha por delante pese a que existen leyes que le amparan. Pero, de momento, ya ha logrado que se reconozca, en parte, el sufrimiento que ha soportado desde que el 31 de mayo de 2019 comenzó a trabajar como becario en la Asociación Inserta Andalucía, una ONG que ha sido denunciada por presuntas irregularidades en los contratos de pisos para jóvenes extutelados. René dejó de trabajar en la citada ONG el pasado mes de octubre, tras más de cinco años soportando "discriminación" por el hecho de ser una persona trans, dato que ya conocía la asociación desde el primer momento, pues en el currículo que envió figuraba su identidad sexual y su nombre actual y correcto. Sin embargo, "en demasiadas ocasiones la asociación ha decidido no respetar el género" de René "vulnerando su derecho a la dignidad y al libre desarrollo de la personalidad, así como a su integridad moral y a la salud (mental), de forma continua; generando todo ello unos perjuicios morales lógicos", consta en la demanda que presentó el abogado Isaac Guijarro, del bufete Olympe Abogados, en representación de este joven. La demanda, a la que ha tenido acceso Público, indica que la ONG habría incumplido la ley andaluza que garantiza los derechos de las personas trans y la ley estatal que regula la igualdad de derechos de las personas LGTBIQ+, y también la ley de prevención de riesgos laborales. El Juzgado de lo Social 3 de Granada había fijado para el próximo 25 de febrero el juicio contra la ONG Inserta Andalucía, pero esta entidad ha decidido admitir en parte los hechos denunciados e indemnizar a René Jerónimo con 17.000 euros, según ha podido constatar este diario. Esta es la indemnización más elevada que ha recibido una persona trans en el Estado español por discriminación, según indica el abogado Isaac Guijarro, cuyo bufete está especializado en violencia de género y vulneraciones del colectivo LGTBIQ+. El pasado 19 de febrero el juzgado convalidó el acuerdo entre René y la ONG, con el que se evita el juicio. La demanda solicitaba 30.000 euros en concepto de indemnización por daños morales sufridos por la vulneración de sus derechos fundamentales. Aunque finalmente han sido 17.000 euros, el abogado de René considera que es una suma importante. Una paradoja en primera persona Se da la paradoja en este caso de que la ONG demandada se dedica a atender a personas del colectivo LGTBIQ+ en situaciones de vulnerabilidad y a las víctimas de violencia y discriminación por pertenecer al colectivo. De hecho, la actividad laboral de René en la asociación era impartir talleres de prevención de acoso contra las personas LGTBIQ+, así como en la orientación psicológica, jurídica y social a las víctimas de discriminación por LGTBIfobia. Sin embargo, él mismo ha sido discriminado por su condición de persona trans en un centro de trabajo donde además están vigentes unos estatutos que rechazan especialmente la discriminación hacia las personas trans. Le llamaban por su nombre anterior René fue la primera persona trans que tramitó una solicitud de cambio de nombre en la Universidad de Granada, donde estudió Psicología. Fue en septiembre de 2017, nada más aprobarse el protocolo de la universidad para el cambio de nombre de las personas trans e intersexuales. Sin embargo, en la ONG, que presenta en su web mensajes de solidaridad hacia todo tipo de colectivos marginados y que recibe subvenciones precisamente para atenderlos, se dirigieron a René como mujer desde el primer momento, describiéndole en femenino, como "técnica", en las plataformas internas de personal, donde figuraba con su nombre anterior, el femenino. Esto lo podían ver las 200 personas de la plantilla. Dinero público para atender al colectivo trans La ONG Inserta Andalucía tiene en estos momentos tres programas subvencionados por la Junta de Andalucía para atender al colectivo LGTBIQ+: uno es 'Prevención del Bullying contra la Diversidad Afectivo-Sexual', con un presupuesto de 84.367,93 euros; otro es 'Pisos Rita Hester. Sistema de Pisos de Acogida Integral para Personas LGTBI' (118.197,72 euros); y el tercero es 'Programa de Atención a Víctimas de Violencia y Discriminación Pertenecientes al Colectivo LGTBI' (54.366,22 euros). "La negación de su identidad ha sido una constante por parte de la demandada, vulnerando de forma continuada y consciente su derecho a la dignidad y al libre desarrollo de su personalidad", consta en la demanda, que además indica que "han hecho esa información, tan personal y especialmente protegida, accesible al resto de trabajadores, vulnerando así también su derecho a la intimidad y a la protección de sus datos". La primera vez que fue vejado en su nuevo empleo fue al poco de llegar, al ser nombrado como mujer en el certificado de un curso interno que había seguido; allí aparecía con su nombre pasado, "con el que René Jerónimo no se identifica y que le causa tremendo dolor", dice la demanda. Certificado para la covid-19 En octubre de 2020, debido a las restricciones por la covid, René necesitó un certificado de movilidad para poder acudir a la oficina a trabajar. La Asociación Inserta Andalucía lo redactó tratándole en femenino y utilizando un nombre femenino, vulnerando así la legislación que ya por entonces estaba vigente en Andalucía. Debido a esa ley de 2017, René tenía ya modificada su tarjeta sanitaria, por lo que no parece que la ONG tuviera justificación alguna como para haber redactado el permiso en femenino si no era por un motivo de transfobia, según se explica en el demanda. La mutua no le tenía registrado como hombre El 27 de junio de 2024 René acudió a Adeslas por un problema de salud y en la mutua le explicaron que constaba como si fuera una mujer. La ONG no había rectificado sus datos. Al joven le dio un ataque de ansiedad y tuvo que ser derivado a urgencias. La demanda describe una serie de patologías que sufre René como consecuencia de las vulneraciones denunciadas. La ansiedad, por ejemplo, le ha provocado episodios de bruxismo muy graves. Precisamente uno de los focos de la demanda era la vulneración del derecho fundamental a la integridad moral y a la salud (mental y física) del demandante debido al incumplimiento de la ley de prevención de riesgos laborales. 'Pinkwashing' La asociación demandada "tiene una serie de políticas internas en las que fomenta algo que posteriormente no cumple, sino todo lo contrario. Pareciere que solo lo fomenta de cara a obtener fondos públicos, pero luego no lo reflejase en la realidad cuando es necesario", figura en la demanda de René. Esta actitud se conoce como pinkwashing. Precisamente la ONG Inserta Andalucía está en el foco mediático por otro motivo. El Grupo Parlamentario Por Andalucía ha llevado a los tribunales la adjudicación del contrato para la gestión de pisos en los que se tutela a menores de edad, por considerar que existe "corrupción de libro". Según la denuncia, la Junta de Andalucía habría amañado el pliego de prescripciones técnicas del contrato, inflándolo de tal manera que finalmente ha resultado inviable para otras empresas presentar una oferta y optar a la adjudicación de esos contratos, que son copados por la Asociación Inserta Andalucía. La denuncia de Por Andalucía incluye también a la ONG, a la que acusa de inflar el número de trabajadores para conseguir más licitaciones. La asociación ha negado las irregularidades mientras la Junta ha anunciado inspecciones. https://www.publico.es
Por ATA - Sylvia Rivera 24 de febrero de 2025
Hunter Schafer es una de las actrices jóvenes más conocidas del panorama estadounidense gracias a su papel de Jules en Euphoria, por el que saltó a la fama hace seis años. Además, tanto la propia Schafer —nacida en Nueva Jersey hace 26 años— como Jules, su alter ego en la serie, son trans, algo que tanto la persona como el personaje comentan con naturalidad. Sin embargo, la nueva administración de Donald Trump no parece estar de acuerdo con ninguna de ellas, como ha quedado patente en el nuevo pasaporte de la actriz. Tal y como ella misma ha contado en un largo vídeo de TikTok de más de ocho minutos, en su nueva documentación se la califica como un hombre. “Estoy segura de que la mayoría recordamos que, creo que el primer día de la presidencia de Trump, firmó una orden ejecutiva para declarar solo dos géneros reconocidos por el estado, masculino y femenino asignado al nacer”, ha contado Schafer a los más de 700.000 seguidores de su perfil de TikTok, donde el vídeo ya ha sido eliminado. “Como resultado de ello —que he anotado porque quiero decirlo bien— la Oficina de Asuntos Consulares ha congelado las solicitudes de pasaporte que solicitan un cambio de marcador de género, o renovaciones, o nuevas solicitudes con un marcador de género que difiere del género asignado al nacimiento del solicitante”. Desde el primer día en que tomó posesión, Donald Trump eliminó toda posibilidad de identificación con un género distinto, y solo permite que haya hombres y mujeres; durante este mes, ha puesto muchos cotos al colectivo, por ejemplo, en el deporte. Robert Kennedy, secretario de Salud y Servicios Humanos, ha hablado de “restaurar la verdad biológica”, redefiniendo incluso el vocabulario. Y ahora la actriz de Euphoria y de Los juegos del hambre (y próximamente de la secuela de Blade Runner) se ha visto afectada por ello. El nuevo pasaporte tiene fecha de emisión del jueves 20 de febrero, la actriz lo ha mostrado en las imágenes ahora borradas. Según ha contado, rellenó la documentación como siempre, identificándose como mujer, pero su certificado de nacimiento nunca cambió y en él consta como hombre; según cree, la administración ha cruzado datos y por eso la ha consignado como hombre. “No sé exactamente qué ha cambiado en el proceso, pero es la primera vez que me ocurre desde que inicié la transición. Ya llevamos una década, más o menos. Y creo que es un resultado directo de la administración bajo la que está funcionando nuestro país. Y supongo que me asusta la forma en que estas cosas se van aplicando poco a poco”, afirma.
Por ATA - Sylvia Rivera 20 de febrero de 2025
Kenia Bonilla de Santo Domingo, brilló en el Miss International Queen 2024, el concurso de belleza más importante para mujeres trans a nivel mundial. Ahora, la modelo va por el Miss Universo Ecuador. Esta vez, la originaria de Santo Domingo da un paso más e ingresa al Miss Universo Ecuador , el certamen que nos lleva al Miss Universo, uno de los eventos más esperados anualmente en el mundo. La modelo de 25 años es parte de las aspirantes a candidatas, y la primera mujer trans en arriesgarse a ingresar en la convocatoria. ¿Quién es Kenia Bonilla? Kenia Bonilla fue Miss Queen Ecuador 2023. La modelo ecuatoriana, originaria de Santo Domingo de los Tsáchilas, se coronó en la competencia nacional el pasado 18 de noviembre de 2023 en Quito . Desde entonces, ha trabajado en su preparación en áreas clave como dicción, oratoria e imagen personal , con el objetivo de destacar en la competencia internacional. El concurso Miss International Queen, considerado el evento de belleza trans más importante del mundo, reunió a candidatas de países como Colombia, Estados Unidos, China, Indonesia, entre otros.
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