Como trabajadora sexual, Paulina, chica trans desde hace ya algunos años, teme que, al salir a trabajar en las calles de Puebla, ya no regrese con vida a
su casa, por la violencia y fobia que se tiene en contra de ellas.
Lamentó que al trabajo sexual que ejerce igual que sus compañeras, mucha gente lo confunda como prostitución, cuando en realidad es una labor donde exponen su propia vida al salir de casa y su propia salud, “en el cual puede ser que ya no regreses porque te puedes encontrar a una persona transfóbica que puede agredirte o matarte al `solicitar´ tu servicio”, reveló.
En el marco del 8 de marzo, día internacional de la Mujer, la joven lamenta que sea poco el apoyo que se le tiene a este sector de la población, que en Puebla se calculan en alrededor de 125 chicas trans que ejercen el trabajo sexual; aparte, existe otro número que se dedican más a lo laboral, “trabajan con su identidad de niña pero con sus nombres de varones dentro de las empresas, aunque esto se me hace una falta de respeto”.
En entrevista para El Popular, diario imparcial de Puebla, Paulina de 34 años refirió que en cuestión salud, también se enfrentan a que las puedan contagiar de alguna enfermedad de transmisión sexual, “te enfrentas a que una persona transfóbica puede llevar una pistola o navaja, te levanta en la calle y te hace el sexo sin preservativo o sin precaución; lo malo es que muchos lo hacen cuando son portadores de VIH”.
En ese escenario, “ellas recurren a ellas mismas” para tratar de evitar alguna agresión a su persona.
“Solamente como somos buenas compañeras algunas de nosotras nos cuidamos en observar bien a la persona, el carro en que te vas, trabajar en ciertos horarios, pero en el ambiente hay de todo”, explicó.
A su vez, destacó la labor por parte de la coordinadora estatal del programa VIH Sida, quienes llegan hasta los puntos donde ejercen el trabajo sexual para repartirles preservativos y lubricantes, “para el mismo cuidado de nosotras mismas”.
Se enfrentan a una Puebla católica
Nombrada la primera mujer trans en el estado de Puebla, como parte del proyecto de las 33 mujeres, que dirige Edurne Ochoa, resaltó su activismo que ha llevado y siendo la vocera representando a México.
En cuanto al paro de mujeres este 9 de marzo #UnDíaSinNosotras, comentó que también algunas compañeras de ella han sido invitadas a participar y ser parte como mujeres trans.
Para ella, es importante la inclusión porque se abren puertas y ayuda a que la sociedad las vaya aceptando poco a poco, aunque Puebla -lamentó- es un estado donde se basa la religión católica y las siguen tachando como X.
“Por las creencias religiosas no nos aceptan, naciste hombre pues debes seguir siendo hombre, eso dicen, porque Dios hizo a un hombre y una mujer”, esos mitos, consideró, las excluye de lo que es realmente la sociedad.
También, exige visibilizar los asesinatos en contra de mujeres, ya que es un problema sistemático y grave en México, aunado a que los transfeminicidios no se visibilizan a raíz de la discriminación desmesurada que todavía sufren las mujeres trans.
Denunció que de parte de la Fiscalía General del Estado nunca ha tenido una respuesta de cuántos crímenes hacia mujeres trans por odio estaban resueltos, cuántos están en investigación, y cuántos están encarpetados.
“Realmente un caso así a veces no sale a la luz pública, no sale lo que sufre una mujer trans, o todo lo transforman con decir, fue una riña o porque su pareja mató al hombre vestido de mujer; siempre que encuentran a nuestras compañeras muertas dicen que es un crimen de odio; o le pasó por andar en la noche”, reveló.
Sigue en la lucha
A la fecha, y después de varios años de lucha, se encuentra, junto con otras de sus amigas y compañeras, consolidando la Red Mexicana de Mujeres Trans-Formando Puebla.
“Buscamos que sea constituida, pero siempre año con año los gobiernos, partidos tras partidos nos prometen el apoyo, pero en realidad no lo vemos para poder darnos de alta y estar constituidas y tener más credibilidad en bienestar de nuestra comunidad”, delineó.
En la mente de Paulina se desarrolla la idea de que en este 2020 tiene que registrar la organización “a como dé lugar”.
“Las autoridades dicen que hay una apertura, igualdad y no la hay, aun así, seguimos siendo tachadas por ser chicas trans o chicos trans”, lamentó.