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Mar Cambrollé, la firmeza de la mujer en lucha

María Valero Lozano 🐦 • 29 de abril de 2021

Mar Cambrollé embauca al más pintado con su voz apasionada. Presidenta de ATA, la Asociación de Trans Andaluces-Sylvia Rivera, líder de la Federación de la Plataforma Trans nacional y portavoz en Europa de RESPETTTRANS, la activista por los Derechos Humanos y la dignidad de las mujeres trans, se prepara para la esperada aprobación de la ley estatal para las personas trans del país.

El calor de noviembre todavía apremia y por las calles de la alameda se cuela un sol discretito. En la calle Orfilia, se abre de par en par la puerta del bloque número ocho, un portal amplio con azulejos de colores que alberga despachos y oficinas. Las escaleras de un tercer piso llevan a la sede de la Asociación de Transexuales de Andalucía-Sylvia Rivera. Un joven de la asociación abre la puerta y pide rellenar un cuestionario de atención al usuario: cómo nos conocisteis, cuál es el motivo de la visita … En mayúsculas queda bien claro siempre: “MAR CAMBROLLÉ CONCEDE HOY UNA ENTREVISTA”. El joven hace un ademán, señala una silla frente al escritorio de Mar. Cinco minutos más de cortesía esperando grabadora en mano y comienza. “Me voy a pintar los labios si vas a hacer fotos”. Impresiona contemplar por primera vez en carne y hueso a una referente de la lucha LGTB. Tantos años luchando por los derechos de las personas trans le han concedido la categoría de histórica. Tanta historia condensada en una mujer rubia, alta, imponente y segura de sí misma. “Una mujer de verdad” tal y como se titula su biografía. Esta activista tuvo una infancia difícil y una juventud llena de combatividad. En un despacho repleto de diplomas, dibujos, fotografías y banderas, Mar comienza a relatar su historia con un encanto sin parangón y una voz profunda.

Señala la imagen que preside la entrada de la sala. “El 25 de junio del 78. Esa fue la primera manifestación por la libertad sexual que se celebró en Andalucía. Que la convoqué yo. Y yo soy este canijillo que hay conforme se mira a la izquierda”. Después de donar su colección de fotos personal sobre la primera asociación LGTB andaluza -la segunda del estado-, guardó aquella como recuerdo. Considera que preservarlas en un archivo histórico es fundamental para conservar la memoria de la lucha de todo un colectivo. “Lo hice para que estudiantes, investigadores y periodistas tuvieran acceso”. Los recuerdos de la primera marcha del orgullo celebrada en Andalucía ponen sobre la mesa las vivencias Mar y los inicios de su experiencia política. De alguna forma, la lucha le ha dado las herramientas para conformar su fuerte personalidad.

“No era un sitio donde se nos enseñaba rezar a un madero para que nos arreglase las cosas; se nos enseñaba a organizarnos para luchar por las cosas”

Fundar una asociación mientras “vivía el dictador” no fue fácil; hacerlo con 18 años tampoco. Pero su activismo comenzó mucho antes porque las circunstancias le obligaron a ello. “Mira, vamos a empezar… Soy una mujer, trans, sevillana, del 57, de una familia muy humilde y mi juventud discurre en el barrio de Las Letanías. En ese barrio… pues, no sé, será algo también de naturaleza el ser una persona inquieta, una persona un poco rebelde… Ya me preguntaba muchas cosas. Yo siempre digo que la vida me golpea con dos situaciones que yo no elijo: una ser pobre, la otra ser trans. Y son dos situaciones que me obligan a repensarme y a tomar una actitud ante esas circunstancias que yo no elijo, pero que me golpean”. La primera la resuelve preguntándose por la situación tan precaria de su barrio. Sin pasos de peatones, sin semáforos, sin alumbrado público, sin guarderías, sin asociación de vecinos… “Eran cuestiones de marginalidad y de falta de servicios sociales”. En el año 1974 con todas las organizaciones políticas actuando de manera clandestina o simplemente prohibidas, las únicas asociaciones activas eran aquellas que controlaba falange: asociaciones de familia, el sindicato único o las agrupaciones juveniles del movimiento. “Sí que había una parroquia en el barrio de curas obreros. Cuando el franquismo golpea y se carga a toda la disidencia política, al Partido Comunista, al Partido Socialista, a las centrales sindicales y todos terminan disueltos sin poder realizar actividad social ni política, pues… queda un resquicio”. El único resquicio que le quedaba a la gente del barrio fueron aquellos curas obreros, parte de una corriente de la Teología de la Liberación. “Daban cabida dentro de su espacio a que los vecinos pudieran organizarse, reivindicar y denunciar situaciones de discriminación. A mí me toca convivir con una serie de chavales que se llamaban la Juventud Obrera Cristiana”. Mar asegura que allí cooperaba gente muy crítica. Incluso indica que los mayores líderes de la política andaluza salieron de ahí porque “no era un sitio donde se nos enseñaba rezar a un madero para que nos arreglase las cosas; se nos enseñaba a organizarnos para luchar por las cosas. Esa parte me gustó, porque yo tampoco me acercaba a una iglesia ñoña que me enseñaba a poner flores a las vírgenes o a coser encaje”. Con una sonrisa y con alegría recuerda que se consideraban revolucionarios y contestatarios; eso fue lo que le motivó. En ese espacio, a una joven Mar, que ya tenía consciencia de su diferencia , se le ocurre convocar una asamblea general del barrio de Las Letanías. “Esa asamblea fue constituyente para la creación de una asociación de vecinos que aún continúa, que se llama Asociación de Vecinos Libertad. La gente no sabe siquiera que esa asociación existe porque yo convoqué esa asamblea”.

Se deja así entrever la consciencia de sí misma, propia de una líder, que es plenamente capaz de reconocer sus méritos y valorar sus esfuerzos. El carisma que la caracteriza también se vislumbraba en los años 70 y lo deja bien claro cuando nos cuenta que se apropiaron de un local de Falange para ofrecer una sede a la asociación. “Dije: esto se lo vamos a robar a esta gente”, recuerda entre risas. “Una vez que nos quedamos con el local, en las paredes pintábamos a Miguel Hernández, al Che Guevara… Claro, los días que tenían que venir los directores de aquello poníamos unos trapos por las redes para que no vieran que aquello era como la sede del Buró del Partido Comunista. Esa fue mi juventud”. La mirada combativa de Mar sigue vibrando como si viera a través de los ojos de su yo adolescente. “Aclarado esto, yo me encontraba en una situación de limbo, comportándome como una niña, jugar a juegos de niña, pintarme los labios como he hecho ahora… Yo le estaba gritando al mundo con mi conducta que era una niña, y sin embargo el mundo y el entorno me respondía: tú eres un maricón”. Lo que no se nombra no existe, y por aquella época el término trans no existía. Todo se catalogaba bajo el nombre de maricón. Asegura que si de manera continua hostigas a un niño pequeño con que es maricón y no permites que exprese su identidad, al final encarna y asume lo que se le dice. Mar señala gravemente la desinformación y la ausencia de referencias para las personas trans. “Dije, pues esto soy yo. Soy un maricón, pero seré un maricón revolucionario. No me gusta vivir bajo la opresión de nadie. Ni bajo la opresión de una pobreza impuesta por un sistema capitalista injusto, ni bajo la opresión por ser disidente sexual en unas normas de comportamiento donde yo no cometía ningún delito solo por ser y amar de manera diferente”.

“Dije, pues esto soy yo. Soy un maricón, pero seré un maricón revolucionario. No me gusta vivir bajo la opresión de nadie”

El camino de la lucha es arduo y, en ocasiones, lento. Pero, según cuenta Mar, en cuestión de tres años había conseguido organizar al colectivo en la región, a la vez que ubicarse a sí misma en el mundo.

– Entonces, ¿cuándo fundáis la primera asociación LGTB en Andalucía?

– Fundé. En el año 1976.

– ¿Y lo fundas con 19 años?

– En los inicios tenía menos. El MHAR: el Movimiento de Acción Homosexual Revolucionario.

Relata entonces los inicios de la experiencia. Comienza por una llamada de teléfono a la redacción de la revista Arcadie. Conmovida por un artículo de Roger de Gaimon, el seudónimo con el que firmaba Armand de Fluvià por aquel entonces, llama para solicitar su contacto. Después de una primera negativa, la joven Mar no se rindió. “Dije: soy un maricón de Andalucía. Le dejo mi teléfono a Gaimon para que me llame”. Y al poco tiempo él llamó de vuelta. Mar pasó una semana en Barcelona en el año 1976 con Roger. Para ella fue un “máster exprés en lucha y organización”. Le dio un vuelco a su prisma. A la vuelta fundó el MHAR, la primera experiencia política de muchísimas personas del colectivo LGTB en la región. Y un año después participó en la creación de la Coordinadora de Frentes de Liberación Homosexual del Estado Español (COFLHEE) en 1977, en Madrid. Y al año siguiente, en 1978, se coronó como anfitriona de la plataforma estatal y recibió en Sevilla a organizaciones de todas las regiones del estado para la primera marcha del orgullo celebrada en Andalucía. A partir de aquí la historia no deja de escalar y Mar se sabe casi protagonista y pieza fundamental de la organización LGTB en el estado. No es para menos. Prácticamente pionera del movimiento, aún se mantiene en primera línea de batalla. Ahora tiene entre manos la negociación para la aprobación de la Ley Trans Estatal que permitirá la autodeterminación de género a las personas sin necesidad de tratamientos de hormonación, análisis psicológicos y demás ataques a la intimidad y el derecho a decidir sobre sus cuerpos. “Resulta una situación casi análoga con el feminismo. Sujetos políticos a las que niegan el derecho sobre sí mismas. Al fin y al cabo, la lucha es transversal”, aclara. Mar Cambrollé se autodenomina feminista por creer en una alternativa con un orden social igualitario y defiende el uso de etiquetas porque “lo que no se nombra no existe”, vuelve a insistir. Critica ahora aquellas feministas que señalan a las mujeres trans como responsables de reforzar los roles de género. “Nosotras no hemos inventado los roles de género, cariño, los hemos aprendido. Una de las utopías es que todos seamos seres humanos. ¿ Maricón, no te das cuenta de que mientras exista la opresión sigues necesitando las etiquetas como herramienta política? ¡A mí no me discriminan solo por ser mujer, sino por ser una mujer trans! Cuando a mí mi padre me dio una paliza no fue por verme con un libro leyendo la teoría queer, sino porque me vio vestida de niña. Que se dejen de manipular porque me parece una frivolidad pura”.

Durante el último año no han faltado polémicas alrededor de la cuestión trans, empezando por el comunicado publicado por el Partido Socialista Obrero Español en contra de la autodeterminación de género. Nada más sacar el tema Mar cambia de registro.

– ¿Respondisteis al comunicado desde ATA?

– Claro que respondimos. Los que firmaron ese documento son gente indecente que se esconde bajo las siglas del feminismo para odiarnos. Son cuatro burguesas que han estudiado el feminismo en la universidad, no mujeres que han experimentado la opresión que sufren las mujeres trabajadoras. El feminismo ha llegado a unos valores que son identitarios del mismo feminismo. Cuando no tienes esa capacidad de sororidad tu voz se parece más a la de la ultra derecha. Fuimos las maltratadas por la dictadura y las olvidadas de la democracia.

Y sigue: “utilizaron argumentos jurídicos del franquismo. Vamos, parecía un viaje de la nave en el tiempo. Si no han sido la solución a nuestra situación es porque han sido parte del problema. Que se dejen de cuentos estos necios”. Todas las mujeres que participamos en movimientos sociales deberíamos marcar distancia con estas personas.

“No hay consecuencias punibles contrala transfobia. Fuimos las maltratadas por la dictadura y las olvidadas de la democracia”

Ahora el Ministerio de Igualdad le pone trabas para seguir con la tramitación de la Ley Trans Estatal y apela a la forma jurídica del documento. Mar recuerda que a esta ley le han dado forma muchas asociaciones y organizaciones del estado y ha sido revisada por tres expertos. “Que la señora Montero sepa que no le ha dado forma el zapatero de mi barrio”. Y hace alusión a la foto en las escaleras del congreso sonrientes de hace un año, en una fecha que pretendían resignifcar -el 23 de febrero- como el inicio de un proyecto común con el colectivo trans. “Y ahora que han llegado al gobierno, la ley está reposando en un cajón. Pero la ley va a salir sí o sí, te lo dice Mar Cambrollé. No va a ser fruto de la voluntad política. El motor de cambio siempre es el movimiento social. Vamos a darlo todo porque no tenemos nada que perder. No queremos más derechos, pero no queremos menos que la igualdad”.

Con cada frase, una sentencia. Y tras esta potente afirmación, le sigue una crítica al estado de invisibilización del colectivo trans dentro de las siglas LGTB. Mar recuerda cómo las leyes hechas desde el privilegio y no desde la experiencia no llegan a ningún lado. “Las instituciones que tutelan siguen legislando desde el privilegio”. Cambrollé pide que deje de tutelar, que se escuche al sujeto político. La primera ley que despatologizaba a las personas trans se aprueba en Andalucía en el 2013. “No fue gracias a un gobierno progresista, fue gracias a que les hice dos huelgas de hambre. Fue gracias a que reivindicó el sujeto político”. Hasta los años 90, la OMS no reconoce que no es una enfermedad. En las estanterías de las universidades siguen existiendo libros que sustentan teorías patologizantes sobre la cuestión trans. “Esto sería impensable si fueran libros homófobos. Existe una marginación incluso dentro del colectivo LGTB porque el patriarcado perpetúa sus privilegios hasta aquí. Patriarcado y machismo transversal que se cuelan en el colectivo LGTB. Ni las mujeres tienen un papel fundamental dentro, y las personas trans estamos castigadas en la alcoba para que no se nos vea”.

Mil memorias más llenan una conversación tan profunda que eriza la piel de quien escucha. Su figura no deja indiferente a nadie y sus vivencias tampoco. Mar no se despide en ningún momento porque la conversación deriva y salta de aquí a allá y se pierde entre décadas. Cercanía, fuerza e historia en todas las palabras. Quizás las últimas palabras son “vamos a hacernos una foto allí antes de que te tengas que ir…”.

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Noticias

Por ATA - Sylvia Rivera 10 de enero de 2025
"Yo nena, yo princesa", balbuceó a los 2 años Luana, cuando su mamá le preguntó qué hacía jugando con unos vestidos de nena. "Hubo situaciones extremadamente violentas en el jardín de infantes en esos dos años", le dice a la BBC Gabriela Mansilla, la madre de Luana, quien desde 2009 acompaña en el proceso de afirmación de género a su hija. "El momento donde todo comenzó a cambiar fue cuando ella no solo me dijo que era una niña, sino que había elegido su propio nombre: Luana", recuerda la madre. Unos años más tarde, en 2013, Luana consiguió cambiar su nombre en su identificación personal (DNI), necesario para votar, casarse, conseguir un trabajo y para ser atendido por un médico. El hecho de haber conseguido su cambio de género, con solo 6 años de edad, la convirtió en una de las primeras niñas trans del mundo en tener una cédula oficial acorde a su identidad de género sin necesidad de que el trámite pasara por la justicia. "Mis recuerdos no son tan agradables ni alegres porque Luana sufrió mucho. No entendíamos lo que le pasaba cuando era pequeña. Los recuerdos que tengo son de su llanto incesante, de no poder dormir, de sus autolesiones, hasta que pudo ponerlo en palabras", recuerda su madre, Gabriela. Recién cuando Luana pudo decírselo, con solo 2 años, empezó a mejorar la situación para la pequeña. Gabriela se recrimina el hecho de no haber podido escuchar antes el mensaje que transmitía su hija. "No podía creer lo que estaba diciendo en ese momento", recuerda la madre de Luana sobre la etapa "difícil para la familia" en que la niña empezó a identificarse como mujer. Fue ahí que empezó un recorrido largo, que implicó la revisión de médicos, psiquiatras, psicólogos y neurólogos en un intento de reafirmar su masculinidad, consultas que empezaron a ser parte de su vida. Fue entonces cuando la niña finalmente dijo: "Mi nombre es Luana". Desde ese momento, hace más de 15 años, Gabriela buscó la manera de acompañar el recorrido de su hija como una niña trans. Es decir, una niña cuya identidad de género no coincidía con el sexo asignado al nacer. "Creo que lo que nos salvó fue simplemente escuchar a Luana y abrazarla. El amor que siento por mi hija fue lo único que salvó esta historia, porque dejé de escuchar a todos y comencé a escucharla a ella", sostiene.
Por ATA - Sylvia Rivera 9 de enero de 2025
Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, ha generado una intensa controversia con su reciente actualización de políticas de moderación. Estos cambios, introducidos bajo la dirección de su CEO, Mark Zuckerberg, han permitido que ciertos comentarios discriminatorios hacia personas homosexuales y trans, como llamarlos "enfermos mentales", ya no sean considerados como violaciones de las normas comunitarias. La decisión ha desatado un fuerte debate en torno a los límites de la libertad de expresión y la responsabilidad de las plataformas digitales. ¿Qué busca Zuckerberg con estos cambios? La decisión de flexibilizar las políticas de moderación de Meta surge en un contexto de tensiones políticas y estratégicas. Como señala Wired, Zuckerberg parece estar buscando un equilibrio entre satisfacer a los sectores más conservadores de Estados Unidos y mantener la base de usuarios más progresista que ha caracterizado a sus plataformas en los últimos años. La relación entre Zuckerberg y Donald Trump, el expresidente estadounidense, se ha vuelto un tema central en este debate. En 2021, Meta suspendió la cuenta de Trump tras los disturbios en el Capitolio, una decisión que generó una ruptura con los republicanos. Los recientes cambios en la moderación han sido interpretados por algunos analistas como un intento de reconciliarse con Trump y su base política, especialmente de cara a las elecciones presidenciales de 2024. Sin embargo, esta decisión tiene implicaciones peligrosas. Permitir comentarios como "los homosexuales y las personas trans son enfermos mentales" normaliza un discurso de odio que puede fomentar la discriminación, el acoso y la violencia contra comunidades vulnerables. ¿En qué consisten los cambios en la moderación de contenidos? Meta ha revisado su política de conducta de odio, lo que permite ahora un margen más amplio para comentarios ofensivos bajo el argumento de fomentar la "libertad de expresión". Esto incluye declaraciones que previamente eran consideradas inaceptables en Facebook e Instagram, como llamar "enfermos mentales" a personas homosexuales o trans entre otras formas de lenguaje discriminatorio. Aunque Meta asegura que estas expresiones no se permitirán si están acompañadas de amenazas explícitas o incitaciones a la violencia, organizaciones defensoras de derechos humanos han señalado que esta distinción es ambigua y que, en la práctica, abrirá la puerta a más acoso y marginalización. El cambio ha provocado una reacción generalizada de rechazo. Activistas y grupos LGBTQ+ han denunciado que Meta está priorizando sus intereses políticos y comerciales sobre la seguridad de sus usuarios. Incluso empleados de Meta han expresado preocupaciones internas sobre el impacto de estas decisiones en la percepción pública de la compañía.
Por ATA - Sylvia Rivera 8 de enero de 2025
La actriz española trans Karla Sofía Gascón ganó reconocimiento internacional por su papel en la película "Emilia Pérez" y ahora por sus palabras llenas de empoderamiento durante la edición 82a de los Globos de Oro, celebrados este domingo 5 de enero. En la ceremonia, llevada a cabo en el Beverly Hilton Hotel de Beverly Hills, California, la cinta "Emilia Pérez" recibió el premio a la Mejor Película de Habla No Inglesa por su ficción sobre un personaje trans, por lo que el director Jacques Audiard cedió la palabra a Gascón. Vestida con un atuendo naranja de Saint Laurent, inspirado en los monjes budistas, Gascón expresó: "La luz siempre vence a la oscuridad" y alentó a la audiencia a levantar la voz y decir “Yo soy quien soy, no soy quien ustedes quieren que sea".
Por ATA - Sylvia Rivera 7 de enero de 2025
El asesinato de Kesaria Abramidze fue un mazazo para la comunidad LGTBIQ+ de Georgia. El pasado 18 de septiembre, la modelo y presentadora trans fue apuñalada repetidas veces. Los vecinos hallaron su cuerpo sin vida en medio de un charco de sangre. El autor confeso, detenido y que se enfrenta hasta a 20 años de cárcel, era su expareja, un joven de 26 años con el que —según había escrito la víctima en redes sociales unos meses antes— mantenía una “relación tóxica”. Si ella, una de las personalidades más famosas del país caucásico, no había podido evitar este fatídico final y —según escriben algunos medios locales— las fuerzas de seguridad no habían prestado atención a sus denuncias, ¿cómo van a sobrevivir los restantes miembros de la comunidad al creciente ambiente de odio que se abate sobre Georgia?, se preguntan activistas y gais, lesbianas, trans y el resto de la comunidad del país caucásico. Solo 24 horas antes del brutal crimen, el Parlamento georgiano había aprobado la “Ley de Valores Familiares y Protección de los Menores”, un texto draconiano que prohíbe toda manifestación pública de lo que pueda ser considerado “propaganda” LGTBIQ+. “Las políticas de odio tienen graves consecuencias: opresión, marginalización y violencia contra el colectivo. El asesinato de Kesaria Abramidze no se puede entender sin el pesado contexto que lo rodea”, denunció el Centro para la Justicia Social de Tbilisi. Pese a que la sociedad georgiana es mayoritariamente conservadora, la legislación liberal aprobada durante las últimas dos décadas había hecho florecer a la sociedad civil; decenas de grupos de derechos o implicados en diferentes cuestiones sociales habían surgido y echado raíces. Tbilisi se convirtió así en la capital libre de la región: un punto de reunión para los pacifistas de Armenia y Azerbaiyán; una residencia para los exiliados de las autocracias vecinas; un espacio seguro para lesbianas, gais, bisexuales y personas trans. “Aunque era lento, había progreso. Organizábamos festivales, conferencias. Las políticas estatales fueron actualizadas y se añadieron menciones a la diversidad sexual. Trabajábamos en la formación de policías”, rememora Mariami Kvaratskhelia, cofundadora de Tbilisi Pride y líder del grupo activista Queer Initiative: “Personas LGTBIQ+ de Irán, Líbano, Armenia, Azerbaiyán, Chechenia... venían a vivir aquí porque se sentían más libres, más seguras”. Ya no. Cientos han huido de Georgia en los últimos años y más van a hacerlo si se confirma en el poder el actual Gobierno del partido Sueño Georgiano tras las elecciones del pasado octubre, que la oposición se niega a reconocer porque las considera fraudulentas. La formación dirigida por el oligarca Bidzina Ivanishvili ha emprendido un giro ultraconservador copiado a Rusia y Hungría que ha puesto en la diana a las personas que se alejan de lo heteronormativo. “En 2021, los políticos y dirigentes ligeramente más progresistas abandonaron Sueño Georgiano y vimos un cambio hacia postulados y políticas derechistas. Y, a partir de 2023, se hicieron realmente radicales”, explica Kvaratskhelia. Hay diversas razones para este cambio, según a quien se pregunte: el acercamiento del Gobierno a la Rusia de Vladímir Putin, congeniarse con la influyente iglesia georgiana o -según la activista- cambiar el foco del debate hacia nuevas narrativas que le permitan mantenerse en el poder. La cuestión es que se empezó a hablar, día y noche, de la necesidad de proteger a las familias y niños de la “nociva propaganda LGTBI”. “Se retiraron las menciones a esta comunidad de todos los documentos de políticas públicas, se prohibieron nuestros actos y la policía dejó de protegernos”, afirma Kvaratskhelia. Ese año 2021, Tbilisi Pride y otras organizaciones convocaron una marcha del Orgullo en la céntrica Avenida Rustaveli. Pero fueron atacados por los militantes de Alt-Info, un canal de extrema derecha devenido formación política y al que se acusa de estar financiado por Rusia. Anna Tavadze, activista queer y miembro del movimiento Shame -otro de los organizadores- estaba allí: “Fue horrible, brutal. Empezaron a agredir a los periodistas, más de 30 resultaron heridos. Perseguían a los activistas de un lado a otro, y se marcharon a atacar las oficinas de Shame y de Tbilisi Pride. La policía no hizo nada por detenerlos”. El entonces primer ministro, Irakli Garibashvili, dijo que aquello era “inaceptable para la mayor parte de la sociedad” (la marcha del Orgullo, no el ataque). Así que al año siguiente el Orgullo se celebró en un recinto apartado del centro, bajo fuertes medidas de seguridad. En 2023, intentaron replicar el festival de 2022, incluso invitando a diplomáticos extranjeros como medida de seguridad: pero los matones de Alt-Info volvieron a aparecer, destrozando los escenarios y prendiendo fuego al material. “Los policías dejaron a la contramanifestación acercarse tanto que de repente empezaron a lanzarnos botellas y piedras y me dije, si no escapo me matan. La policía empezó a gritar que evacuásemos, así que nos dimos cuenta de que era un plan para permitir a Alt-Info atacar el festival”, sostiene Tavadze: “Ninguno de los implicados han sido juzgados, lo cual lanza el mensaje de que si agredes a la gente queer no recibirás ningún castigo”. Este año, los domicilios de numerosos activistas han sido atacados, entre ellos el de Kvaratskhelia. Un día de mayo, la puerta y todas las plantas de su edificio aparecieron cubiertos de carteles con su cara y su nombre, señalándola como “Activista LGTBI” y “Agente extranjera vendida”. “Además, mi novia y yo hemos sufrido campañas de acoso online y a mi padre, que está enfermo de cáncer, le han llamado varias veces para intimidarle y exigirle que deje mis actividades”, relata.
Por ATA - Sylvia Rivera 20 de diciembre de 2024
Linger es una joven trans que comenzó a tomar estrógenos cuando entró en la universidad. En 2022, sus padres la ingresaron en un psiquiátrico para que le practicaran "'prácticas de conversión'" que incluían sesiones de electroshock. Después de años de presiones y amenazas familiares, Linger aceptó en 2022 ingresar en el hospital psiquiátrico que le habían buscado sus padres en Qinhuangdao, en el norte de China. Los médicos le diagnosticaron trastorno de ansiedad y orientación sexual discordante. Le dijeron que la única forma de curarla era someterla a electroshock. Y que se trataba de "prácticas de conversión" habituales para personas como ella, una mujer trans. Linger, de 28 años, estuvo 97 días internada. En ese tiempo, pasó por hasta siete sesiones de electroshock que le dejaron muchas secuelas, tanto anímicas como físicas. Salió del hospital arrastrando una serie de patologías cardíacas que requieren medicación de por vida. Se encerró durante meses en la oscuridad de su habitación, desconectada de las redes sociales donde se había convertido en una popular influencer gracias a sus vídeos presentando cosméticos. El pasado verano, Linger sacó fuerzas para salir del pozo de depresión al que le habían arrojado. Se dio cuenta de que no estaba enferma, sino de que los que tenían un problema eran los que cuestionaban su identidad de género. Decidió entonces denunciar al hospital por violar sus derechos con las invasivas descargas eléctricas en el cerebro. Según la Ley de Salud Mental de China, nadie puede ser sometido a la fuerza a un tratamiento psiquiátrico, y menos con terapia de electroshock, a menos que el paciente represente una amenaza para su propia seguridad o la de los demás. Los médicos del hospital, cuando fueron llamados a declarar ante un tribunal, defendieron que el ingreso era necesario porque había serio riesgo de que los padres de Linger se suicidaran por el "trastorno de su hija". Hace unas semanas, el tribunal falló a favor de Linger y condenó al hospital a pagarle una indemnización de 60.000 yuanes, que al cambio son alrededor de 7.900 euros. Es la primera vez en China que una persona trans gana un recurso legal contra el uso de prácticas de conversión mediante electroshock. La comunidad LGTB+ del gigante asiático lo ha celebrado como una victoria histórica. Linger comenzó a tomar estrógenos al comenzar la universidad, cuando comentó a sus amigos que ahorraría dinero para someterse a una cirugía de reasignación de sexo, después de la cual, en base a las regulaciones chinas, ya podría cambiar de género tanto en los registros oficiales, como en el documento de identidad. En el país asiático, este tipo de cirugías, aunque quien las solicite sea mayor de edad, requieren un consentimiento por escrito de los padres. Los de Linger nunca lo dieron. Ella pensó que cambiarían de opinión si finalmente acudía a un hospital y los médicos certificaban que no padecía ningún trastorno. Nunca pensó que lo primero que harían sería ingresarla a la fuerza. "Me ataron a una cama con cuerdas y me estuvieron dando descargas eléctricas durante muchos días", denunció en sus redes sociales tras salir del hospital. Entre la comunidad LGTB+ de China circulan con frecuencia informes de grupos de derechos humanos sobre cómo muchas personas homosexuales y trans son sometidas en clínicas públicas y privadas a las llamadas terapias de conversión, que van desde las sesiones de electroshock hasta la hipnosis. https://www.msn.com
Por ATA - Sylvia Rivera 19 de diciembre de 2024
La nueva serie de Pixar, En la victoria o en la derrota, programada para llegar a Disney+ el 19 de febrero de 2025, ha captado la atención por motivos más allá de su innovador enfoque narrativo. En el centro de la polémica se encuentra la eliminación de una trama que incluía a un personaje trans, una decisión tomada por Disney que ha despertado tanto sorpresa como críticas en redes sociales. A pesar de que la serie promete explorar diversas perspectivas dentro de un equipo mixto de softball, esta modificación plantea interrogantes sobre el compromiso del estudio con la representación inclusiva y las razones detrás del cambio. De hecho, ha encendido un debate en las redes sociales donde se acusa a la casa del ratón de censurar a la comunidad LGTBQ+. La serie, que sigue las experiencias de un equipo mixto de softball juvenil, pretende explorar perspectivas variadas, desde jugadores hasta entrenadores y árbitros. Originalmente, uno de los episodios abordaría la experiencia de un personaje trans, interpretado por la actriz trans Chanel Stewart. Sin embargo, Disney informó a Stewart que su personaje sería representado ahora como una chica cis, dejando fuera la narrativa trans que ella consideraba crucial para dar visibilidad y empoderar a jóvenes trans. No es la primera vez que Disney toma una decisión controvertida Esta decisión ha reavivado las críticas hacia Disney, que en el pasado ha enfrentado reacciones por su manejo de contenido LGBTQ+. Películas como Lightyear y Mundo extraño generaron polémica por incluir relaciones del mismo sexo, mientras que otros proyectos animados han sido modificados o postergados para evitar conflictos con audiencias conservadoras o mercados internacionales con restricciones en este tipo de contenidos. Por otro lado, en Del revés 2, Pixar optó por suavizar una trama que inicialmente insinuaba una atracción entre Riley y Valentina, limitándose a una relación de fascinación platónica. En ambos casos, Disney justificó estas decisiones como una manera de mantener su contenido accesible para audiencias globales, especialmente en mercados donde la representación LGBTQ+ enfrenta restricciones o rechazo. Disney se explica En esta ocasión, Disney declaró que su decisión de eliminar referencias a la identidad de género en En la victoria o en la derrota fue tomada hace meses, según recoge Variety. Según un portavoz de la compañía, “Cuando se trata de contenido animado para un público más joven, reconocemos que muchos padres prefieren discutir ciertos temas con sus hijos en sus propios términos y cuando lo consideren apropiado”. Este argumento, aunque destinado a tranquilizar a audiencias conservadoras, ha sido recibido con escepticismo por quienes consideran que refleja un retroceso en la inclusión. Por su parte, Chanel Stewart, quien fue seleccionada para el papel a los 14 años, expresó su desilusión ante la decisión de Disney. "Las historias trans importan y merecen ser contadas", comentó en una entrevista con Deadline. Su madre, Keisha, también se mostró crítica, argumentando que la exclusión de la trama era un retroceso para la representación LGBTQ+ en los medios. "El mundo en el que vivimos necesita reflejar a todas las personas", subrayó. https://vandal.elespanol.com
Por ATA - Sylvia Rivera 18 de diciembre de 2024
Los críticos afirman que el informe científico en el que se basa la prohibición, en vigor a partir del 1 de enero de 2025, está sesgado ideológicamente y no incorpora testimonios de niños y adolescentes trans. Reino Unido ha prohibido los bloqueadores de pubertad para niños y adolescentes menores de 18 años, lo que lo convierte en el último país europeo en limitar el acceso al tratamiento para los menores trans. La norma prohíbe temporalmente la venta y el suministro de estos medicamentos, que retrasan los cambios físicos asociados con la pubertad como el crecimiento del pecho, los testículos o el vello corporal. Está prevista que entre en vigor el 1 de enero de 2025. La decisión se basa en un estudio científico que ha sido criticada por su sesgo. Hilary Cass, la investigadora detrás de esta revisión, no tenía experiencia profesional trabajando con jóvenes trans y consultó activamente a políticos contrarios a los derechos trans durante su investigación. Unos investigadores de la Universidad de Yale (EE.UU) hicieron una crítica detallada y cuantitativa del informe, revelando que Cass no había incorporado a personas trans en su proyecto y había omitdo información crucial en su informe basándose en una metodología poco profesional. Los bloqueadores se ofrecen a los niños que manifestan sentirse identificados con el sexo opuesto al que les fue asignado al nacer, en correspondencia con sus características sexuales primarias, con el objetivo de que consideren su identidad de género. Más tarde, los adolescentes pueden comenzar a tomar hormonas como estrógenos o testosterona para desarrollar el género con el que se identifican, u optar por cirugías cuando alcanzan la mayoría de edad. Un puñado de países europeos como Suecia, Dinamarca y Francia también han decidido limitar su uso en medio de un intenso debate médico sobre cómo cuidar al creciente número de niños y adolescentes que se identifican con un género opuesto al asignado. ¿Ha cambiado el debate público sobre los derechos trans? Existe un aparente cambio de rumbo con respecto al llamado “protocolo neerlandés”, que durante años se consideró el estándar para la atención médica de las infancias y adolescencias trans. En la década de 1990, las clínicas de Países Bajos comenzaron a ofrecer bloqueadores de pubertad y tratamientos hormonales a niños y adolescentes, que antes tenían que esperar hasta la edad adulta para acceder a este tratamiento. En un estudio publicado en 2014, unos investigadores neerlandeses informaron que el acceso a estos tratamientos había mejorado la salud mental de los pacientes y frenado su "disforia de género", que es cuando alguien experimenta angustia porque su identidad de género no coincide con su sexo asignado al nacer. ¿Cómo abordan los países europeos los bloqueadores? Hay que diferenciar de nuevo entre la legislación para los bloqueadores de pubertad, puesta ahora en cuestión por Reino Unido, y la de las hormonas, que efectúa mayores cambios corporales. La web Trans Health Map 2024 muestra en sus datos abiertos los nueve países de la Unión Europea donde los bloqueadores no están disponibles: Irlanda, Letonia, Lituania, Chipre, Luxemburgo, Eslovaquia, Hungría, Rumanía y Bulgaria. El caso de España es particular: solamente en Cantabria, Extremadura, Andalucía, Aragón, Cataluña y Baleares se puede acceder a los bloqueadores, debido a la descentralización de las competencias en Sanidad de las Comunidades Autónomas. Respecto al tratamiento hormonal, según los datos de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales, solamente Portugal, Italia, Austria, Croacia y Lituana no permiten que los adolescentes accedan a un tratamiento hormonal hasta los 18 años. Algunos países priorizan los servicios de asesoramiento y apoyo sobre las intervenciones médicas para jóvenes trans. En Noruega los bloqueadores de la pubertad se limitan a los ensayos clínicos. Las autoridades suecas afirman que los riesgos superan los beneficios de los bloqueadores de pubertad, pero que el tratamiento se puede ofrecer en casos "excepcionales" a los adolescentes. Francia adopta un enfoque más abierto. La academia médica francesa permite que los bloqueadores de pubertad estén disponibles a cualquier edad con el consentimiento de los padres, pero alienta "la mayor cautela" en su uso dados los posibles efectos secundarios a largo plazo. En Finlandia, se pueden administrar tratamientos hormonales a los adolescentes si está claro que su identidad de otro género es de "naturaleza permanente y causa una disforia grave". Y en España y los Países Bajos están disponibles a través de atención especializada. Otras partes de Europa están tomando medidas para restringir la atención médica para personas trans. En Georgia, por ejemplo, el Parlamento -donde el partido gobernante prorruso tiene mayoría- aprobó una prohibición de toda la atención médica para personas trans en un intento de preservar los "valores familiares". En otros lugares de Occidente, como Estados Unidos, el retroceso continúa. 'Human Rights Campaign', la mayor organización de Estados Unidos de defensa de los derechos LGBT, ha recopilado más de 525 proyectos de leyes anti-LGBT presentados, de los cuales 70 han sido convertidos en leyes y 220 dirigidos contra las personas trans. https://es.euronews.com
Por ATA - Sylvia Rivera 16 de diciembre de 2024
La identidad de género es un derecho humano fundamental que debe ser respetado en todos los ámbitos, incluida la política. Recientemente, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), reafirmó este compromiso, en una sentencia que asegura a las mujeres trans participar en la política y acceder a cargos de elección popular sin que su identidad de género sea vista como un obstáculo para cumplir con el principio de paridad[1]. Contexto El caso surgió a partir de la asignación de regidurías en el Ayuntamiento de Zamora, Michoacán, donde una candidata trans fue registrada como mujer. Sin embargo, la Sala Regional Toluca modificó la asignación de regidurías por considerar que la inclusión de una candidata trans en una cuota destinada a mujeres afectaba el principio de paridad. Ante esto, la Sala Superior del TEPJF corrigió esta decisión, aclarando que la identidad de género de las mujeres trans debe ser reconocida, por lo que, su participación en las listas de candidaturas mujeres no vulnera la paridad de género (recurso de reconsideración SUP-REC-1182/2024). El TEPJF sostuvo que las mujeres trans, al autoadscribirse como tales, deben ser reconocidas en los procesos electorales en igualdad de condiciones que las demás mujeres. Interpretación armónica de la paridad y la identidad de género El principio de paridad de género no solo se trata de equilibrar numéricamente a hombres y mujeres, sino de garantizar el derecho de cada persona a ser reconocida según su identidad de género. Al respetar la autodeterminación de una mujer trans, se sigue cumpliendo con el objetivo de tener una representación igualitaria de mujeres en los cargos de elección popular. Por el contrario, excluir a las mujeres sería una interpretación restrictiva del principio de paridad que contradice los avances en materia de derechos humanos. Línea jurisprudencial La decisión se sustenta no solo en el marco jurídico mexicano y en compromisos internacionales, sino también ha sido la línea jurisprudencial del TEPJF. Casos como el SUP-JDC-304/2018, conocido como el Caso Muxes, el TEPJF asentó el criterio de que la autoadscripción debe ser respetada sin que pueda ser utilizada de manera fraudulenta. Asimismo, en el SUP-JDC-74/2022, se ratificó que las mujeres trans tienen pleno derecho a ocupar espacios reservados para mujeres, y su inclusión no afecta el principio de paridad. Conclusión La inclusión y la paridad pueden y deben coexistir. El principio de paridad es un mandato flexible e incluyente, que garantiza que todas las personas, con independencia de su identidad de género, accedan a cargos de representación política en condiciones de igualdad. Con este fallo el TEPJF no establece nuevos derechos, sino que reafirma su compromiso con la inclusión y la diversidad, abriendo paso a una democracia más amplia, en la que las mujeres cis y trans puedan compartir y disputar espacios, enriqueciendo el debate y participación política. https://lasillarota.com
Por ATA - Sylvia Rivera 12 de diciembre de 2024
La actriz y directora Marta Nieto ha presentado en el Festival Internacional de Cine de Almería (Fical) su largometraje 'La mitad de Ana', un film en el que explora la infancia trans a través de una familia monoparental en la que una madre "vuelve a reencontrarse con quien era" como mujer conforme adapta su perspectiva a una nueva realidad. "Para mí era importante abrir la conversación hacia la infancia trans", ha explicado la directora en una rueda de prensa en la que ha incidido en que "el niño no tiene ningún problema, está explorando y es su derecho. Somos los adultos los que tenemos que aprender a gestionar todos esos miedos y todas esas dudas para poder darles herramientas". Acompañada por la actriz Sonia Almarcha, la cineasta ha apuntado que son los adultos quienes tienen la responsabilidad de reeducarse ante este tipo de situaciones para generar un "espacio de libertad" y "de expresión de género" en el que, además, gestionar su propia incertidumbre. Con ello, ha abundado en que el punto de vista de esta historia, que también protagoniza, resulta "fundamental" para comprender el relato. "A veces te pasa una crisis, te quieres morir y al cabo de un tiempo, con perspectiva, la miras y agradeces el cataclismo, porque has aprendido a ver las cosas de otra manera", ha valorado. La película, que tuvo su preestreno en la Seminci y que llegará a los cines el próximo 10 de enero, cuenta con la intérprete Sonia Almarcha, quien ha valorado así cómo su personaje representa al fin a un aparte de la sociedad "reticente a los cambios" ante la idea de "perder algo". "Hay mucho amor por ella, por su sobrina, por todo lo que está pasando, pero no acaba de entender, es demasiado nuevo, pasan muchas cosas alrededor", ha apuntado en relación al reflejo de una sociedad "bastante mayoritaria todavía" que se resiste a la existencia de "otras fórmulas" sociales. La directora, quien contempla continuar con su carrera como actriz más allá de este primer largometraje con el que compite en la sección nacional 'Ópera prima' de Fical, ha relatado que fue una "fricción propia" sobre su maternidad la que le llevó a este proyecto. "A modo de exorcización me puse a escribir y tuve la suerte de entrar en la residencia de la Academia", ha dicho en relación a cómo la composición de la película fluyó "de una manera muy orgánica" hasta ponerse al frente de la dirección de una obra que, con pocos de personajes, trata de desarrollar la historia "con sutileza" pero con intérpretes que "encarnaran los personajes de manera sólida". En este sentido, ha valorado su experiencia a la hora de rodar con niños, como fue la actriz Noa Álvarez, quien pese a su corta edad "ya en el casting entendía el conflicto" que se generaba en la película, lo que además pudo trabajarse con un coach detenidamente durante varios meses antes de comenzar el rodaje de las escenas. https://www.europapress.es
Por ATA - Sylvia Rivera 10 de diciembre de 2024
Nick Dumont, de Oppenheimer, sale del clóset como transmasculino y no binario Nick Dumont, conocido por su papel como Jackie Oppenheimer en la exitosa película Oppenheimer de Christopher Nolan, ha compartido una importante revelación sobre su identidad de género. A través de un comunicado difundido por su representante, Dumont ha anunciado que es una persona transmasculina y no binaria, lo que marca un paso significativo en su proceso de visibilidad y autenticidad. El actor, que ha trabajado en diversos proyectos en la industria del cine y la televisión, explicó que aunque continuará utilizando su nombre profesional de Emma Dumont en su carrera, en su vida personal prefiere ser llamado Nick. Además, Dumont ha actualizado su biografía en Instagram para reflejar su identidad de género, utilizando el nombre de Nick Dumont y los pronombres they/them (elle), los cuales son más representativos de su identidad no binaria. Esta revelación llega en un momento en que la representación de personas trans y no binarias está ganando cada vez más visibilidad en la industria del entretenimiento, un ámbito que ha sido históricamente limitado para la comunidad LGBTQ+. Con este gesto, Dumont no solo se muestra como un referente de autenticidad para muchos, sino que también contribuye a la creciente visibilidad de identidades que no encajan dentro de los tradicionales binarios de género. El papel de Jackie Oppenheimer en la película Oppenheimer, que narra la vida del físico J. Robert Oppenheimer y el desarrollo de la bomba atómica, fue una de las actuaciones más notables de Dumont en el cine reciente. Sin embargo, su carrera se extiende más allá de este filme. A lo largo de su trayectoria, ha participado en diversos proyectos como Aquarius (2015), la película Inherent Vice (2016), T@gged (2017), la serie The Gifted, y en películas de 2021 como Airplane Brenda y Wrong Turn. En todos estos proyectos, Dumont ha mostrado su versatilidad como actor, y ahora, con su declaración, también se posiciona como un referente en cuanto a la aceptación y representación de identidades diversas.
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