Abolir el género

ATA - Sylvia Rivera • 16 de enero de 2020

¿Qué significa abolir el género para el feminismo? ¿Cómo encajamos esta idea con las necesidades de las personas trans? La autora plantea una premisa para empezar: abolir el género no es abolir las diferencias, sino las estructuras de poder asociadas a ellas.

A Erik le gusta jugar con muñecas y también el fútbol. Es un chico trans. Ha hecho su transición, pero no termina de encajar en el estereotipo masculino. Esto es habitual, lo cuentan desde la Asociación de Familias de Menores Transexuales del País Vasco, Naizen . Al principio, los niños y las niñas trans suelen cumplir con estereotipos de género para que se les reconozca como lo que son, pero una vez que se les acepta, ya no sienten esa necesidad.

Las feministas ya lo sabemos, ser mujer no se nace, se hace. Nacemos con un determinado sexo, que se entiende como natural en función de los genitales. Éste es el que nos toca, y los roles asociados a él no son naturales sino culturales. Esos roles, que conforman el género mujer, nos someten, por un lado, desde el patriarcado, y por otro, desde el capital, que se sirve de esas opresiones para reforzar la estructura de clases sociales y de explotación. En esta línea, desde un amplio sector del feminismo vemos la necesidad de abolir el géneros .

«La posmodernidad cuestiona todo aquello que se da por natural cuando es cultural e impuesto»

Podríamos decir que esta línea de pensamiento, que cuestiona todo aquello que se da por natural cuando es cultural e impuesto, se ha desarrollado hasta desembocar en un grupo de discursos que se entienden por postmodernos. Es decir, cuestionan lo natural o real, quién lo decide y para qué. Según expone Terry Eagleton en su libro La idea de Cultura. Una mirada política sobre los conflictos culturales (2007), el desarrollo de estas teorías postmodernas ha derivado –no siempre, diría yo, pero sí en algunos casos- en “una tecnocracia triunfalista que cree poder vencer a todo excepto a la mortalidad”. La idea de fondo es que un amplio dominio de la tecnología y de la ciencia nos puede emancipar por completo de la biología. Si hacemos una breve retrospectiva, está bien recordar que la idea de dominar la biología, y en especial las tecnologías de la reproducción, fue central en el tecnofeminismo de los años 70 de Estados Unidos y Gran Bretaña, con exponentes del feminismo radical como Shulamith Firestone. El ejemplo más paradigmático y cercano es el derecho al aborto.

Eagleton no parece tener presentes en su discurso las teorías tecnofeministas, y obvia que, para quienes no controlamos los procesos discursivos o tecnológicos, deconstruirlos para crear los nuestros es esencial. Aun así, hace una crítica muy acertada a una serie teorías que se resisten a aceptar los límites materiales que la realidad impone a los discursos y que resume en una frase que me gusta: “La muerte es el límite del discurso, no un producto de él” . Para él, estas teorías, llegadas sobre todo de Estados Unidos, caen en lo que él llama “síndrome de California”. Aunque no menciona a Judith Butler, considero que la autora es en la actualidad un exponente paradigmático de este síndrome.

Lenguaje, sexo y género

A Judith Butler se le critica que siempre que dice que va a hablar de los cuerpos, termina hablando del lenguaje . Es decir, culmina en un discurso autorreferencial en el que decir cosas es hacer cosas, lo que ella llama performance o lenguaje performativo. Describe que tanto el sexo como el género son categorías culturales naturalizadas a través de los actos de habla: mediante repeticiones en el tiempo hemos creado un hábito normativo que debe ser deconstruido. Para Butler no solo el género es un constructo cultural, también lo es el sexo. Si quisiéramos entender esto desde una base material que la autora no menciona, podríamos aludir a los estudios que dicen que el sexo es un espectro , y que el binarismo macho-hembra es la forma impuesta social, que requiere de hombres y mujeres normativos, dejando a todo lo que sale de esa fórmula en el campo de la anomalía. Cómo esto sostiene la idea de familia tradicional que refuerza el patriarcado, la propiedad privada y es nuclear en el capitalismo, da para otro artículo.

Volviendo a Butler, a partir de su idea de lo performativo desarrolla la teoría queer o, como le gusta llamarla a un sector del feminismo que la desprecia, la ideología queer o queerismo. La expresión ideología queer recuerda, desafortunadamente, a la de ideología de género con el que los sectores conservadores rechazan las teorías feministas. Aquí es donde un cierto sector del feminismo cierra filas: se están mezclando sexo, género e identidad ; esta mezcla es una hecatombe, la idea de mujer se vacía de contenido, el sujeto político del feminismo se desdibuja, la socialización como hembra-mujer es distinta de las demás, permitir que el género sea una identidad supone esencializar y fomentar los roles de género; si transfobia es abolir el género, pues somos tránsfobas, asumen. Además, añaden, ellas no hablan desde sentimientos como la empatía que puedan sentir por las personas trans, sino que hablan desde la razón, porque no dejan que lo empático nuble lo racional.

«El poder necesita ocultar los términos en los que se basa su discurso para esconder que son creados aunque se hayan naturalizado»

El problema, dicen las antiqueeristas más moderadas, no está tanto en las personas transexuales que se someten a una intervención quirúrgica, sino en aquellas que no quieren hacerlo. Si admitimos que el género es un rol impuesto culturalmente que oprime especialmente a las mujeres, el hecho de que haya personas que reivindiquen tener ese género oprimido cuando no tienen el cuerpo de una hembra supondría reafirmar la existencia de ese género que queremos abolir. Suena lógico, pero la navaja de Ockham no suele funcionar: la explicación más sencilla casi nunca es la más adecuada. Yo estoy más con Wendy Brown cuando afirma que la teoría debe permanecer en movimiento. La política, o el poder, están en desacuerdo con el proyecto de creación de sentido , porque necesita ocultar los términos en los que se ha forjado su discurso para esconder que son términos creados, aunque se hayan naturalizado. Es decir, cierto sector del feminismo pretende obviar que el objetivo de abolir el género, tal y como la formulábamos, nos ha servido hasta cierto momento, pero el diálogo con las personas trans pide que revisemos su significado. Negarlo es querer afianzarnos en un poder discursivo que nos permite seguir con nuestro discurso sin moverle ni una coma. Resulta que, al final, quienes dicen criticar el queerismo postmoderno caen en la trampa. Porque acaban creyendo que su discurso es la verdad, y que la realidad no lo limita. Es decir, si una realidad que desconocía o no tenía en cuenta viene a trastocar mi razonamiento, prefiero negar dicha realidad a replantear mis razones.

El queerismo, dice cierto sector del feminismo, introduce, no en la teoría sino en la práctica política, un reforzamiento de las propuestas rígidas que propone el patriarcado. La teoría queer, dicen, hierra al proponer que estar conforme con el sexo implica estar conforme con los mandatos de género. Y por eso, cisexual sería una categoría tramposa y antifeminista . Si se supone que la mujer cis es la que está conforme con su género, sería lo contrario a la mujer feminista. Pero no es tan sencillo. Las mujeres trans no es que no estén conformes con el género masculino que se les asignó al nacer, es que su identidad sexual es mujer . Como mujer feminista cis, no tengo un problema con mi identidad de género, no necesito que se me reconozca otro género; mi problema es con los roles de género. Y eso puede pasarle también a una mujer trans: quiere ser reconocida como mujer, pero no cargar con dichos roles. La realidad está imponiendo un límite a nuestro discurso por mucho que lo repitamos y suene razonable, y tenemos que replantearnos la cuestión del género. Sigamos cuestionando la idea de que lo trans viene a reforzar los conceptos patriarcales del género. Si hay una persona nacida con genitales de hombre, que sabe que es mujer y decide no someterse a una intervención quirúrgica, ¿afianza el rol de género? ¿Cómo? ¿Por llevar pendientes, tacones, falda o pintándose los labios? ¿Y si no los lleva? ¿Hablamos de eso cuando hablamos de estar conforme con los mandatos del género? Y si, como Erik y tantos niños y niñas trans no cumple con los estereotipos de su género, ¿qué es? ¿Es menos trans, es menos niño o es menos peligroso? Y si, como mujer trans, lucha contra los rolles de género que padece y que a Ana Patricia Botín casi ni le rozan, ¿quién afianza o abole el qué?

Porque éste es el miedo de ese sector que habla de ideología queer. Que se nos cuelen los hombres vestidos con faldas. Sorprende ver que algunas de esas mismas detractoras sigan llevando pendientes y maquillaje, cumpliendo con el estereotipo de mujer. Es verdad que otras tienen el pelo corto y van con la cara lavada. Ah, entonces, ¿ya han abolido el género? ¿Es que era tan fácil? ¿O es que estamos confundiendo los estereotipos estéticos –que también pueden y deben cuestionarse- con el género como forma de opresión? ¿El síntoma con la enfermedad? ¿La identidad de género con sus roles? Como feminista radical y marxista pensaba que el problema de los roles de género era de raíz , estructural y material. Monique Wittig explica muy bien la asociación entre género y clase. Ésta se ancla en el menor acceso al trabajo, en los salarios más bajos, en los roles de cuidado no valorados, en las violencias que padecemos por el hecho de ser mujeres, mayoritariamente a manos de hombres cis y en función de la violencia patriarcal. El género no es solo una cuestión performativa, es una cuestión de poder . Es fundamentalmente una cuestión de clase, más que de estética o de discurso. Y ahí, en esa opresión que hace al género, las personas trans tienen algo que decir. ¿O vamos a pensar que no han sido personas a las que no se ha aceptado desde la infancia, cuando no se les ha maltratado directamente?

Por si alguien tiene alguna duda, los datos. Según recogen Rosa Maria Garcia , Andy AF y Artizar en el libro Feminismos. Miradas desde la diversidad (2019) : “Alrededor de un 35% de las personas trans están desempleadas. Un 48% de las mujeres trans ha ejercido la prostitución en algún momento de su vida , en su mayoría motivadas por la falta de acceso a cirugías y/o tratamientos hormonales, y más aún por simple supervivencia, al no poder acceder a un puesto laboral. Una mujer trans tiene 49 veces más probabilidades de contraer el VIH u otras enfermedades de transmisión sexual. El 60% de las mujeres trans ha sufrido depresión en algún punto de su vida debido a la agresión constante por su identidad. La tasa de intentos de suicidio es del 41% frente al 1,6% de la población general. Existen muchas más probabilidades de ser asesinadas por ser mujeres trans; las cifras no están contabilizadas pues la mayoría de las veces se registra como asesinatos a hombres y/o se considera asesinato homófobo. Las tasas de alcoholismo y la drogodependencia son muy superiores a las de la población general. Mientras, la esperanza de vida es de tan solo 35 años en América Latina (estimamos que de 50 en España) debido a la exclusión social”.

La ley y la política del miedo

Si hay un sitio donde el lenguaje hace cosas por excelencia, es en el derecho, donde las palabras dejan de ser teoría, dejan de tener movimiento y quedan selladas –aunque sabemos de sobra que la ley, sin recursos materiales para que se cumpla, es papel mojado-. El meollo es qué se entiende por identidad de género en un texto legal cuando no ha habido una reasignación genital y si lo que queremos es despatologizar. Despatologizar pasa por no tener necesidad de diagnosticar. Así lo recoge la modificación de 2019 a la ley por los derechos de las personas trans en el País Vasco . El problema del que alerta cierto sector del feminismo es que, al reformular así la ley, el género se define entonces como identidad sentida. Esto supone que, en vez de ser una categoría atribuida de forma colectiva, algo que se asigna, pasa a ser subjetiva e individual, lo cual puede llevar al problema que siempre citan: en México, el colectivo Muxe de Oaxaca denunció que varios hombres se habían declarado transgénero para registrarse como candidatos en cuotas destinadas para las mujeres.

Bea Sever , presidenta de Naizen, dice que todas las personas tenemos un género subjetivo asignado, no solo las trans, pero nadie lo pone en duda porque concuerda con nuestro sexo. Siguiendo con el tema legal, argumentar que existe un grupo de hombres que utilizó la ley en su beneficio parece más bien el discurso de trinchera , porque ya sabemos que hecha la ley hecha la trampa, y no por eso cuestionamos todas las leyes. Desde la izquierda, al menos, no cuestionamos las ayudas sociales, aunque sepamos que siempre va a haber quien se aproveche de ellas; tampoco la ley de violencia de género aunque sepamos que existen las denuncias falsas. En cualquier caso, pedimos que esas leyes se mejoren , pero no negamos su necesidad con base en quienes las utilizan de forma fraudulenta.

«Todas las personas tenemos tenemos un género subjetivo asignado, no solo las trans»

Estoy de acuerdo con hacer crítica y con observar qué podría pasar con otras leyes al introducir un cambio en un texto. Pero defender que hablar de cuerpos gestantes –término que reconozco que no me convence por esconder la categoría mujer– abre las puertas a la gestación subrogada, supone desvirtuar el debate. Porque la gestación subrogada sigue dando los mismos problemas independientemente del cuerpo que se alquile. Tampoco debería suponer un problema hablar, cuando se dé, de hombre gestante en el caso de que un hombre trans se quede embarazado. En cualquier caso, no podemos amparar discursos que niegan a otras la posibilidad de despatologización, en los que, compañeras oprimidas, ven de nuevo su lucha relegada a un segundo plano; en los que se acusa a otras de impedirnos abolir el género, con lo bien que cuadraba esto en nuestra cabeza antes de fijarnos en que ellas también estaban. ¿Qué vamos a hacer? ¿Parapetarnos en nuestros logros a costa de obviar otra parte de la realidad? Ese tipo de discursos son racionales, pero sí parten de un sentimiento: el miedo . Miedo a perder esa pequeña cuota de poder afianzada en conceptos que se han naturalizado. Todos los discursos siempre nacen de algún sentimiento, la clave está en cuál escogemos al ponernos a teorizar. Porque en el caso de que hubiera hombres fingiendo ser mujeres para aprovecharse de la ley, tendríamos que pensar fórmulas legales para evitar las trampas pero que no patologicen a las personas trans.

El género se da por supuesto desde la subjetividad compartida y debido a un hábito que asocia sexo y género, y se espera que cada cual cumpla con determinados estereotipos que lo demuestren, y que se someta a sus roles asociados. Para romper con ese hábito y no esencializar los géneros a través de estereotipos simples, podemos proclamar, como las xenofeministas , que hay tantos géneros como personas . Y, sobre todo, abolir el género no es abolir las diferencias ni las identidades, sino las estructuras de poder asociadas a ellas, sus roles . Esta lucha pasa por disputar el discurso sobre nuestros cuerpos. Y ahí, el feminismo arrebatando la potestad médica sobre las técnicas de reproducción y las trans exigiendo el fin del diagnóstico, estamos todas juntas. Las xenofeministas nos han dado el lema en su manifiesto de 2015 : “Si la naturaleza es injusta, ¡cambiemos la naturaleza!”.

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Noticias

Por Mar Cambrollé Jurado 16 de diciembre de 2025
Un tribunal de Lima en Perù condenó este lunes a 17 años de prisión a cada uno de los tres policías que torturaron y violaron a una mujer trans en una comisaría en 2008, un caso por el que fue sancionado internacionalmente el Estado peruano. La sentencia fue leída durante la audiencia final del juicio oral iniciado en enero, y que fue transmitida por el canal del Poder Judicial. En abril de 2020, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó a Perú por la brutal agresión que sufrió Azul Rojas cuando tenía 34 años, tras ser detenida en una comisaría del norte de Perú. Dos años después, en un hecho histórico para la comunidad LGBT y Trans, el gobierno peruano pidió perdón a la víctima. Por pedido de la justicia interamericana, Perú siguió con las investigaciones contra los acusados, que respondían al juicio en libertad. Este lunes, el tercer juzgado penal dictó su sentencia por los delitos de tortura agravada y abuso sexual. «Se impone una condena de 17 años de prisión para los efectivos policiales Dino Ponce, Luis Quispe y Juan León», según el fallo. La justicia ordenó la reclusión inmediata de los tres condenados. Según pudo probar la fiscalía, los efectivos policiales detuvieron y agredieron a Azul Rojas en una comisaría de la localidad de Casa Grande, en la costa norte de Perú. Allí fue sometida a «maltratos físicos, psicológicos, violación sexual», indicó el Ministerio Público en un comunicado. https://elnuevodiario.com.do
Por ATA-Sylvia Rivera 12 de diciembre de 2025
Kenia Bonilla dejó en alto el nombre de Ecuador en el certamen de belleza Miss International Trans 2025, donde se coronó como la máxima ganadora. La oriunda de Santo Domingo de los Tsáchilas destacó en el evento desarrollado en Lima, Perú, el reciente sábado 6 de diciembre de 2025. Nueve candidatas, de diversos países, pugnaron por la corona. Kenia Bonilla irá a Países Bajos Durante la gala final del certamen, Kenia Bonilla ganó la corona absoluta. Mientras que la mexicana Mitchell Lagunes fue la primera finalista y la peruana Cirja Emiliana fue la segunda finalista. Tras la coronación, la ecuatoriana recibió como premios un iPhone 17, más de 3 mil dólares en productos de la marca Dior y pasajes de ida y vuelta para Países Bajos, donde se celebrará la edición 2026 del Miss International 2026. Cabe mencionar que Kenia recibió la corona de manos de su antecesora, la peruana Keyla Fernández. Por otra parte, la también ecuatoriana Ohanna Jiménez fue elegida como el Mejor Rostro del certamen. Deja huella en los certámenes Kenia Bonilla, nacida en Santo Domingo de los Tsáchilas, es una modelo profesional de 29 años y la primera mujer trans en competir en el Miss Universo Ecuador. Su participación en este 2025 marcó un hito de inclusión en el certamen, promoviendo la diversidad de género en Ecuador. En febrero de 2025, se postuló al casting de Miss Universo Ecuador, destacando su mensaje de autenticidad: “Soy la primera, pero no la última”. “Este no es solo un logro personal, es un paso hacia una sociedad más inclusiva, justa y representativa para todos”, dijo tras ser anunciada como candidata oficial. Entre las 20 candidatas oficiales, Bonilla brilló en la competencia preliminar en Cuenca, desfilando en trajes de baño y gala. Avanzó a las 10 semifinalistas en la final del 26 de julio en Guayaquil, aunque Nadia Mejía se coronó ganadora. Su visibilidad inspira a la comunidad LGBTI y refuerza las nuevas reglas inclusivas del concurso, sin límites de edad, estado civil o identidad de género. Cabe mencionar que en agosto de 2024 representó al país en el Miss International Queen en Tailandia, un concurso internacional para mujeres trans con participantes de 23 naciones. Sobre el Miss International Trans El certamen Miss International Trans es una “plataforma de inclusión social, visibilidad y respeto”, que trabaja con embajadoras de belleza trans a nivel mundial. Según informó la organización, esta tiene sede en Bélgica y organiza eventos de belleza LGBT en distintas naciones. La victoria de la ecuatoriana Kenia Bonilla marca un nuevo hito en la lucha de las mujeres trans del país por la igualdad y la tolerancia.
Por Mar Cambrollé Jurado 5 de diciembre de 2025
Un informe que celebra a los hombres cis que se someten a reducciones de senos “para sentirse bien” en sus cuerpos ha enojado a muchos que dicen que eso también es lo que quieren las personas trans. Un informe reciente que detalla la inmensa popularidad de la cirugía de reducción mamaria entre los hombres cis ha hecho estallar a los defensores de las personas trans por el hecho de que la atención de afirmación de género siempre ha sido celebrada para las personas cis pero demonizada para las personas trans. El Correo de Nueva York publicó un artículo el 3 de diciembre que explicaba que la cirugía de reducción mamaria es la cirugía plástica más popular entre los hombres cis del país. En algún momento de sus vidas, casi la mitad de los hombres experimentan una afección llamada ginecomastia, que es un aumento en el crecimiento de las glándulas mamarias debido a menudo a un desequilibrio hormonal. No es perjudicial para la salud física de un hombre y, por lo tanto, sólo debe “arreglarse” si hace que alguien se sienta cohibido.
Por ATA - Sylvia Rivera 4 de diciembre de 2025
El viernes, 28 de noviembre, se convirtió en un día histórico en materia de derechos, para los integrantes de la comunidad LGBT+ en Colombia. La registraduría implementó dos nuevos géneros en la cédula de ciudadanía, física y digital: la (T) para personas trans y las siglas (NB) para personas no binarias. Es la culminación de años de esfuerzo de la entidad por demostrar su “compromiso institucional de garantizar el derecho a la identificación de las personas trans y no binarias en el país”. “Desde la Casa LGBTI Sebastián Romero, en Bogotá, anunciamos el fortalecimiento de nuestra solución integral de registro civil e identificación, con la inclusión de las categorías ‘no binario’ (NB) y ‘trans’ (T) en el campo ‘sexo’ de los registros civiles y documentos de identidad. Un paso clave para reconocer y garantizar el derecho a la identificación de las personas con identidad de género diversa”, indicó la Registraduría en sus redes sociales. Ya se expidieron las primeras cédulas de personas trans y no binarias del país: Dos de las primeras personas en obtener sus cédulas con los identificadores de género T y NB fueron Tonny y Mike, precisamente, en el evento realizado en la Casa LGBTI Sebastián Romero. De acuerdo con la entidad, “el Registrador Nacional indicó que ya están listos los ajustes para que personas no binarias puedan realizar sus trámites en todas las oficinas, incluyendo la cédula digital, asegurando así acceso equitativo y eficiente a los servicios de identificación”. Un cambio que celebran Tony, Mike y el resto de personas de Colombia con identidades diversas. Y es que, de acuerdo con este último, “ha sido un camino de casi cinco años y hoy celebramos que ya somos reconocidos por el Estado". El cambio podrá realizarse en cédulas en físico y en su versión digital, en todos los puntos de la Registraduría, desde este viernes. https://www.noticiasrcn.com
Por ATA - Sylvia Rivera 1 de diciembre de 2025
La Corte Constitucional reiteró que ninguna persona trans puede ser excluida de su núcleo familiar por ejercer su derecho a la identidad de género. Esto sucedió tras fallar a favor de Fabiola, una mujer trans que acudió a la justicia tras ser rechazada y violentada por sus propios familiares. Y es que el alto tribunal reafirmó que el enfoque de género es una obligación para todas las autoridades que intervienen en controversias familiares y que, en el caso de la población trans, deben garantizarse condiciones que eviten cualquier forma de discriminación o desigualdad. Caso de Fabiola El pronunciamiento se dio tras estudiar la situación de Fabiola, quien recurrió a la tutela después de que la comisaría de familia encargada de su caso no aplicara adecuadamente este enfoque frente a episodios de violencia que ella denunció. La mujer acudió al mecanismo de amparo buscando protección frente a agresiones y malos tratos que recibía de su madre y de sus hermanos. Según ella, la entidad que debía brindar acompañamiento no aplicó el enfoque de género pese a tratarse de una persona trans, categoría que la Constitución reconoce como sujeta de especial protección. Con la tutela, el caso llegó a la Sala Cuarta de Revisión de la Corte Constitucional, que finalmente decidió amparar los derechos de la mujer, entre ellos la dignidad humana, la igualdad, el libre desarrollo de la personalidad, la identidad de género, el debido proceso y la vivienda digna. Pues en su decisión, la Corte recordó que todas las autoridades, y en especial las adscritas al sistema de justicia familiar, deben aplicar el enfoque de género de manera estricta. En el caso de personas trans, este deber se intensifica y exige evaluar cada situación, descartando cualquier trato discriminatorio o la reproducción de desigualdades históricas. El alto tribunal incluso formuló una nueva subregla, cuando una autoridad de familia no utiliza de forma correcta los enfoques diferenciales en casos que involucren personas LGBTIQ+, mujeres, adultos mayores o menores de edad, termina vulnerando los derechos fundamentales de quienes resultan afectados por esa omisión.
Por ATA - Sylvia Rivera 28 de noviembre de 2025
La drag queen favorita de la Madre Naturaleza, Pattie Gonia, lució deslumbrante en la alfombra roja el fin de semana, con un vestido hecho con la bandera trans que se vio colgada en el parque Yosemite a principios de este año. La activista y artista ambiental fue la comidilla de la Gala Out100 el domingo (23 de noviembre) después de aparecer vestida con una bandera trans de 66 pies de largo, que habían convertido en un vestido sin tirantes. Asistió a la ceremonia anual de premios junto con el ex guardaparque no binario de Yosemite Shannon “SJ” Joslin, quien supuestamente fue despedido de su trabajo en agosto después de que se izara la bandera en El Capitán, una formación rocosa en el parque nacional de California. “Estimada administración Trump: puede despedirnos, puede defender nuestros parques nacionales, puede decirnos que no somos válidos y que no deberíamos existir, y seguiremos convirtiendo su miedo y odio en amor y comunidad y ganaremos porque siempre lo hacemos”, dijo Joslin a los periodistas. Un grupo de escaladores, incluida Pattie Gonia, ayudaron a colocar la bandera en la pared de la roca como una forma de resaltar que las personas trans pertenecen “a la naturaleza, a la comunidad y a todas partes”. Un mes después, Joslin afirmó que su contrato había sido rescindido por supuestamente “no demostrar una conducta aceptable” a pesar de llevar a cabo la protesta “en mi tiempo libre, fuera de servicio, como ciudadano privado”. El ex guardabosques continuó diciendo: “Colgué una bandera trans en El Capitán. Ondeó durante un total de dos horas por la mañana y luego la quité”. Otras banderas fueron plantadas en el mismo lugar, señalaron. Cuando se le preguntó sobre su decisión de usar la bandera como vestido, Pattie dijo a la revista Out: “¿Qué mejor declaración de moda se puede hacer que decir que las personas trans son amadas? Y hacerlo mientras se ‘recicla’ algo que la administración Trump intenta demonizar”. Una semana antes, Pattie recurrió a Instagram para criticar al secretario de Guerra, Pete Hegseth, por su retórica anti-LGBTQ+, mientras realizaba más dominadas de las que se le había visto haciendo en un clip viral que resurgió recientemente. https://www.sentidog.com
Por ATA - Sylvia Rivera 27 de noviembre de 2025
La creciente visibilidad de las infancias y las adolescencias trans ha estado acompañada por un aumento de la desinformación en los medios de comunicación y las redes sociales. Se han difundido narrativas falsas —como la idea de que a las infancias se les realizan cirugías obligatorias o que hablarles de diversidad genera confusión en la conformación de su identidad— para alimentar el miedo, justificar la censura educativa y obstaculizar la implementación de políticas de acompañamiento. Estos mitos surgen desde el desconocimiento y los prejuicios históricos sobre el género. Grupos conservadores, líderes de opinión y algunas figuras públicas suelen presentar a la identidad trans como una amenaza a las normas sociales tradicionales, mientras que en redes sociales se reproduce desinformación que simplifica o tergiversa la realidad. Estas narrativas falsas obstaculizan el acompañamiento respetuoso a la identidad de cada persona y el reconocimiento de sus derechos humanos. Las consecuencias de estas desinformaciones son reales: afectan la percepción social, fomentan la discriminación y ponen en riesgo la salud mental y física de las infancias trans y sus familias. ¿Qué significa ser una infancia trans? “¿Es niña o niño? No sé, aún no sabe hablar” es la frase de Kate Bornstein, autora y dramaturga estadounidense que representa la libre elección de identidad de género. Al hablar de identidades trans se alude a aquellas personas cuya manera de estar en el mundo, expresarse y presentarse hacen que no se autoperciban ni sean percibidas por otras personas dentro de lo que se espera típicamente del sexo que se le asignó desde el nacimiento. La Consulta Infantil y Juvenil realizada por el Instituto Nacional Electoral en 2024 encuestó a 10 millones 703,505 niñas, niños y adolescentes del país, de los cuales 1.4 % no se identificó como mujer u hombre, es decir, 148,788 personas de entre seis y 17 años no se reconocían con el género con que nacieron. Alrededor de los cuatro años es cuando las infancias comienzan a tener un sentido estable sobre su identidad de género. Durante esta etapa aprenden conductas de roles de género, es decir, “cosas que hacen los varones” o “cosas que hacen las mujeres”, por ello las preferencias entre géneros cruzados o distintos son parte normal de la exploración y el desarrollo infantil, independientemente de su futura identidad de género. Las infancias suelen expresar su identidad de género a través de detalles como su vestimenta, peinado, nombres y conducta social, por lo que padres y madres deben hablar y relacionarse abiertamente con sus hijas, hijos e hijes para asegurarse de que puedan elegir libremente la expresión que se ajuste a su sentir. Un acompañamiento respetuoso involucra acciones como el respeto a los pronombres con los que las infancias elijan ser nombradas, es esencial reconocer de manera administrativa y no judicial la identidad de género de las infancias y adolescencias para garantizar el respeto a sus derechos y no vulnerar sus libertades. 10 desinformaciones sobre las infancias trans El Sabueso revisó datos y experiencias que muestran cómo se construyen —y se pueden desmontar— los prejuicios en torno a las identidades trans en la niñez. “Las infancias no pueden saber si son trans” Falso. Las infancias empiezan a distinguir los géneros masculino y femenino alrededor de los dos años. Y desde esa edad pueden nombrar el género con el que se identifican y se quieren expresar. “Esperar que una infancia se presente como una persona trans es muy complejo; comúnmente suelen demostrarlo con expresiones como ‘yo quisiera ser mujer’ y ‘cuando crezca yo seré hombre’”, ejemplifica Jennifer Blanco. “Las infancias trans deberían esperar a ser adultas para decidir que lo son” Falso. “No es una cuestión de adultez. La madurez ética no llega cuando se cumple la mayoría de edad. Las personas adultas también están en un ciclo constante de cambios”, señala Daniela Muñoz. “La mayoría de los niños trans se arrepienten cuando crecen” Falso. De hecho, un estudio realizado por Jama Surgery asegura que menos de 1 % de las personas trans que se someten a una cirugía de reasignación de sexo se arrepiente. Esta proporción, comparada con el hecho de que 14.4 % de la población en general se arrepiente de cirugías similares, es mínima. “Ser trans es una moda o una influencia externa” Falso. En realidad, la identidad trans existe desde épocas como la colonización, cuando ya se reconocían otros géneros más allá de femenino y masculino como la no binariedad, e incluso se creía que el género era un espectro. Jennifer Blanco explica: “No es una moda o una influencia, sino una identidad”. “Apoyar a las infancias trans las confunde” Falso. Al contrario, contar con una red de apoyo es sumamente importante en estos procesos. “Sentir amor, cuidado y respaldo es crucial para el bienestar mental y la salud de las identidades trans a largo plazo. A menudo, la angustia y confusión que presentan las infancias es por el estigma social y la falta de apoyo”, señala Jennifer Blanco. "A las infancias trans les hacen cirugías o tratamientos médicos desde pequeñas” Falso. Las cirugías en infancias están prohibidas con excepciones puntuales como los procedimientos de carácter reconstructivo por malformaciones congénitas, accidentes o enfermedades, cuando sean necesarios para preservar la salud física o mental y cuando se realicen para prevenir daños graves en el desarrollo integral de la persona. “Hablar de identidad de género confunde o adoctrina a las infancias” Falso. Ni confunde ni adoctrina. Al contrario, que las infancias puedan charlar abiertamente sobre sus sentires es uno de sus derechos básicos. “El pensamiento libre no adoctrina, sino que se logra con conocimiento y conciencia. En este caso, la sexualidad es una ciencia y las ciencias también fomentan el pensamiento individual, crítico y libre desde las infancias”, asegura Daniela Muñoz. “Ser trans es una enfermedad o un trastorno” Falso. Desde 2018, la Organización Mundial de la Salud (OMS) excluyó a la transexualidad de su lista de trastornos mentales. “Las identidades trans no son una patología, está científicamente comprobado. En realidad, la transexualidad le enseña a la población que es libre de decidir y vivir cómo más cómodo, cómoda o cómode se sienta”, comenta Daniela Muñoz. “Los padres y madres que apoyan a las infancias trans son irresponsables” Falso. “¿Por qué apoyar a tus hijas, hijos e hijes sería malo?”, cuestiona Muñoz. Una parte importante de criar respetuosamente a las infancias es escucharlas, cuidarlas y protegerlas. “Todo lo contrario, cuando una persona adulta apoya a las infancias en este tipo de situaciones está apostando por la libertad identitaria y una postura no adultocéntrica”. “Las infancias trans no existen en otras culturas” Falso. “Negar que existen las infancias trans es negar que existe la infancia”, dice la periodista Diana Massis en un artículo de la BBC. No existen estadísticas globales precisas sobre la cantidad de infancias trans en el mundo, ya que los estudios se realizan de forma local o tienen un sesgo por las niñeces que aún no se identifican como trans. Sin embargo, países como Reino Unido, Tailandia y Países Bajos tienen una mayor población LGBTIQ+, según un estudio de Statista. El estudio fue realizado en 2024 en 26 países y concluye que, de media, a nivel global 9 % de la población se declara parte de estas identidades. “Las estadísticas jamás van a ser un número determinante en estos casos porque los espectros son muy amplios y diversas personas de la comunidad no se adentran en uno solo. Además, continúan vulnerando a las infancias porque no las cuentan”, visibiliza Daniela Muñoz. El impacto de la desinformación en la vida cotidiana de las infancias trans “Los discursos de odio contra las identidades trans han aumentado durante los últimos años y esto impacta directamente a las infancias y sus familias”, asegura Jennifer Blanco. “Cuando las y los familiares creen este tipo de desinformaciones se alejan y excluyen a las infancias de los espacios en los que pueden compartir sus inquietudes o vivencias”. De acuerdo con las especialistas, ideas como que las infancias “están confundidas” o que “ser trans es una moda” invalidan sus identidades y generan estrés, ansiedad y aislamiento desde una edad temprana. Además, estas creencias influyen en decisiones dentro de escuelas y servicios de salud, lo que puede traducirse en obstáculos para usar su nombre elegido, vestir acorde con su identidad de género o recibir acompañamiento especializado. “La desinformación es el fenómeno más fuerte al que nos enfrentamos en esta era de la inmediatez. Combatir estos discursos desinformantes y de odio con educación, empatía, esfuerzo colectivo e, incluso, apoyo del Estado para que la información correcta sea difundida debería ser una prioridad para la sociedad”, concluye Daniela Muñoz. https://es-us.noticias.yahoo.com
Por ATA - Sylvia Rivera 26 de noviembre de 2025
Los bloqueadores de la pubertad se encuentran entre las formas de atención de afirmación de género más incomprendidas y más dirigidas, y eso no es una coincidencia. A menudo denominados supresores hormonales, son una forma de medicamento diseñado para posponer el efecto físico y emocional de la pubertad que experimentan los jóvenes menores de 18 años. A pesar de su uso común entre jóvenes trans y aquellos que experimentan pubertad precoz, que se remonta a unos 35 años, el aumento de la desinformación y la difamación transfóbica ha generado vagas “preocupaciones” sobre su seguridad, lo que ha resultado en prohibiciones en varios países, incluidos Nueva Zelanda y el Reino Unido. Hay poca evidencia que sugiera que los bloqueadores de la pubertad representen una amenaza para los jóvenes. Las investigaciones que existen casi siempre han demostrado que son seguros, eficaces y, en muchos casos, salvan vidas. Sin embargo, quienes se oponen a los tratamientos contra las personas trans afirman que no existe una investigación lo suficientemente sólida sobre si los medicamentos presentan posibles efectos secundarios físicos o emocionales, e insisten en que no se debe permitir que los jóvenes se sometan a tratamientos potencialmente dañinos o permanentes, a pesar de la falta de evidencia de que los supresores hormonales sean cualquiera de esos. La mayoría de los argumentos contra los bloqueadores de la pubertad se basan en mentiras perpetuadas por grupos anti-trans o, a menudo, ignoran las normas sanitarias fundamentales en el Reino Unido. Estas son algunas de las mentiras más grandes que probablemente hayas escuchado sobre los bloqueadores de la pubertad y por qué son una tontería. “No sabemos lo suficiente sobre los bloqueadores de la pubertad como para prescribirlos a los niños” Mientras lee esto, los médicos y profesionales del NHS están distribuyendo supresores de la pubertad de manera bastante legal y sin controversias a los niños que enfrentan la pubertad precoz, una enfermedad que hace que la pubertad comience demasiado pronto. Es irrelevante si usted cree o no que la pubertad precoz es una razón más justificable para que se le permita tomar bloqueadores de la pubertad. Los profesionales médicos han considerado que los medicamentos son lo suficientemente seguros como para recetarlos a niños de hasta ocho años, sin que su identidad de género haga ninguna diferencia. Hay muchas cosas que no sabemos sobre los medicamentos. Una investigación para The Journal of the American Medical Association ha demostrado que, en muchos casos, los médicos recetan medicamentos sin saber si realmente ayudarán al paciente. Lo que sí sabemos es que los bloqueadores de la pubertad casi siempre mejoran la vida de los jóvenes trans. “Los niños no deberían tomar decisiones importantes sobre su salud” Este argumento choca con las directrices de competencia de Gillick y Fraser, que determinan si un niño menor de 16 años tiene la madurez y la inteligencia para dar su consentimiento al tratamiento médico. La organización benéfica británica Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad contra los Niños dice que la prueba, introducida en los años 80, se utiliza a menudo en la atención médica anticonceptiva como una forma de equilibrar el derecho humano de un niño a tomar decisiones sobre su propio cuerpo con la responsabilidad de mantenerlo seguro. Los jóvenes no son incompetentes simplemente porque son jóvenes. Un niño o una niña de 10 años pueden ser condenados por un delito penal, un niño de 14 años puede conseguir un trabajo a tiempo parcial y cualquier persona de cualquier edad puede cuidar a otro niño, prestar testimonio en un juicio penal, aunque no bajo juramento, e incluso puede ser demandado (aunque no responsable de una deuda hasta los 18 años). Toda persona tiene el derecho y la capacidad de tomar sus propias decisiones informadas, sin importar su edad. “Son una forma de castración química” No. Los bloqueadores de la pubertad no causan esterilidad, y nunca se ha sabido que lo hagan. Los efectos secundarios raros pueden incluir problemas de fertilidad, al igual que los medicamentos antipsicóticos y la quimioterapia que se administran a personas menores de 18 años. Incluso si los bloqueadores de la pubertad causaran esterilidad, esto por sí solo no es una razón suficiente para prohibirlos. Los niños que se ajustan a las directrices de competencia de Gillick tienen derecho a elegir su propia salud sobre la capacidad de concebir en el futuro, del mismo modo que se tiene derecho a beber alcohol a pesar de que puede afectar a la fertilidad. Nótese el uso de “castración” aquí: una palabra cargada, fuertemente asociada con formas de tortura por parte de regímenes o grupos opresivos. Esto no es una coincidencia: los grupos de derecha rutinariamente intentan asociar la atención trans con una forma de tortura sometida a niños pequeños inocentes. “Los médicos reparten bloqueadores de la pubertad como si fueran caramelos” Nuevamente, esto no es cierto. Los bloqueadores de la pubertad no sólo son actualmente inaccesibles para los jóvenes trans en el Reino Unido y no forman parte de un ensayo limitado del NHS, sino que las recetas siempre han sido increíblemente difíciles de obtener. Antes de la prohibición, la única forma de acceder a los bloqueadores de la pubertad en el NHS era a través de una remisión al Servicio de Desarrollo de Identidad de Género de Tavistock, en el norte de Londres. En su apogeo, los tiempos de espera para una primera cita –que casi nunca resultaba en una prescripción– superaban los dos años. Cuando los jóvenes trans accedían a las instalaciones, normalmente tenían que pasar por varios obstáculos legales y médicos para obtener una receta, todo mientras se producían los efectos de la pubertad natural. En marzo de 2024, el mismo mes en que el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra prohibió los bloqueadores de la pubertad, se recetó el tratamiento a menos de 100 personas. ‘No hay pruebas de que ayuden a jóvenes trans’ Sí, hay montañas de eso. Estudios realizados en EE. UU., Canadá, Australia y otros países han llegado a la misma conclusión: los bloqueadores de la pubertad son seguros, eficaces y, sobre todo, posiblemente salven vidas. Un estudio, encargado por el gobierno de Nueva Gales del Sur en Australia, analizó 82 artículos publicados entre 2000 y 2019 y concluyó que los beneficios de los bloqueadores de la pubertad superaban con creces cualquier inconveniente. Otro, de octubre de 2024, mostró que el 97 por ciento de los menores de 18 años de EE. UU. y Canadá que accedían a atención estaban “altamente satisfechos” con los resultados. Otro publicado el mismo año reveló que menos del uno por ciento de los jóvenes trans lamentaban haber comenzado a tomar bloqueadores de la pubertad. Las tasas de arrepentimiento por la atención sanitaria trans son anormalmente bajas. Un artículo del año pasado mostró que el arrepentimiento relacionado con la transición era menor que el de los pacientes que habían optado por la cirugía de rodilla, el aumento de senos e incluso el de tener hijos. Dado que la atención que afirma el género tiene como objetivo mejorar el bienestar de un individuo, la única forma de justificar el pensamiento de que no hay pruebas de que los bloqueadores de la pubertad sean beneficiosos es ignorando a los jóvenes trans. “Es mejor esperar a que sean adultos” Los bloqueadores de la pubertad son medicamentos reversibles que, cuando se recetan, no sólo mejoran significativamente la calidad de vida de una persona trans, sino que también pueden reducir la depresión, la ansiedad y las tendencias suicidas. Casi la mitad de todos los jóvenes trans han intentado suicidarse en el Reino Unido. No es mejor hacer que los jóvenes trans esperen un tratamiento que podría cambiarles la vida. La pubertad natural no es reversible. Una vez que se han producido sus cambios, nadie puede hacer nada. Cuando un padre, tutor, profesional de la salud o político obliga a un niño trans a esperar hasta la edad adulta antes de acceder a atención sin su opinión, está optando por negarle el derecho a detener cambios en su propio cuerpo que nunca podrá revertir. Por eso muchos de ellos se quitan la vida. La idea de que la pubertad es siempre más deseable que los supresores de la pubertad porque es “natural” es errónea y está arraigada en un prejuicio anti-trans. El cáncer es “natural”, los terremotos son “naturales”, las pandemias son “naturales”, pero como sociedad hemos hecho todos los esfuerzos posibles para tratar y prevenir estas cosas porque empeoran la vida de las personas. https://www.sentidog.com
Por ATA-Sylvia Rivera 25 de noviembre de 2025
El “Día Local de la Memoria Trans”, que se conmemoró este 24 de noviembre, fue aprobado y fijado por el Congreso de la Ciudad de México este 2025 para reconocer, visibilizar y enfrentar la violencia sistemática que viven las personas trans en la Ciudad de México. Así como para reconocer las aportaciones sociales, culturales y políticas de las personas trans; promover acciones institucionales para combatir la discriminación, los discursos de odio y la exclusión histórica, y para impulsar políticas públicas con enfoque de derechos humanos y no discriminación. El Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED) se unió a la conmemoración del “Día Local de la Memoria Trans”, fecha en la que se recuerda a las personas de identidades trans y de género no normativo cuyas vidas han sido vulneradas o arrebatadas por motivos de odio, rechazo o prejuicio. Este día nos invita no solo a honrar su memoria, sino también a reafirmar el compromiso institucional de construir una ciudad segura, digna y libre de discriminación para todas las identidades y expresiones de género. En la Ciudad de México, avanzar hacia la garantía plena de derechos para las personas trans exige reconocer las múltiples violencias estructurales que enfrentan en el acceso a la salud, la educación, el empleo, la vivienda, la seguridad y la vida comunitaria. Estos obstáculos persisten a pesar de los avances normativos y sociales que la capital ha impulsado en materia de igualdad. Por ello, resulta indispensable fortalecer las políticas públicas, los marcos de actuación institucional y las acciones coordinadas que permitan eliminar la transfobia en todas sus formas. El COPRED subraya que ninguna expresión de género debe ser motivo de exclusión, estigmatización o violencia. El reconocimiento y la protección de los derechos de las personas trans es una responsabilidad colectiva que involucra a las instituciones, los sectores público y privado, las comunidades y la sociedad en su conjunto. hojaderutadigital.mx
Por ATA - Sylvia Rivera 19 de noviembre de 2025
Los demócratas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos exigen que el presidente Mike Johnson, republicano de Luisiana, intervenga a posteriori de lo que describen como una oleada de retórica antitrans interiormente de la cámara, advirtiendo que los miembros republicanos han violado repetidamente las reglas de la Cámara al usar insultos y promover afirmaciones conspirativas sobre estadounidenses trans durante los procedimientos oficiales. En una carta enviada el martes, 213 demócratas, incluidos todos los dirigentes del partido, le dijeron a Johnson que su incapacidad para hacer cumplir las normas básicas de conducta ha permitido que los ataques deshumanizantes se conviertan en una rutina en la Cámara de Representantes. “Le escribimos para condenar enérgicamente el aumento de la retórica antitrans, incluso por parte de miembros del Congreso”, escribieron los legisladores, instando a Johnson a certificar que los miembros del Congreso sigan reglas de decoro y no utilicen sus plataformas para demonizar y convertir a las personas transgénero en chivos expiatorios. La representante de Carolina del Sur, Nancy Mace, la republicana que se postula para gobernadora de su estado, ha sido una de las voces anti-trans más fuertes en el Congreso. Se autodenomina una “orgullosa transfóbica” y ha utilizado insultos antitrans para referirse a las personas trans. Asimismo lideró un esfuerzo para prohibir a la congresista de Delaware Sarah McBride, la primera miembro trans del Congreso, la entrada a los espacios para mujeres en los terrenos del Capitolio. Los firmantes representan una de las coaliciones más amplias que los demócratas han reunido en este Congreso, que albarca grupos ideológicos e incluye a todos los miembros del Montón de Igualdad del Congreso. La carta describe una serie de incidentes que, según los demócratas, ilustran una ruptura de las normas institucionales. Según los legisladores, un miembro republicano utilizó un insulto anti-trans varias veces durante las audiencias del comité y nuevamente en la Cámara de Representantes, pero ni el presidente ni el portavoz pro tempore intervinieron. La carta además cita llamados de miembros del Congreso para “institucionalizar a todas las personas transgénero”, comentarios que describen a los estadounidenses trans como “enfermos mentales” y afirmaciones falsas de figuras políticas de parada nivel de que las personas trans son inherentemente violentas o representan una amenaza para la seguridad franquista. Los demócratas argumentan que la retórica refleja una logística política más amplia y contribuye al daño en el mundo auténtico. “Este jerigonza, pegado con el creciente número de ataques legislativos y administrativos que hemos pasado contra la comunidad trans, está cobrando un precio auténtico a la comunidad trans, ya que muchos miembros temen por su seguridad”, afirma la carta, señalando 463 incidentes de delitos de odio motivados por prejuicios de identidad de carácter en 2024, un recuento insuficiente, señalan, adecuado a lagunas crónicas en los informes de las fuerzas del orden. “Las personas trans son parte de todas las comunidades”, escribieron los legisladores. “Son veteranos, maestros y médicos. Son padres, hijos y hermanos. Son vecinos y amigos. Son demócratas, republicanos e independientes. Los ataques a la comunidad trans son ataques a todas las comunidades. Las personas trans merecen funcionarios gubernamentales que los eleven, no que los ataquen simplemente por ser quienes son”. Luego de las elecciones de 2024, en las que el presidente Donald Trump se apoyó en gran medida en mensajes anti-trans, los republicanos redoblaron sus ataques a la comunidad trans. Sin confiscación, en las elecciones de noviembre en Virginia, los votantes dieron a los demócratas amplias victorias en cargos estatales y elecciones legislativas. Los candidatos republicanos habían centrado sus campañas en mensajes centrados en las personas trans, mensajes que los votantes rechazaron decisivamente. Incluso en distritos competitivos, los ataques a las personas trans no lograron resonar. Para los miembros del Equality Caucus, el resultado de las elecciones demuestra que las plataformas anti-trans están perdiendo fuerza, incluso cuando los republicanos en el Congreso intensifican su retórica. La congresista de Texas Julie Johnson, la primera persona LGBTQ+ elegida al Congreso por el Sur y signataria de la carta, dijo El abogado en una entrevista el martes que la retórica que ahora inunda la Cámara refleja la logística anti-trans que ha pasado desplegada durante abriles en la campaña electoral. “Creo que inicialmente tuvo éxito porque la multitud no entiende [the trans community] y las luchas que atraviesan las personas trans”, dijo Johnson. Argumentó que un débito de “simpatía, empatía, comprensión, compasión” hacía que las personas trans fueran particularmente vulnerables a la explotación política. El enfoque, señaló, se hacía eco de la famosa máxima de Lyndon B. Johnson sobre convencer a una persona de que es mejor que otra para manipularla. Las personas trans, dijo, se convirtieron en “un segmento muy pequeño de la población al que demonizar y malquistar poca reacción electoral”. Pero Julie Johnson cree que los votantes ahora están reconociendo el costo personal de esa logística. Muchos, dijo, “se dieron cuenta de que su voto para apoyar a la distribución Trump basándose en la premisa de la transfobia solo se tradujo en daño crematístico para ellos mismos y en un ataque a sus propios derechos civiles”. Señaló los resultados recientes de Virginia como prueba: “Todos esos anuncios trans no tuvieron éxito. Esta vez no funcionaron”. Johnson relató deber llamado a una puerta durante su última campaña y deber conocido a un fresco latino que aún vivía con sus padres. Su primera pregunta fue sobre “los niños en los deportes de niñas”, dijo Johnson. Cuando ella le preguntó por qué no preguntaba sobre salarios o vivienda, él le dijo: “Nunca pensé en eso. Es simplemente lo que son los anuncios”. Para Johnson, la interacción captó cómo “la multitud quedó atrapada en una novelística de transfobia y se dieron cuenta de que eso no les hacía ningún proporcionadamente”. Asimismo dijo que la serie de ataques políticos contra las personas trans se ajusta a un patrón más amplio: “Han venido por los inmigrantes, por cualquier persona de color, por su licencia de expresión, por las mujeres, por la comunidad LGBTQ+. ¿Quién queda?”. https://bitacora.com.uy