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‘Compañerx’, el proyecto artístico que acompañará la Ley Integral Trans en Colombia

ATA-Sylvia Rivera • 11 de julio de 2024

Una iniciativa creada con la fotógrafa Camila Falquez, la Liga de Salud Trans y la Plataforma de Ley Integral Trans ofrece una mirada artística en este proyecto de ley que se presentará en los próximos meses ante el legislativo

En Colombia la comunidad trans está próxima a dar una de sus luchas políticas más importantes: radicar el proyecto de Ley Integral Trans, en la nueva legislatura que arranca el 20 de julio. Esta iniciativa contempla medidas para garantizar el derecho a la igualdad, la vida, la identificación, la educación, la salud, la seguridad social, la participación ciudadana, el trabajo, la vivienda, la cultura y el deporte de los sujetos de la diversidad. En el marco de esta iniciativa nació Compañerx, un proyecto artístico que se inspira en la radicación de la ley para homenajear desde la fotografía, el estilismo, la crónica y el performance la lucha del movimiento social trans del país.

Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativo, dice que se trata del primer proyecto legislativo en el país que pone toda la atención en las personas trans, “que son históricamente las mayores receptoras de violencia” de la comunidad. Al igual que los múltiples defensores de este proyecto, Castañeda destaca la manera como ha sido construido, no como el fruto “del despacho de un congresista, de unos académicos o académicas, ni siquiera de una organización LGBTIQ+”. Es una iniciativa hecha a partir de las voces y el liderazgo de las personas de la comunidad: “Las personas trans recorrieron el país, fueron a los territorios, hablaron con personas trans de la ruralidad, de la periferia, de las pequeñas ciudades, con las adultas mayores, personas trans afrocolombianas, víctimas del conflicto armado e indígenas. El Congreso está recibiendo una voz plural legitimada por cada una de las realidades y contextos”.

Con el apoyo de Future Being, un estudio multidisciplinario enfocado en la salvaguardia de la diversidad biológica y cultural, el proyecto artístico paralelo busca acompañar y ofrecer un contexto en este momento histórico. Compañerx es producida por la fotógrafa Camila Falquez, nacida en México y de raíces colombianas, en conjunto con la estilista argentina Lorena Maza, el escritor queer colombiano César Vallejo y las entidades Liga de Salud Trans y la Plataforma de Ley Integral Trans.

Falquez ―que ha fotografiado a figuras como la vicepresidenta Francia Márquez, los cantantes Bad Bunny y Rosalia, la actriz Zendaya o el presidente Joe Biden― retrató con su equipo, en el transcurso de dos años, a más de setenta personas trans y no binarias oriundas de regiones y ciudades como Medellín, Buenaventura, Risaralda, Barranquilla, Ibagué y Valledupar. La serie incluye fotografías de personas afrocolombianas, indígenas, trabajadoras sexuales, seropositivas, víctimas del conflicto armado y en situación de discapacidad.

A raíz de un trabajo que comenzó hace cinco años con comunidades indígenas y LGBTIQ+ de Sevilla, Cuba y Nueva York, Falquez quiso acercarse a las personas trans y no binarias del país tras una conversación con integrantes de la Liga de Salud Trans y la Plataforma. “La ley Integral Trans es un sueño colectivo y lo que hace Compañerx es poner imágenes a las emociones, sensaciones, colores, formas, tamaños que representan la diversidad de las personas trans a lo largo del territorio colombiano”, dice Juli Salamanca Cortés, directora de la Liga Salud Trans. Y agrega: “También nos muestra la importancia de la representación y que las personas trans estemos en primera línea hablando desde nuestros cuerpos, voces y territorios sobre las necesidades que tenemos y frente a la deuda histórica que tiene el gobierno colombiano a salvaguardar nuestras vidas”.

Por primera vez, afirma Falquez, está trabajando con un movimiento y una finalidad específica. “Las fotografías van a ayudar a ponerle cara a gente que necesita y está pidiendo unos derechos básicos y una protección por parte del Gobierno”, dice la artista radicada en Nueva York, que ha colaborado con medios como EL PAÍS, The New York Times, TIME Magazine y Vogue. Compañerx será presentado en el marco del 12º Festival Gabo ―del 5 al 7 de julio― en una rueda de prensa y durante un pódcast en vivo con los españoles Juanra Sanz y Bernardo Pajares, anfitriones del pódcast Arte Compacto, con la participación especial de miembros de la Liga de Salud Trans y el equipo del proyecto artístico.

César Vallejo, cronista y cocreador de Compañerx, estuvo a cargo de registrar en el papel o con grabadora en mano historias y voces detrás de los retratos. En su “travesía” contó “lo que sucede en el silencio mientras vas en un Jeep subiendo por unos cafetales, el comadreo de un salón de belleza que termina en una conversación política, las fotografías desteñidas colgadas en una pared”, dice. “Camila creó un espacio maravilloso para que la energía creativa de cada uno fluyera de manera orgánica y así el proyecto fue tomando su propia forma, una forma que está cada vez más definida y que esperamos ya verla con claridad el 31 de julio”, añade en referencia al performance que realizarán a finales de mes en Bogotá empleando los artículos que componen el proyecto de ley.

Según Castañeda, los retos que enfrentará la iniciativa a partir de ese momento tienen factores internos y externos. Por un lado, “que la recepción en el Congreso sea puesta en el orden del día” y se identifiquen “unos congresistas ponentes para hacer audiencias y ampliar información, si es necesario”. Es decir, “activar una ruta” para prevenir que se hunda como a comienzos de junio el proyecto de ley inconvertibles, que buscaba prohibir las terapias de conversión sexual y naufragó por falta de apoyos. Por otro lado, evitar que argumentos engañosos trasciendan a la opinión pública y la sociedad civil, como ha sucedido en otras ocasiones, generando “noticias falsas” y “mitos del proyecto”. La exigencia de las personas trans debe acompañarse de la opinión pública informada de colombianos y colombianas, que “entendamos que no podemos vivir en un país donde no se ofrecen garantías de vida digna a las personas trans”, concluye Castañeda.

FUENTE: https://elpais.com/america-colombia/2024-07-06/companerx-el-proyecto-artistico-que-acompanara-la-ley-integral-trans-en-colombia.html

Noticias

Por Mar Cambrollé Jurado 27 de enero de 2025
Órdenes ejecutivas firmadas por el Presidente Donald Trump atentan contra los derechos de las personas trans, al negar su existencia, privarles de atención médica y otros aspectos. La arremetida de Donald Trump, Presidente de Estados Unidos (EU), en contra de grupos minoritarios sigue en marcha. No sólo va en contra de las y los migrantes, también contra las personas trans, y así lo constató al firmar una serie de órdenes ejecutivas mediante las cuales se vulneran los derechos de quienes pertenecen a esta comunidad. Desde el primer día de su regreso a la Casa Blanca, el mandatario estadounidense fijó su postura para no reconocer a las personas trans, no binarias y de género neutro/fluido en el país, al dejar en claro que, para su Administración, únicamente existen individuos de sexo masculino y femenino, además de que dichos sexos no están sujetos a modificarse. Al respecto, Trump firmó dos órdenes: una que precisa el reconocimiento de dos y sólo dos sexos, y otra enfocada a establecer que las mujeres trans que actualmente cumplen una sentencia en prisión sean trasladadas a centros penitenciarios para hombres, además de que les sean suspendidos sus tratamientos hormonales.
Por ATA - Sylvia Rivera 24 de enero de 2025
La española Karla Sofía Gascón ha hecho historia al ser la primera actriz trans nominada a los premios Oscar en una edición liderada por Emilia Pérez, el narco musical trans que protagoniza y que se ha convertido en la gran favorita con 13 nominaciones, entre ellas mejor película, dirección para Jacques Audiard, fotografía, sonido, montaje, canción (dos), actriz de reparto, guion adaptado, banda sonora, maquillaje y peluquería y mejor película internacional. Con diez compiten el drama épico The brutalist , de Brady Corbet, y el taquillero musical Wicked, dirigido por Jon M. Chu. El thriller político ambientado en el Vaticano Cónclave suma ocho menciones, los mismos que A complete unknown, el biopic de Bob Dylan dirigido por James Mangold. Anora, el retrato de Sean Baker de una Cenicienta moderna que se alzó con la Palma de Oro en el festival de Cannes, ha obtenido seis. Las obras de todos ellos optarán en la categoría reina, la de mejor película, con títulos como Wicked, Nickel boys, Cónclave, Dune: Parte 2 y Aún estoy aquí, del brasileño Walter Salles. Gascón es la única representante española en los premios más importantes del cine. Pedro Almodóvar se ha quedado fuera con La habitación de al lado, León de Oro a la mejor película en Venecia, igual que Álex Lora y Dani Feixas, cuyos cortometrajes La gran obra y París 70, respectivamente, habían superado la shortlist.
Por ATA - Sylvia Rivera 23 de enero de 2025
Afioco Gnecco y Carolina Yuste se conocieron en 2017 rodando un corto juntos y, desde ese instante formaron una amistad que va más allá porque, desde que Afioco decidió transitar, Yuste se ha convertido en su pequeña familia elegida. "Una transición no se puede hacer solo, es algo colectivo", dice Gnecco, "si no tienes una familia consanguínea que te ayude, búscate a alguien". De ese proceso ha nacido el cortometraje Ciao Bambina, premiado en el Festival de Málaga y nominado a un premio Goya en la categoría de Mejor cortometraje documental. Afi estudiaba y trabajaba en el cine, así que comenzó a hacer vídeos para YouTube tratando temas como la drogodependencia o la transfobia. Más de dos años después, aquí está, arrasando en el circuito de premios. "Que pase lo que tenga que pasar, creo que ya estar aquí es una fantasía, un sueño y algo que no nos esperábamos", responde Afi cuando le preguntamos por un posible premio Goya. "Todo lo que venga, bienvenido. Nuestro objetivo era hacer la película y la película ya la estamos haciendo". Ciao Bambina comienza la noche anterior a comenzar el tratamiento con testosterona y transcurre durante el verano previo a que todo cambiara. "Nos fuimos de vacaciones juntos en plan... Bueno, van a cambiar muchas cosas, vienen unos meses duros... Era como una despedida de la persona que era", confiesa. El objetivo en esos 15 minutos de pieza audiovisual es que Afi fuera capaz de quitarse el binder y meterse en el agua del mar que tantas alegrías le había dado. "Hay una cosa que teníamos claro, que era que pasara lo que pasa delante de la cámara tenía que ser de verdad y luego que no se cortaba. Yo quería meterme, estaba obsesionado", recuerda. Una idea sencilla que, sin embargo, esconde muchos miedos a superar. Ciao Bambina está nominada a los Goya y conoceremos si ha resultado ganadora en la gala del próximo 8 de febrero.
Por ATA - Sylvia Rivera 21 de enero de 2025
Organizaciones de Derechos Humanos advierten que varios de los anuncios de Donald Trump este 20 de enero, en su investidura podrían borrar años de logros en inclusión y diversidad. Ya lo había dicho durante su campaña presidencial, y repetido en múltiples ocasiones antes de asumir el cargo, pero esta vez, Donald Trump afirmó en el Capitolio y frente a millones de espectadores en televisión que durante su Administración “solo habrá dos géneros” en Estados Unidos, "masculino y femenino". Una amenaza que apela directamente a la población trans del país y también a las personas que se identifican como no-binarias y que pone en peligro los logros alcanzados en Estados Unidos. "A partir de hoy, la política gubernamental de Estados Unidos es que hay solo dos géneros: masculino y femenino", afirmó Trump luego de juramentar como presidente. Además, sentenció que pondrá fin “a la política gubernamental de intentar diseñar la raza y el género en cada aspecto de la vida pública y privada”. Una referencia directa a lo que él ha denominado como la “agenda woke” (una forma despectiva sobre ideas progresistas), a la que promete destruir. Pero, lo que más preocupa a grupos que luchan por los derechos de la población con identidades de género diversas es que las palabras de Trump parecen no quedarse en enunciaciones vacías, el mandatario ya adelanta la firma de enmiendas para concretarlas. Polémica por la enmienda que firmará Trump En la mesa del presidente le esperan documentos que podrían afectar profundamente a la población trans y no binaria en Estados Unidos. Según un funcionario de la Administración entrante, Trump firmará una orden ejecutiva que establece que el Gobierno federal solo reconocerá dos sexos: masculino y femenino. Según informó un funcionario de la Administración entrante, la orden de Trump podría restringir el acceso a la atención médica de afirmación de género y limitar la participación de mujeres trans en competencias deportivas. En cuanto a atletas, afirmó este domingo que actuaría en su primer día para detener la participación de atletas trans en los deportes femeninos. Además, la enmienda de Trump podría derivar en que solo se reconocerán dos sexos en documentos oficiales como pasaportes y visas, según indicó una fuente a AFP. Unas decisiones que podrían afectar profundamente los logros obtenidos por la población trans en ese país. Justamente, la ONU asegura que uno de los abusos de los Derechos Humanos contra las personas trans incluyen la “falta de reconocimiento legal de su identidad de género”. Según AP, la orden también bloquearía los requisitos en las instalaciones gubernamentales y en los lugares de trabajo de que se haga referencia a las personas trans utilizando los pronombres que se alinean con su género. La fuente aseguró que Trump emitirá otras órdenes ejecutivas que recortarán programas de diversidad, equidad e inclusión "muy pronto". ¿Trump iría más allá que en su primer mandato? Un elemento que preocupa a los activistas por los derechos LGBTIQ+ es que Trump ya dio indicios de sus programas en su primera Administración y temen que vaya más lejos. Trump ha prometido que firmará una orden ejecutiva para poner fin a los derechos de las personas trans en el Ejército del país y también en las escuelas. También, tal como muestra Reuters, en un video de campaña en 2023, Trump dijo que en su primer día en el cargo revocaría las políticas de la Administración Biden que brindan información y recursos a quienes buscan atención médica para que puedan alinear sus cuerpos con el género con el que se identifican. Esa atención puede incluir terapia hormonal y cirugía. La imposibilidad de acceder a estos tratamientos atenta contra los derechos de las personas que no se definen con el sexo con el que nacieron y que recurren a cirugías o a tratamientos hormonales para poder transcisionar al sexo con el que se identifican. Aunque no todas las personas hacen uso de estas cirugías, podría afectar a las personas que desean hacerlo. Aun así, analistas predicen que es casi seguro que las políticas enfrentarán desafíos legales. Por otro lado, David Stacy, vicepresidente de asuntos gubernamentales de la Campaña de Derechos Humanos, aseguró en diálogo con Reuters que Trump parece estar poniendo en su gobierno "a más gente que cree firmemente en intentar borrar a las personas trans de la sociedad y de su capacidad para funcionar en ella". "En ese sentido, esta es una Administración mucho más peligrosa que la primera", afirmó. Sin embargo, Stacy augura: "Habrá una oposición significativa por parte del público y… sé que no lograrán todo lo que esperan lograr, pero pueden causar mucho daño"- https://www.france24.com
Por ATA - Sylvia Rivera 20 de enero de 2025
Georgina Epiayú busca con sus delgadas y curtidas manos en su bolso de tela. Remueve impacientemente el contenido hasta encontrar y mostrar su DNI —o cédula, como le llama ella— al entrevistador a través de la pantalla del celular. Señala la “F” que aparece debajo de la categoría “sexo” en el documento. Dice que conseguir esa letra en la identificación le costó 45 años de trámites e insistencia. Con unos ínfimos ingresos económicos y una soledad que la hace más vulnerable a su edad, Epiayú, de 72 años, la primera mujer trans wayuu registrada civilmente como mujer, siempre ha priorizado su objetivo de ser reconocida oficialmente como mujer. “Me mantengo con fuerzas porque necesito trabajar para poder comer y sobrevivir”, expresa Epiayú en una farmacia de Uribia, tierra de la etnia wayuu, y conocida como la capital indígena de Colombia. Este municipio de La Guajira, en la costa norte del país, es la urbe más cercana a su aldea, cuyo nombre pide no mencionar por la transfobia imperante en la región. La botica donde se realiza la entrevista es propiedad de un amigo de Epiayú, quien hace de traductor, porque la entrevistada prefiere hablar en wayuunaiki, a pesar de que también habla español. Mientras que el teléfono para la videollamada lo provee Beto Rosero, productor del documental Alma del desierto (2024), película que registra el viaje de su protagonista para ser reconocida por el sistema como mujer, y que enseña las implicaciones de su asunción como mujer trans: la desaprobación de su comunidad, el abandono de sus hermanos y la consiguiente delicada situación económica. De acuerdo con su certificado de nacimiento, Epiayú nació el 31 de diciembre de 1952 con el nombre de Jorge y solicitó su cédula como Georgina por primera vez en 1975, a sus 23 años. “Empecé mi transición tarde, pero esto es lo que siempre seré; siempre he sido así”, cuenta en una parte de la película, que se estrena comercialmente el 30 de enero en Brasil y 1 de mayo en Colombia. Realizó más de cinco solicitudes a lo largo de casi cinco décadas, hasta que en 2021 se convirtió en la primera mujer trans wayuu reconocida por la Registraduría Nacional de Colombia. El país avanzó significativamente en el reconocimiento de los derechos de los miembros de la comunidad LGBTI con el Decreto 1227 de 2015, que simplificó el trámite para el cambio de nombre y sexo en los documentos de identidad al eliminar la necesidad de procesos judiciales o diagnósticos médicos. Precariedad económica La lucha de esta septuagenaria por obtener una escritura pública no se limita a una causa de dignidad, sino que representa un requisito imprescindible para acceder a sus derechos ciudadanos, entre ellos el seguro médico y el subsidio para alimentos. Este problema atraviesa a muchos wayuu, un pueblo binacional cuyo territorio está entre Colombia y Venezuela, poco familiarizado con la burocracia del Estado y que debe enfrentar la barrera idiomática. “A lo largo de ocho años de grabación, vimos que no tienen documentación, no hablan español y están a merced de algún alma caritativa que les ayude a gestionar o ir a la ciudad y, con un poco de suerte, avanzar en su trámite (...) La comunidad está abandonada porque no pueden expresarse en español y eso hace que estén marginados del sistema”, comenta la directora de Alma del desierto, Mónica Taboada-Tapia. Taboada-Tapia fue ese “alma caritativa” para Epiayú, no solo por su asesoría legal para conseguir su identificación, sino por el apoyo económico que le presta regularmente. La donación, dice, se destina principalmente a abastecer su tienda en el pueblo, donde vende arroz, azúcar, confites, galletas, manteca, fósforos, maíz, chinchorros —como se les dice coloquialmente a ciertas hamacas en esta zona de Colombia— y mochilas artesanales. “Es de mucha ayuda lo que manda Mónica, con eso puedo subsistir y pagar mis expensas. Antes me tocaba venir a Uribia a planchar y lavar. Las fiestas las pasé bien, pero tengo muchas necesidades”, asegura Epiayú en la entrevista, entre constantes lamentos por su situación económica. Está vestida con un sombrero para el sol, un vestido, aretes, collares y zapatillas deportivas. Es de respuestas cortas, cerrada a preguntas sensibles, y en un momento de la entrevista decide no responder más. Por ello sorprende cuando en el documental se sincera y dice que “se entregó a un solo hombre”, quien le “construyó una casa, pero después se casó” con otra mujer. Para la directora Taboada-Tapia, Epiayú es fuerte pero tierna: “Es una persona juguetona, le gusta estar haciendo chistes todo el tiempo. Muy pocas personas soportan lo que ha pasado. Su cualidad más importante es su fortaleza admirable. Pasó de ser una víctima a una sobreviviente. Da esperanza a muchas personas”. La cineasta la conoció en una entrevista televisiva en 2016. Fue tanta su fascinación por su historia que ese mismo año comenzó la producción y rodaron durante una semana. En 2017, grabaron otros siete días, y el resto de los 31 días de rodaje se repartieron entre 2019 y 2022. De ese tiempo de trabajo nació una cercana amistad entre directora y protagonista, con contactos mensuales: “Siempre tenemos una conversación muy fraternal”, asegura la realizadora audiovisual. En total, fueron nueve semanas de filmación cuyo resultado es un acercamiento a una vida solitaria. Ante el rechazo de su entorno y de sus hermanos —”No tenemos hermanas. Lo único que te diré es que somos tres hermanos“, dice uno de ellos en el filme—, Epiayú se tuvo que trasladar de otra ranchería, como le dicen a las aldeas en esa zona de Colombia. Transfobia en la comunidad El viaje de un pueblo a otro a través de ese infinito desierto del norte de La Guajira que se pierde en el horizonte es el motor que hace avanzar Alma del desierto. “Hay muchas personas de la comunidad LGBTI en la nación wayuu, pero solo conozco a Georgina entre las personas trans. Sin embargo, la comunidad es algo sexista, las mujeres de la comunidad lo saben: hay machismo. Y los hombres pueden tener todas las mujeres que puedan mantener”, asegura Taboada-Tapia. No obstante, insiste en que no es un problema exclusivo de los wayuu, ni siquiera de Colombia, sino que atraviesa toda Latinoamérica. “Los discursos de multimillonarios y nuevos gobernantes que están ensañados en atacar a la comunidad trans ayudan a la construcción de una transfobia. No entiendo esta ola populista en campaña contra los derechos de estas personas”, lamenta.
Por ATA - Sylvia Rivera 17 de enero de 2025
La ley fue aprobada con 218 votos a favor y 206 en contra, reflejando la realidad política y social de un país partido en dos, aunque las últimas elecciones han servido para dejar claro que la mayoría de la población está en contra de las identidades trans. El proyecto de ley, presentado por el congresista republicano Greg Steube, de Florida, modifica el Título IX, una normativa federal de 1972 que prohíbe la discriminación basada en el «sexo». Según el texto del proyecto, se establecerá que la definición de «sexo» en el contexto deportivo corresponde a la «biología reproductiva y genética al nacer», excluyendo así la autoidentificación de género como criterio válido. En concreto, el proyecto señala que «será una violación […] para un beneficiario de asistencia financiera federal que opere, patrocine o facilite un programa o actividad deportiva permitir que una persona cuyo sexo sea masculino participe en un programa o actividad destinado a mujeres o niñas». Antes de las elecciones de 2024, los republicanos ya habían atacado a los demócratas por el tema trans, especialmente en lo que atañe a la juventud y los deportes, aprovechando una guerra cultural más amplia alrededor de los derechos LGBTIQ+. El grupo de defensa por los derechos civiles Equality California calificó el proyecto de ley como "otro esfuerzo más para negar a los jóvenes trans la dignidad y el respeto que merecen. Este proyecto de ley expondría a menores al acoso y la discriminación, alentando a otros a cuestionar el género de aquellos que no se ajusten a una visión estricta de cómo deberían vestirse o lucir». La ley ahora deberá enfrentar un difícil camino en el Senado, donde los republicanos cuentan con una mayoría de 53 escaños frente a 47 demócratas, pero necesitarán sumar el apoyo de al menos siete senadores demócratas para superar el filibusterismo y enviar la ley al despacho presidencial. En todo caso, parece que antes o después la ley será aprobada. Por su parte, el presidente electo, Donald Trump, ya ha anunciado que tomará medidas ejecutivas en su primer día en el cargo para abordar este asunto, prometiendo «detener la locura transgénero» y asegurando que trabajará para mantener «a los hombres fuera de los deportes femeninos». https://www.infocatolica.com
Por ATA - Sylvia Rivera 16 de enero de 2025
Después de X y Meta, Amazon. La compañía de Jeff Bezos ha suprimido los compromisos de proteger los derechos de las personas negras y LGBTQ+ y Trans de sus políticas corporativas. La medida está dentro de la política de reducción de los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) de la compañía, líder mundial en el mercado minorista. En un memorando del 16 de diciembre de 2024 a los empleados, la vicepresidenta de Experiencias y Tecnologías Inclusivas de Amazon anunció que la empresa eliminaría gradualmente “programas y materiales obsoletos”, lo que incluye reducir algunos de sus esfuerzos de diversidad e inclusión. The Washington Post ha referido que Amazon ha eliminado de su página las secciones tituladas “Equidad para las personas negras” y “Derechos LGBTQ+”, junto con todas las menciones al término trans. Las menciones a la equidad y los derechos han pasado a formar parte de un epígrafe genérico. A principios de enero, la caricaturista ganadora del premio Pulitzer, Ann Telnaes, renunció a su trabajo en el Washington Post por la decisión editorial de no publicar una viñeta en la que aparecían varios oligarcas, entre los que se reconocía a Bezos, rindiendo pleitesía a una estatua posiblemente de Trump. Bezos es el propietario del Post y una de sus decisiones durante la campaña electoral fue impedir que el periódico se posicionase oficialmente a favor de Kamala Harris.
Por ATA - Sylvia Rivera 14 de enero de 2025
Samanta Flores nació en el estado de Veracruz, pero pronto cambió la calma de los limoneros por las fiestas clandestinas del DF. Allí descubrió su verdadera identidad y su vocación solidaria. Mientras luchaba contra la pandemia del VIH se convirtió en una auténtica celebridad que incluso ha llamado la atención de las grandes marcas de moda. Si lo deshojamos de esa tonadilla mariachi que rinde pleitesía a la hermosura de las mujeres, al galanteo milenario, a la ronda de noche bajo el balcón de la novia de turno, México sigue siendo una caldera de machismos a punto de estallar. De enero a noviembre de 2024 se registraron en el país azteca 2.409 asesinatos violentos de mujeres. Por eso, el caso de Samanta Flores es una auténtica proeza en mitad de la pesadilla de balazos y cuchillos: a sus 93 años es tal vez la persona trans más longeva del mundo. Y lo es en un país donde las mujeres trans son víctimas de un odio de ida y vuelta, y donde en algunas zonas apenas alcanzan los 25 años de media. Desde bien niña, la vida de Samanta se ha ido abriendo paso entre las estadísticas, como un milagro, a raíz de su infancia feliz en la pequeña ciudad de Orizaba, en el estado de Veracruz, rodeada de guayabos y limoneros. «A mi padre ni siquiera le importó que cuando era niño quisiera hacer ballet. Así de maravilloso era mi padre», reconoce orgullosa. Sin embargo, las estrecheces del pueblo la obligaron a hacer las maletas y dejar sus orígenes atrás. «Estudié para contador público en la Escuela Bancaria y Comercial, pero aquello, lógico, no era lo mío», dice. Así que se mudó primero a Los Ángeles, donde regentó un bar gay y tomó contacto por vez primera con el colectivo, y más tarde a México DF, donde descubrió su verdadera identidad y hoy es una auténtica socialité. Así explica Samanta ese descubrimiento: «En el año 64, una amiga trans muy famosa en todo el país, Xóchitl, empezó a hacer fiestas en su casa, y la única condición era que nos vistiéramos de mujer. Ella era la reina y nosotras sus damas de honor, como su corte». Aquellas fiestas llenas de celebrities y gente bien, a caballo entre el cabaret clandestino y la libertad desaforada, fueron limando el personaje de Samanta. «Había que elegir un nombre, y yo había visto la película Alta sociedad, donde Grace Kelly interpretaba a Samantha, que tenía el doble juego de Sam, nombre masculino, y así decidí llamarme». Lo que ocurrió después es que los chicos, cuando le pedían una cita, siempre la preferían como Samanta -«me halagaba tanto»-, y lo que había comenzado como un juego de travestismos terminó por imponerse a la realidad. No fue hasta 2012, sin embargo, cuando en México se permitió el cambio de género registral. «Era mucha bronca, había que presentar dos exámenes carísimos, pero los pasé. Aunque yo ya llevaba mucho tiempo viviendo como una mujer». Una mujer que, a sus 93 años, nunca ha soltado la bandera de la solidaridad. Primero braceando contra la violencia hacia las mujeres y contra la pandemia del VIH en los años 80 -«cuando murió mi vigesimoquinto amigo dejé de contar, porque solo me atormentaba, pero debieron de ser más de 300 los que se quedaron en el camino», explica-, y más recientemente contra otra pandemia: la de la soledad del colectivo LGTBI. Fue así como fundó, en los preliminares de la pandemia, un centro para mayores del colectivo en el barrio de Álamos del DF. Bajo el nombre de Vida Alegre, este edificio pintado de azul cegador se convirtió en un refugio en el que combatir las soledades: «Al principio era para el colectivo, pero de pronto empezaron a venir también mayores heterosexuales que necesitaban compañía». Gracias al trabajo de los voluntarios y al empeño de la propia Samanta, que cada día pasaba revista, Vida Alegre se convirtió en bálsamo y motor de la vida del barrio. Hasta que el Covid les obligó a echar el cierre. Pero Samanta no se rinde, y mientras busca la oportunidad de reabrir y resucitar el espíritu del centro, sigue lanzando aquí y allí su mensaje «de empatía y convivencia». Y dejándose sorprender por la vida a cada momento. Como cuando hace un tiempo, en una fiesta, una chica se le acercó y le propuso ser imagen de una firma de moda. «Depende, dijo ella». Así se fraguó una colaboración con Gucci, nada menos, que elevó a Samanta a los altares de la alta costura. «Jamás pensé, ni en sueños, que una señora de mi edad, trans, iba a lograr algo tan grande en el país de los machos, donde nos matan. Pues lo he conseguido». https://www.elmundo.es
Por ATA - Sylvia Rivera 13 de enero de 2025
Una joven mujer trans, cuyo nombre es Sofía Larghi, de 27 años, logró un fallo judicial histórico que le permitirá congelar su esperma para poder ser madre en el futuro. La decisión, emitida por la Cámara Federal de La Plata, Buenos Aires, no solo amparó a Sofía, sino que también estableció jurisprudencia con perspectiva de género en el país. El deseo de maternidad y la interrupción de las hormonas Sofía comenzó su transición hace dos años, cambiando su nombre e iniciando una terapia hormonal. Sin embargo, tras siete meses de tratamiento, despertó en ella un fuerte deseo de ser madre. Según reveló el sitio TN.com en un documental hecho sobre su vida, una consulta médica le reveló que las hormonas podrían reducir o detener irreversiblemente la producción de espermatozoides, impidiéndole tener hijos biológicos en el futuro. Ante esta situación, Sofía tomó la decisión de interrumpir temporalmente su tratamiento hormonal para preservar su fertilidad. La batalla legal por la criopreservación Con el objetivo de preservar su fertilidad, Sofía solicitó a su obra social la cobertura para la criopreservación de espermatozoides, un procedimiento que le permitiría utilizar sus espermatozoides en el futuro mediante técnicas de reproducción asistida. Sin embargo, le rechazaron su pedido.
Por ATA - Sylvia Rivera 10 de enero de 2025
"Yo nena, yo princesa", balbuceó a los 2 años Luana, cuando su mamá le preguntó qué hacía jugando con unos vestidos de nena. "Hubo situaciones extremadamente violentas en el jardín de infantes en esos dos años", le dice a la BBC Gabriela Mansilla, la madre de Luana, quien desde 2009 acompaña en el proceso de afirmación de género a su hija. "El momento donde todo comenzó a cambiar fue cuando ella no solo me dijo que era una niña, sino que había elegido su propio nombre: Luana", recuerda la madre. Unos años más tarde, en 2013, Luana consiguió cambiar su nombre en su identificación personal (DNI), necesario para votar, casarse, conseguir un trabajo y para ser atendido por un médico. El hecho de haber conseguido su cambio de género, con solo 6 años de edad, la convirtió en una de las primeras niñas trans del mundo en tener una cédula oficial acorde a su identidad de género sin necesidad de que el trámite pasara por la justicia. "Mis recuerdos no son tan agradables ni alegres porque Luana sufrió mucho. No entendíamos lo que le pasaba cuando era pequeña. Los recuerdos que tengo son de su llanto incesante, de no poder dormir, de sus autolesiones, hasta que pudo ponerlo en palabras", recuerda su madre, Gabriela. Recién cuando Luana pudo decírselo, con solo 2 años, empezó a mejorar la situación para la pequeña. Gabriela se recrimina el hecho de no haber podido escuchar antes el mensaje que transmitía su hija. "No podía creer lo que estaba diciendo en ese momento", recuerda la madre de Luana sobre la etapa "difícil para la familia" en que la niña empezó a identificarse como mujer. Fue ahí que empezó un recorrido largo, que implicó la revisión de médicos, psiquiatras, psicólogos y neurólogos en un intento de reafirmar su masculinidad, consultas que empezaron a ser parte de su vida. Fue entonces cuando la niña finalmente dijo: "Mi nombre es Luana". Desde ese momento, hace más de 15 años, Gabriela buscó la manera de acompañar el recorrido de su hija como una niña trans. Es decir, una niña cuya identidad de género no coincidía con el sexo asignado al nacer. "Creo que lo que nos salvó fue simplemente escuchar a Luana y abrazarla. El amor que siento por mi hija fue lo único que salvó esta historia, porque dejé de escuchar a todos y comencé a escucharla a ella", sostiene.
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