La negativa de reconocer a las personas trans y no binarias en las leyes llevó a que, en octubre del 2022, se presentaran dos amparos colectivos ante un Juzgado Federal para que el Gobierno del Estado de Chihuahua implementara los servicios necesarios de salud para garantizar a las personas gestantes, el acceso a un aborto libre y seguro.
“Muchas veces ni siquiera se concibe la idea de que un hombre trans tenga la capacidad de gestar”, menciona Marce Casman, del colectivo Mutantes Disidentes, de Sinaloa. Esta invisibilización forma parte de la cisnormatividad (del prefijo “cis”).
En este sentido, Dante Ureta, hombre trans de Sinaloa (estado en donde se especifica que el aborto también es legal para personas gestantes) dice que la atención médica se centra en esa dualidad, mujer y hombre, y en general no se piensa en el resto de las personas con una identidad sexual no binaria. Por ejemplo, explica Ureta, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) entrega cartillas de salud, donde se especifica que si eres hombre tienes derecho a ciertas consultas y si eres mujer a otras. En último caso, las consultas ginecológicas, por ejemplo, no están dentro de las cartillas de salud de hombres, por lo que se vuelve una tarea burocrática para los hombres trans acceder a este tipo de atención cuando ya se han cambiado el nombre legalmente.
“Eso sin hablar de que cuando ya tenemos procesos de reemplazo hormonal y demás, los médicos no saben cómo tratar o atender nuestros cuerpos, lo hacen en total desconocimiento, porque desde la escuela no se les enseña que existimos, porque a la medicina no le ha interesado el tema de la salud trans”, agrega Ureta.
Ninde MolRe, abogada especialista en género y acompañante de procesos de justicia sexual y reproductiva en México, está de acuerdo con esto y cree que el aborto en hombres trans y personas no binarias: “ni siquiera es un derecho del cual se hable públicamente”. “Cuando hablamos del derecho al aborto estamos hablando de mujeres cis y eso es lo que tenemos en el imaginario y esto deja por fuera a todas las personas con capacidad reproductiva que forman parte del espectro no heterosexual y no cisgénero”, piensa MoIRe.
La discriminación en los servicios de salud es visible para hombres trans y personas no binarias que deciden interrumpir su embarazo, ya que suelen ser víctimas de que no se refieran a ellos o elles con el género que se identifican. Suele manifestarse con el uso incorrecto de los pronombres y con la negación de reconocer y utilizar el nombre que han elegido.
“Si no tienen arreglado su nombre, por así decirlo, en la situación legal, está la parte de tener que decir ‘soy mujer, necesito consulta’ y estar soportando que te estén hablando con tu nombre legal y no con tu nombre elegido o tu nombre social, y por ende que te estén haciendo misgender, que vendría siendo que te estén hablando de una manera que no te representa”, explica Marce Casman, como acompañante de estos procesos en el sistema de salud.
Mariel Yee, jefa del departamento del área de Diversidad Sexual y Orientación de Género de la Secretaría de las Mujeres en Sinaloa, comentó que el misgender en los servicios de salud se presenta, principalmente, debido al desconocimiento del personal médico sobre las identidades trans, orientaciones sexuales y expresiones de género.
Una situación que no es nueva. Para la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) las personas trans enfrentan una exclusión sistemática del sistema de salud y seguridad social. De acuerdo con un diagnóstico de la CEAV y Fundación Arcoíris (2016), tres de cada cinco personas trans consideró que no existen establecimientos públicos adecuados para la comunidad LGBT+. Mientras que en los resultados del Diagnóstico Situacional de las Personas LGBTIQ de México (2015) se encontró que 46% de las mujeres trans y 44% de los hombres trans reportaron dificultades para acceder a servicios médicos.
Si en algo están de acuerdo todos los colectivos que trabajan por visibilizar la existencia de los hombres trans y las personas no binarias, con capacidad de gestar, es en la necesidad de que en México y en otros países se creen protocolos de atención diferenciados para que, en el caso del aborto y otros servicios médicos, se les reconozcan y respeten sus derechos.
*#HablemosDelAborto es una conversación digital y periodística, entre México y Colombia, que lucha en contra de la penalización social del aborto en América Latina y los efectos que deja en las mujeres, hombres trans y personas no binarias. Fue organizada por Mutante, en alianza con El Espectador en Colombia, y en colaboración con Lado B, Página 3, Istmo Press, Revista Espejo, Amapola Periodismo Transgresor, La Marea y Pie de Página, de México. Tuvo el apoyo del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE). Si busca más información, le invitamos a conversar en las redes sociales de los medios aliados.
Texto: Alexandra Figueroa / Revista Espejo*
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